Dulces y obesidad: ¿están relacionados?

Círculo
/ 28 septiembre 2015

Suele pensarse que el sobrepeso y la obesidad aparecen cuando la energía que se consume es mayor que la que se gasta, pero ésta es sólo una de las causas

Existe la preocupación, sobre todo entre madres de familia, de que el consumo de dulces de sus hijos pequeños puede predisponerlos a sufrir sobrepeso u otras enfermedades en su vida futura. Sin embargo, estudios recientes indican que esto no es verdad y que, más bien, el desarrollo de obesidad en la edad adulta, así como la aparición de padecimientos relacionados, se debe a factores más complejos. Según los expertos, es necesario comprender que las causas que dan origen al sobrepeso son múltiples y no pueden reducirse a una sola, mucho menos al hecho de que la persona haya consumido dulces durante su infancia.

Para demostrar este argumento, un equipo de investigadores analizó en Bogalusa (Lousiana), entre 1973 y 1984, el peso y estado de salud de un total de 355 niños que comían, como mínimo, una golosina al día. Transcurrido ese periodo de diez años, los científicos registraron las condiciones de quienes para entonces ya eran adultos jóvenes, y comprobaron que el hábito de consumir dulces durante su infancia no estaba relacionado ni con su peso ni con su estado de salud. En efecto, aunque algunos de ellos padecían sobrepeso u obesidad, y otros tantos, enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo II, entre otras, estos padecimientos no podían asociarse directamente con el hecho de que hubieran comido golosinas cuando eran niños.

Suele pensarse que el sobrepeso y la obesidad aparecen cuando la energía que se consume es mayor que la que se gasta, pero ésta es sólo una de las causas. A decir de los autores, el problema puede originarse también por otro tipo de cuestiones. Es posible que se derive de factores genéticos, ambientales o, simplemente, de un estilo de vida poco saludable, explican. La falta de ejercicio, una alimentación desequilibrada o conductas sedentarias igualmente pueden resultar en sobrepeso u obesidad.

Bajo el título, Candy consumption in childhood is not predictibe of weight, adiposity measures or cardiovascular risk factors in young adults: the Bogalusa Heart Study, el estudio advierte sobre los peligros de atribuir a un solo motivo el desarrollo de la obesidad. En virtud de sus graves consecuencias, subsiste la tendencia a buscar una causa simple e inmediata al problema, a fin de solucionarlo de la manera más rápida. Con todo y que la obesidad es un fenómeno de origen multifactorial, muchos pretenden contrarrestarla mediante estrategias simplistas como eliminar determinados alimentos de la dieta, con la idea de que esto será suficiente. Los autores aseguran que esta postura es equívoca y poco eficaz, y concluyen que, así como es importante mantener una dieta balanceada y nutritiva, incluir en ella un consumo moderado de golosinas no tiene ningún efecto negativo sobre la salud o el peso a largo plazo.



Fuente:

C.E. ONeil, et.al. Candy consumption in childhood is not predictibe of weight, adiposity measures or cardiovascular risk factors in young adults: the Bogalusa Heart Study, Journal of Human Nutrition and Dietetics, diciembre 2013.

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