Continúa el auge de la Homeapatía

Círculo
/ 29 septiembre 2015

La Homeopatía fue creada en el siglo XIX por el médico Samuel Hahnemann (1755-1843).

Baden-Baden, Alemania.- El objetivo de las medicinas homeopáticas es ayudar al cuerpo a curarse a sí mismo. Se producen en base a plantas, sustancias minerales y animales, que se presentan en formas muy diluidas en gotas, pastillas o glóbulos.

Se trata de un procedimiento aún controvertido pero que a nivel económico es un negocio redondo y que cuenta con millones de defensores en todo el mundo.

El secreto es diluir las sustancias, señala un portavoz de la farmacéutica Heel en Baden-Baden, Alemania, uno de los países donde tiene mayor presencia. De este modo se "potencia" el medicamento, como se dice en la jerga homeopática, utilizando una parte de esencia por nueve de etanol y agua. Luego se agita el preparado y se vuelve a diluir.

Precisamente que se trate de medicinas tan diluidas es el motivo por el cual muchos rechazan que sirvan para curar y, de hecho, no está probado fuera de toda duda que la homeopatía surta efecto. Sin embargo, eso no le hace mella a una industria en auge incluso en momentos de crisis.

Los productores alemanes tienen una demanda creciente, y el año pasado por ejemplo Heel, que tiene 1,300 empleados en todo el mundo y una oferta de unos 700 medicamentos, tuvo 184 millones de euros de facturación (unos 240 millones de dólares).

Heel es la segunda mayor compañía del rubro, bastante por detrás de la francesa Boiron, que factura tres veces más.

El gerente de negocios de la empresa alemana, Ralph Schmidt, niega que exista un enfrentamiento con la medicina convencional. "Las dos estamos muy cerca. Todos buscamos el medicamento adecuado, que a veces puede ser homeopático y a veces convencional".

Pese a ello, reconoce que "cuanto mayor es la demanda de la medicina natural, más ataques recibe".

Schmidt presenta estudios científicos para demostrar el efecto de sus preparados y socavar la tesis de que la homeopatía es un placebo y que solamente es la fe del paciente la que lo cura.

"Podemos probar ya la efectividad que tienen todas nuestras medicinas", subraya, aunque para él lo más importante es lo que dicen los propios usuarios, y destaca el caso de los deportistas de élite, que cada vez acuden más a la homeopatía. "Ellos tienen buenos sensores y enseguida se dan cuenta de lo que les hace bien".

Otra empresa, DHU (Unión Homeopática Alemana), también se apoya en las encuestas sobre la satisfacción de los usuarios. El portavoz del grupo considera además superada la polémica con la medicina alopática. "Muchos médicos recetan hoy de forma rutinaria homeopatía, así que no hay ningún enfrentamiento entre ambas".

La DHU tiene más de 420,000 productos de diverso tipo y en 2010 tuvo una cifra de negocios de 100 millones de euros. Las estimaciones de la industria son positivas de cara al futuro y señalan que en torno al uno por ciento del mercado de medicinas es homeopático.

Sin embargo, al igual que en otras partes del mundo, uno de los problemas para los partidarios de la homeopatía es su precio, pues casi nunca está cubierta por la sanidad pública, salvo contadísimas excepciones. Una de ellas son en Alemania los preparados con muérdago para enfermos de cáncer.

Schmidt reclama además una regulación internacional del mercado, en vista de que dos tercios de su producción la venden en el extranjero. "Y cada país tiene sus propias reglas", se queja. Por ejemplo, en Suecia la homeopatía está prohibida y solo se consiguen los medicamentos en el mercado negro, mientras que en Estados Unidos lo principal es poder demostrar su efectividad. Si se comprueba, "las autoridades se muestran muy abiertas al diálogo", dice Schmidt.

De acuerdo con el principio de "curar la enfermedad con algo similar a lo que la causa", la homeopatía utiliza sustancias que en grandes dosis causarían síntomas de la enfermedad que se busca tratar.

Fue creada en el siglo XIX por el médico Samuel Hahnemann (1755-1843). Su mecenas y paciente fue el duque Federico Fernando de Anhalt-Köthen.

Ya en vida de Hahnemann, la homeopatía se extendió por toda Europa y llegó hasta la India y al continente americano. En Köthen se estableció en 1855 el primer hospital homeopático del país, que trataba a unos 26,000 pacientes al año. También entonces Hahnemann enfrentó duras críticas de los médicos tradicionales. Un caso muy claro son las infecciones graves, para las que un tratamiento solo homeopático puede ser peligroso.


COMENTARIOS

TEMAS