"El Paraíso" de Tintoretto abrió sus puertas restauradas al público

Madrid, España.- "El Paraíso", una de las obras más emblemáticas del veneciano Tintoretto, fue restaurado con precisión quirúrgica y desde hoy está expuesto nuevamente en la sala central del museo Thyssen Bornemisza.

Nueve meses tuvo el público del museo madrileño para conocer desde dentro cómo se lleva a cabo esta particular cirugía: dos restauradoras eliminaban ante la mirada del espectador curioso barnices amarillentos y mugre acumulada y retocaban capas de pintura para compartir los secretos de este lienzo de 425 años.

El proceso no fue fácil, pero sí original: desde el Thyssen se decidió "fascinar al público con lo que hay entre bastidores, detrás de la fachada, aquello que hace a la cocina de la obra de arte", explicó hoy el director artístico del museo, Guillermo Solana.

Esa fascinación consistió en restaurar la pintura de ocho metros cuadrados en un cuarto vidriado del hall central, a la vista de todo el público, en una especie de "reality" que permitía a los visitantes conocer los detalles de calidad de composición de la obra y presenciar cómo el lienzo recuperaba su esplendor.

Inspirado en el paraíso que describió Dante en su "Divina Comedia", la pintura se organiza en torno de los distintos grupos de ángeles, jerarquías religiosas y bienaventurados que rodean la Coronación de la Virgen.

"Es la primera vez que en España se permite a la gente conocer las minuciosidades de un formato de trabajo tan ambicioso. La intimidad del museo queda expuesta a la participación del público, lo que añade una dificultad a las restauradoras", explicó Solana.

Y vaya si las dos restauradoras, Susana Pérez y Alejandra Martos, se sintieron expuestas: "Costó acostumbrarnos, costó concentrarnos, costó hacernos a la idea de que adultos y niños nos miraban con curiosidad e incluso nos golpeaban el vidrio para que les mostráramos colores y tonalidades de la pintura".

La restauración de "El Paraíso" comenzó en junio pasado, con motivo del 20 aniversario del museo, aunque previo a su colocación en ese "teatro anatómico" del hall central fue necesario un proceso químico de laboratorio que demoró sus tres meses en sacar micromuestras y lograr una radiografía de la composición del cuadro.

Ese trimestre de diagnóstico marzo-junio se hizo en el laboratorio del cuarto piso del museo. Tres químicos usaron bisturíes de cirugías de ojos para desmembrar las capas de pintura y conocer "los materiales originales y la técnica empleada por Tintoretto", reveló Andrés Sánchez Ledesma, químico de la pinacoteca.

El lienzo estuvo expuesto a macrofotografías, radiografías y reflectografías infrarrojas que revelaron el "proceso evolutivo" de la obra del pintor. La información recuperada será publicada en revistas especializadas de arte.

La intervención química descubrió cambios relevantes que habían quedado ocultos a la vista, como la presencia de figuras desnudas luego cubiertas con ropajes, la modificación o eliminación de personajes y la existencia de inscripciones en el lienzo.

El estudio halló, entre otras cosas, el uso de pigmentos muy valorados en la época, como el lapislázuli, y el secreto del autor de emplear polvo de vidrio mezclado con la pintura para reflejar la luz y dar luminosidad a la obra.

Los análisis químicos lograron resultados sobre los que se basaron Pérez y Martos para la "cirugía" de la restauración.

"Fue como operar a un paciente a la vista de todos. Había que lograr un orden visual y estar atentas a los detalles. No fuera a ser que se cayera un tornillo delante de todos y se diera una imagen errónea", bromeó Martos durante la presentación y colgado del cuadro.

El objetivo de involucrar al público dio sus frutos: fotógrafos, pintores, escultores y demás curiosos golpeaban el vidrio de la "pecera" del hall central para que las restauradoras les enseñaran retoques que exigían de máxima concentración.

"Fue así como nuestras restauradoras revitalizaron a la vista de todos nuestra pequeña 'Capilla Sixtina'", dijo Solana en referencia a la obra maestra de Miguel Angel, con quien para algunos historiadores del arte Tintoretto (1518-1594) rivalizaba.

El porqué de la elección de "El Paraíso" para este "reality" de restauración encuentra respuesta en las palabras de Solana: "Es la obra más histórica y sentimental del Thyssen Bornemisza. Y como tal, buscábamos algo nuevo para sacarla de la pared y darle dinamismo".

El director artístico adelantó que habrá nuevas restauraciones, pero no a la vista del público.

"El Paraíso" y "La Ultima Cena" son consideradas las dos grandes obras del renacentista Tintoretto. En 1577, un incendio afectó El Palacio de la Señoría en Venecia y sus miembros llamaron a concurso para decorar nuevamente la sala principal.

Tintoretto presentó "El Paraíso", una representación de la Gloria en círculos concéntricos, pero curiosamente no ganó. "Sin embargo, la obra tomó gran relevancia porque fue la manera en que Venecia le respondió a Florencia en general, y a Miguel Angel en particular, que estaba a su altura", indicó Solana.