Lo que debes saber sobre los orgasmos de ella

Círculo
/ 16 septiembre 2015

Ten presente los siguientes consejos y haz que disfrute tanto como tú.

A ti no te cuesta nada alcanzar el clímax, pero ella no lo tiene tan fácil. Ten presente los siguientes consejos y haz que disfrute tanto como tú.


1) Deja el reloj en la mesita

De la misma manera que lo que te preocupa a ti es durar más tiempo en la cama, a ella, por contra, lo que quiere es llegar cuanto antes mejor. Según un estudio reciente de la marca de preservativos Control, el 61% de las mujeres jóvenes españolas ha terminado fingiendo un orgasmo "para dar por concluido el encuentro sexual". Y lo peor de todo es que sólo tres de cada diez hombres parece darse cuenta. ¿Tiene solución esto? Por supuesto, lo mejor que podéis hacer los dos es dejar de obsesionaros con los orgasmos. Dile que no tenéis prisa, que si es necesario os podéis tirar toda la noche en la cama. Le quitarás un gran peso de encima y podrá concentrarse en obtener placer. Además, dale más tiempo a los preliminares, ya que está demostrado que una mujer necesita entre 25 y 40 minutos para llegar al clímax.


2) Sedúcela con tu talento natural

Un buen sexo empieza en la cena, mucho antes de que os quitéis la ropa. Ten presente que, según han determinado los investigadores del Kinsey Institute (Indiana, EUA), el talento es uno de los afrodisiacos más potentes que existen. Así que si quieres seducirla con tus increíbles capacidades, deberás emplearte a fondo: canta como si fueras Morrisey cualquier canción de The Smiths en un karaoke; o haz que se muera de risa emulando a alguien famoso. Si le gusta, la tendrás en el bote.


3) Dile lo guapa que está

Las mujeres que todo el rato están pensando que no te gusta su cuerpo tienen menos posibilidades de alcanzar el orgasmo. Eso es, al menos, lo que dicen los investigadores del Journal of Sex Research, que en un estudio reciente han demostrado que las mujeres que se sienten avergonzadas de si mismas suelen tener peores experiencias sexuales. Así que si la adulas un poco cuando se quite la ropa tendrás todas las de ganar, ¿verdad?



4) Empieza suave

Durante los juegos preliminares, acaríciale con dulzura las zonas ubicadas cerca de los pechos; ya que -aunque te cueste creer- estas son más sensibles al tacto que los pezones. Empieza suave y lentamente ves acercándote a sus pechos. Verás que el ambiente empieza a caldearse y ella poco a poco a excitarse.


5) Conoce sus puntos clave

Si has llegado hasta aquí, ya te habrás dado cuenta que se trata de hacer las cosas despacio. A la hora de estimular su clítoris, es exactamente lo mismo: le gustará que al principio se lo hagas con suavidad. Acuéstate al lado de ella y recorre lentamente con tus dedos sus labios exteriores; basta con rozarla al principio, ya presionarás más fuerte a medida que ella vaya excitándose. Apoya tu mano en el monte de Venus (ya sabes: la zona carnosa que cubre el hueso público) y estimula su clítoris con las yemas de los dedos. Si lo has hecho bien, notarás que la lubricación ha ido en aumento.


6) Cambia tu ángulo

Como si fueras un explorador en busca de nuevas experiencias, prueba a penetrarla desde distintas posiciones para ver cuál es la postura con la que más disfruta. Tu primera parada: el punto G, que se encuentra situado en la pared frontal de la vagina. Esta región esponjosa se hincha durante la excitación, así que trata de masajearla lentamente con los dedos. A muchas mujeres les resulta muy excitante. ¿Qué no es su caso? Pues sigue explorando.


7) Tócala más

Si lo que quieres es que enloquezca de placer, aumenta los puntos de contacto en sus zonas más sensibles. Pídele que se acueste boca arriba, con las piernas estiradas, y recorre lentamente su cuerpo con tus manos, sin llegar a toca su vagina. Cuando veas que su excitación va en aumento, penétrala con suavidad, concentrándote en los movimientos, para poco a poco ir incrementando la velocidad.


8) Aprende a sentir su orgasmo

Como has leído en el punto 1, son muchas las mujeres que acaban fingiendo el orgasmo. Así que si quieres evitar esto deberás aprender a diferenciar cuándo está teniendo uno y cuándo no. Una gran forma de comprobarlo es haciéndole un `cunnilingus': besa primero sus labios internos y externos, dando lengüetazos firmes de vez en cuando. La intensidad de sus jadeos y gemidos te indicará si lo estás haciendo bien o no. Cuando esté a punto de alcanzar el clímax, las señales serán incluso aún más claras; como un sutil enrojecimiento de sus labios vaginales causado por el aumento del flujo sanguíneo.


9) Elige un camino

Cuando superas el conocido como `punto de no retorno', podrías alcanzar el orgasmo aunque hubiera un terremoto mientras estás haciéndolo. No es el caso de ella, a la que un simple cambio en tus movimientos podría dejarla sin ello. Es verdad que nos encanta que pruebes movimientos o técnicas nuevas, pero una vez que te has decidido por un camino tienes la obligación de seguirlo hasta el final.



10) Deja que acabe primero

Aunque lo más bonito es llegar al orgasmo los dos al mismo tiempo, lo cierto es que muchas mujeres prefieren aquello de `las damas primero'. Si habéis alargado mucho tiempo la penetración, es probable que hayas dejado sus zonas sensibles doloridas y que, por eso, tenga más dificultades para alcanzar el clímax. ¿Solución? Satisfácela antes del coito.


Por Pedro Flores para Men's Health

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