Hay humo blanco en El Vaticano, 'Habemus Papam'

Círculo
/ 28 septiembre 2015

En el segundo día del cónclave los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina eligieron al sucesor de Benedicto XVI.



Ciudad de México. Los 115 cardenales electores han conseguido elegir al sucesor de Benedicto XVI este día. La chimenea de la Capilla Sixtina ha echado humo blanco. Ahora habrá que esperar para conocer la identidad del nuevo pontífice.

El humo blanco (fumata blanca) que indica la elección de un nuevo Papa se vio hoy sobre la 19 horas (18:00 GMT) en la chimenea del Vaticano. En Roma comenzaron a repicar las campanas.

Esta tarde llevaron a cabo otras dos votaciones. Según la normativa vaticana, para ser elegido papa son necesarios dos tercios de los votos. Al ser 115 los cardenales electores, el elegido necesita, como mínimo, 77 votos.

Unas 10,000 personas abarrotan la Plaza de San Pedro y la vía de la Conciliazione del Vaticano y aguardan con nerviosismo el nombre que saldrá del Cónclave en el que los 115 cardenales electores aligieron al sucesor de Benedicto XVI.

A pesar del mal tiempo, una multitud sigue llegando a la emblemática plaza desde la que se divisa la chimenea de dos metros que sobresale de la Capilla Sixtina, donde están encerrados los purpurados.

Una explosión de júbilo general se ha registrado en la Plaza de San Pedro después que la fumata blanca surgiese de la chimenea. A la par de la fumata blanca, las campanas de la Basílica de San Pedro han repicado dando la buena nueva al pontífice, que pasará a la llamada sala de las lágrimas para vestirse con sotana blanca y zapatos rojos.

La gente se abraza, llora, y saluda hacia la Basílica donde está el balcón principal engalanado con terciopelo granate y desde el que el nuevo papa se asomará para pronunciar sus primeras palabras como pontífice al mundo.

El ritual


A partir de ese momento se pone en marcha un ritual que culminará con la bendición urbi et orbi que impartirá el sucesor de Benedicto XVI a la ciudad de Roma y a todo el mundo.

El humo blanco expelido por la chimenea instalada en la capilla Sixtina era la señal que aguardaban los miles de fieles desde el comienzo ayer martes del cónclave.

Inmediatamente después de producirse la elección canónica, el último de los cardenales diáconos, el estadounidense James Harvey, llama a la capilla Sixtina al Secretario del Colegio Cardenalicio, al Maestro de Celebraciones Litúrgicas y a dos ceremonieros.

Dado que el cardenal decano, Angelo Sodano, y el vicedecano, Roger Etchegaray, no participan en el cónclave por tener más de 80 años, el encargado de preguntar al elegido si acepta ser papa o no ha sido el cardenal italiano Giovanni Battista Re, que ha presidido la asamblea.

El cardenal Re en nombre de todos los electores pide el consenso del elegido con la siguiente frase: "¿ACCEPTASNE ELECTIONEM DE TE CANONICE FACTAM IN SUMMUM PONTIFICEM?" (¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?).

Una vez dada la respuesta afirmativa, le pregunta: "¿QUO NOMINE VIS VOCARI?" ("¿Con que nombre quieres ser llamado?"). El Sumo Pontífice responde: "VOCABOR ." (Me llamaré.)

Tras aceptar -en esta ocasión- ser el 266 sucesor del apóstol Pedro, el cardenal elegido pasará a la pequeña habitación existente a la izquierda del altar mayor de la Sixtina, bajo el "Juicio Final" de Miguel Angel.

En esa sacristía, conocida como la "sala de las lágrimas" por las que han derramado en ella a lo largo de la historia los papas recién elegidos, meditará en solitario y se vestirá una de las tres sotanas blancas que encontrará preparada.

Ya vestido de blanco, el nuevo pontífice regresará a la Sixtina, donde será recibido con un largo aplauso por los cardenales, que uno a uno se acercará a presentarle su obediencia.

Después el primer cardenal de los diáconos (el Protodiácono), en esta ocasión el francés Jean-Louis Tauran, se asomará a la logia de las bendiciones de la basílica de San Pedro del Vaticano y anunciará al pueblo la elección del nuevo Pontífice con estas palabras: "ANNUNTIO VOBIS GAUDIUM MAGNUM; HABEMUS PAPAM: Eminentíssimun ac Reverendíssimum Dóminum, Dóminum . SANCTAE ROMANAE ECCLESIAE CARDINALEM . QUI SIBI NOMEN IMPOSUIT ."

"Os anuncio una gran alegría Tenemos Papa el eminentísimo y reverendísimo señor .el nombre Cardenal de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado como nombre .".

El nuevo papa pronunciará sus primeras palabras a los fieles e impartirá la bendición Urbi et Orbi.

En Saltillo

En la diócesis de Saltillo, será el vicario general, Gerardo Escareño, quien de un mensaje al respecto, mientras que las campanas de Catedral de Saltillo repican por esta noticia.

 





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