La migraña es un padecimiento hereditario, afirma experta

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Minerva López, especialista adscrita al Hospital General de México, explicó que la migraña se debe a factores ambientales, así como al estrés y a una actividad cerebral anormal
México, DF.- En la mayoría de los casos la migraña es hereditaria, pues 80 por ciento de los pacientes tienen familiares con la enfermedad y se estima que cinco por ciento de los menores de 12 años y 20 por ciento de los adolescentes también la padecen.
Minerva López, especialista adscrita al Hospital General de México, explicó que la migraña se debe a factores ambientales, así como al estrés y a una actividad cerebral anormal.
Ese padecimiento también puede ser provocado tras consumir alimentos como quesos fuertes, vino tinto, conservadores, mostaza y cebolla cruda, señaló en un comunicado de la Secretaría de Salud (SSa).
Los ayunos prolongados, exponerse demasiado al sol o no dormir de manera adecuada aumentan de igual forma la probabilidad de que se presenten episodios de migraña en las personas que la padecen.
La doctora explicó que los síntomas de la enfermedad son dolor intenso de cabeza acompañado de náuseas, vómito, intolerancia al ruido y a la luz artificial o natural, y se caracteriza por la sensación de dolor de la mitad de la cabeza, que empieza en la región de la sien e invade al ojo y es pulsátil.
El dolor de cabeza dura unas cuatro horas, pero en ocasiones se prolonga hasta por 72. Algunos eventos se acompañan de aura o percepción de luces o colores antes del dolor que dura entre 20 y 60 minutos y luego desaparece.
Minerva López precisó que el dolor es leve cuando inicia y en minutos se va incrementando, pero puede ser tan severo que ocasiona vértigo, pérdida de la sensibilidad y la fuerza del hemisferio derecho e izquierdo.
Sobre el tratamiento señaló que depende de los antecedentes familiares, estudios clínicos y factores relacionados; sin embargo, lo más recomendado es la profilaxis con terapia cognitiva.
Explicó que dicha terapia consiste en aprender a controlar los pensamientos y reducir los de naturaleza negativa, a fin de que el enfermo controle el estrés y las situaciones en la que es probable se desencadene un ataque.