Vigorexia, frecuente en hombres con baja autoestima

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La también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno mental relacionado con el ideal actual de musculatura. Hasta 15 por ciento de los usuarios de gimnasios presenta el riesgo de desarrollarlo, detectan investigadores de la UNAM
Alrededor de 10 por ciento de la gente que realiza pesas o está dedicada al fisicoculturismo puede padecer dismorfia muscular, también llamado complejo de Adonis o vigorexia. Uno de los problemas relacionados con este trastorno mental es la baja autoestima. De hecho, muchos de los hombres que lo presentan buscan tener masa muscular porque se sienten pequeños o débiles.
La doctora Rosalía Vázquez Arévalo, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, señaló que los hombres con dismorfia muscular tienen una compulsión por el ejercicio, el cual pueden realizar hasta 5 horas diarias sin ser deportistas. Además, alteran su alimentación y distintos aspectos de su vida se ven afectados, uno de ellos, el social.
Culto al cuerpo
A partir de una investigación sobre la imagen corporal en varones, la doctora Vázquez Arévalo detectó que en ellos ya existe una idea muy arraigada del modelo de musculatura, es decir, los hombres prefieren tener figuras musculosas.
"Incluso, los juguetes de figura humana han cambiado; son más musculosos que hace 20 o 30 años, tienen una cintura marcada, una espalda ancha, unas piernas muy musculosas. Ahorita ya tenemos adolescentes que han recibido esa influencia cultural y cuando les preguntamos cuál es su figura ideal, quieren un vientre plano y marcado; les interesa ir al gimnasio y tener musculatura. Sin embargo, esto no quiere decir que sea patológico, sino que ese ideal de musculatura ya está instaurado en nuestros jóvenes", expresó la investigadora.
Explicó que, de acuerdo a sus investigaciones, hasta 15 por ciento de los usuarios de gimnasio llegan a presentar riesgo de dismorfia muscular. "Hemos visto que son personas perfeccionistas; finalmente vivimos en una sociedad que lo promueve, pero existe el perfeccionismo positivo que es aquel que te lleva a alcanzar metas, a superarte, y el negativo es el que te obstruye y en donde te pones una meta inalcanzable".
Para quienes padecen dismorfia, la musculatura nunca va a ser suficiente, pues al estar relacionada con la genética de cada persona, habrá quien desarrolle más músculo que otros, por lo que cuando los enfermos llegan a su límite, no es suficiente para ellos y empiezan a consumir esteroides anabólicos para aumentar la masa muscular.
Trastorno mental
En un estudio realizado por el grupo de la doctora Vázquez Arévalo sobre imagen corporal en los varones, se encontró que para que ellos se sientan satisfechos no solo basta estar en un peso normal, sino hacer ejercicio y tener un cuerpo marcado.
"Actualmente estamos haciendo un estudio de detección, pero es una población difícil; es gente que hay que entrevistarla en el gimnasio. En un primer acercamiento que tuvimos hace unos seis años, 60 por ciento de los usuarios de gimnasio reconocieron que consumían algún tipo de proteína y otros anabólicos. Hoy en día solo alrededor de 10 por ciento lo reconoce".
Dijo que ha aumentado el número de revistas masculinas de belleza, además de que se ha visto que el modelo ideal que presentan los medios de comunicación son hombres que han disminuido su peso, pero no su masa muscular.
"Esta cultura está permeada por un culto al cuerpo increíble, en hombres y mujeres. Se piensa que la gente entre más delgada es más saludable y eso no necesariamente es cierto. El bajo peso está asociado a mayores infartos o problemas de desnutrición severos. Parece que somos solo cuerpo y este debe estar perfecto; descartamos nuestra inteligencia, sentimientos y otras habilidades. Debemos aceptarnos y buscar un cuerpo saludable de acuerdo a nuestras características", afirmó.
La dismorfia muscular suele presentarse entre los 15 y 37 años de edad, aunque se han reportado casos de varones de 60 años. Quienes lo presentan desarrollan aislamiento y se sabe que, en algunos casos, después de una ruptura amorosa, estos hombres empiezan a realizar ejercicio compulsivamente.
La Asociación Americana de Psiquiatría reconoció recientemente en la edición de su quinto Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés) que la dismorfia muscular es un trastorno mental, ubicándolo dentro de los trastornos Dismórficos Corporales y no en los de la Conducta Alimentaria como algunos investigadores proponían.