La escritora Gaby Vargas se renueva
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La escritora desvela una nueva etapa espiritual que le costó una década de investigación
Antes que existieran escuelas de imagen pública o se considerara una necesidad en la vida moderna, Gaby Vargas ya nos había enseñado que al trabajo no se va enseñando el escote y que nunca debíamos llevarnos a casa los amenities de un hotel.
"Pero ya no me apasiona el tema de la imagen", dice la autora de La Imagen del Éxito, el best seller que la hizo famosa, y que inauguró una decena de publicaciones con récords de ventas como El Arte de Convivir y la Cortesía Social, Cómo Triunfar en el Trabajo, Soy Mujer Soy Invencible ¡y estoy exhausta!, que la llevaron a dar conferencias y seminarios en toda Latinoamérica.
Ahora las cosas han cambiado con el libro Conéctate (Contigo Mismo, con los demás, con el universo), en el que desvela una nueva etapa espiritual que le costó una década de investigación, estudio y también curiosidad.
"Cada uno de mis libros ha sido un reflejo de lo que me apasiona en cada momento, Conéctate comenzó como una búsqueda personal de la que espero que tenga resonancia en otras personas", explica la guapa comunicadora.
"Estar desconectado es tener una necesidad de vivir de prisa, consumir cosas y llenarte de satisfactores momentáneos que después te dejan igual de vacío que antes, como puede ser la comida, el alcohol, el cigarro o hasta las compras; un sentido de insuficiencia".
En el libro, Gaby se pone a sí misma como ejemplo al contar una anécdota con su hija Paola, que la regañó por no estar contenta con lo que tenía, "¡Qué más quieres!, me dijo, un día que me notó frustrada porque no se había concretado un proyecto, "has logrado esto, estoy y esto, tienes una familia tal, tal y tal...", bondades que no veía al estar sentada sobre ellas".
En ese tenor, Gaby se basó en la antigua filosofía japonesa Wabi-Sabi, para explicar la premisa de su libro, "Para ellos, nada es perfecto, nada es permanente y nada está completo, esto significa que la imperfección es belleza, como un árbol de invierno sin hojas; ese es el enfoque, ver la belleza en el defecto".
La propuesta de Gaby no tiene nada que ver con la "actitud que tienes hacia la vida", para ella, el secreto de vivir feliz está en conectarse con el interior a través de la autoaceptación y no en la confrontación, "así podrás lidiar con mayor facilidad con todo lo que te da la vida, y no exigirás a los demás que te hagan feliz".
La autora llegó a estas revelaciones debido a los golpes que enfrentó en los últimos años, "cuando la vida te toma por los hombros y te sacude, hace que tus valores tengan un nuevo acomodo".
Esa sacudida se la dio la muerte; primero, la de su fueron su gran amiga Pachela, luego la de su hermano Adrián que tenía tan solo 45 años, y por último, la de su padre, don Joaquín Vargas, "todo eso me enseñó qué es lo importante realmente".
Su familia siempre ha sido el pilar de su vida; es una orgullosa madre de tres hijos y abuela de ocho nietos que se cambió de casa para estar más cerca de ellos, en un lugar tranquilo donde se sienta a tomar el té mientras escribe "esos son momentos Wabi-Sabi, por ejemplo, me hacen feliz".
Aunque eso sí, no va a desconectarse nunca de la hermosa, estilosa y educada Gaby Vargas que todos conocemos, "¡Para nada! No estoy desprendida de mi parte humana, me gusta verme en forma, cuidada, porque quiero estar bien para mi esposo y para mí".
Así, tan impecable como siempre, bromea con que no se va a volver budista "ni rapada y con mi trapo anaranjado"; la imagen pública, la belleza y los buenos modales nunca dejarán de ser parte de ella, "si me empiezo a descuidar por fuera, es una señal de que me empiezo a descuidar por dentro".
Le encanta ir al gimnasio, adora los tés y es muy organizada en su trabajo y en todo lo que la rodea; pero sobre todo, es una mujer que no deja de prepararse y estudiar, "tomo cursos y seminarios de todo, me encantan".
Aparte de sus libros, conduce el programa "Mejor con Gaby Vargas" de lunes a viernes a las 10 am en MVS, donde comparte sus reflexiones y cómo no, tips para el protocolo, porque al final, todo el paquete Gaby Vargas encanta: belleza, comunicación y espíritu.