Juan XXIII, un papa simple y sin milagros
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Junto con el pontífice polaco, Juan Pablo II, se canonizará este domingo a Angelo Roncalli, quien accederá a la santificación sin los dos hechos milagrosos requeridos
Juan XXIII fue papa sólo cinco años, desde 1958 hasta 1963, pero en ese breve período tuvo tiempo de convocar al Concilio Vaticano II que abrió la Iglesia al mundo. Sobre todo, dejó una imagen de sencillez y proximidad con la gente, "un poco como es Francisco hoy",según el periódico francés católico La Croix.
El arzobispo Boccardo, miembro de la Congregación para los Santos explica en una entrevista a Croire, que "los milagros son la confirmación por el Cielo de un sentimiento popular". Los fieles creen en la santidad de un hombre y rezan su nombre para que les ayude, el milagro está reconocido cuando el cielo intercede a través de aquel santo en la vida del hombre de una forma extraordinaria.
Cabe recordar que, al concluir el Concilio Vaticano II, en 1965, dos años después del fallecimiento de Juan XXIII, los obispos allí reunidos quisieron hacerlo santo por aclamación. Habría que esperar varias décadas para que el Cielo confirmase aquel sentimiento.
No se debe olvidar que el Santo, es ante todo, un modelo para los demás cristianosporque "intentó a lo largo de su vida aplicar los mensajes del evangelio", recuerda Boccardo.
La canonización sin milagros es muy rara, pero corresponde cuando la vida del Santo tuvo un impacto muy fuerte en la gente.
Sin milagros, con discreción y simplicidad, Juan XXIII dedicó su vida a traer la paz entre los pueblos a pesar de las diferencias. Desde 1925, cuando empieza a trabajar como delegado apostólico en Bulgaria y busca apaciguar las relaciones entre Católicos y Ortodoxos.
En el medio del conflicto mundial, Juan XXIII, entonces Monseñor Roncalli, usó su influencia como delegado vaticano para sacar visas apostólicas de tránsito a judíos en peligro en Grecia y Turquía.
Tras la guerra, Juan XXIII trabajó en Francia donde fue nombrado Nuncio por Pio XII para mantener relaciones con los distintos actores del país luego de cuatro años de ocupación por la Alemania nazi .
En 1958, tras la muerte de un Pontifice de gran protagonismo como fue Pío XII, Roncalli fue electo como un papa de "transición". Pero Juan XXIII sorprendió al Vaticano y al mundo, iniciando los grandes cambios necesarios tras la segunda guerra mundial y del drama de la Shoah. En 1962, se abre el Concilio Vaticano II con el objetivo de renovar la Iglesia.
Juan XXIII fue beatificado en el año 2000 por Juan Pablo II, quien reanudó la apertura ecuménica. En 2014, el papa Francisco lo canoniza con la idea de destacar el compromiso cotidiano que tiene la Iglesia con la gente.