Tratar de curar la homosexualidad es una práctica ilegal

Círculo
/ 29 septiembre 2015

La Organización Panamericana de la Salud fustigó a dichas terapias como amenaza al bienestar de las personas a quienes se aplican

WASHINGTON.- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) fustigó hoy las llamadas terapias de "cura" de la homosexualidad como prácticas ilegales y una amenaza al bienestar de las personas a quienes se aplican.

En un posicionamiento técnico dado a conocer en ocasión del Día Internacional contra la Homofobia, la OPS denunció además que prácticas de esta naturaleza "carecen de justificación médica".

El documento hace un llamado a los gobiernos, a las instituciones académicas, a las asociaciones profesionales y a los medios de comunicación a que expongan estas prácticas y promuevan el respeto a la diversidad.

Recordó que 22 años atrás, la Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud removió a la homosexualidad de la lista de trastornos mentales tras aprobarse la nueva Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE).

"Ya que la homosexualidad no es un trastorno o enfermedad, no requiere cura. En consecuencia, no existe indicación médica para el cambio de orientación sexual", observó la Directora de la OPS, Mirta Roses Periago.

Añadió que las prácticas conocidas como "terapias reparativas" o "de reconversión", representan "una grave amenaza para la salud y el bienestar, inclusive la vida, de las personas afectadas".

El documento señala que existe un consenso profesional en que la homosexualidad es una variación natural de la sexualidad humana y no se puede considerar como una condición patológica.

Empero, varios órganos de las Naciones Unidas han constatado que aún existen supuestas "clínicas" o "terapeutas" que promueven tratamientos que pretenden cambiar la orientación sexual de personas no heterosexuales.

En su posicionamiento técnico, la OPS observa que no existe ningún estudio científico riguroso que demuestre la eficacia de los esfuerzos de cambio de orientación sexual.

Da cuenta de testimonios sobre los daños graves a la salud mental y física que estos "servicios" pueden causar ya que la represión de la orientación sexual ha sido asociada con sentimientos de culpa y vergüenza, depresión, ansiedad, e inclusive suicidio.

Como factor agravante, refiere reportes recibidos sobre los tratos degradantes, el acoso sexual y la violencia física suelen ser o pueden ser elementos que componen las supuestas "terapias".

En su documento, la OPS considera igualmente inquietante el que estos "servicios de reconversión sexual" muchas veces se presten de manera clandestina, evadiendo así la acción de las autoridades correspondientes.

Refiere también casos de adolescentes que fueron sujetos a intervenciones de "reparación" de manera involuntaria, y en algunos casos hasta privados de su libertad e incomunicados por varios meses.

"Estas prácticas son injustificables y deben ser denunciadas y sujetas a sanciones y penalidades dentro de la legislación nacional" dijo Roses, observando que además violan los principios éticos de la atención de salud e infringen los derechos humanos de las personas afectadas.

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