Domingo, un día de descanso, la familia y Dios: Benedicto

El Papa Benedicto XVI defendió hoy al domingo como un día de reposo, una ocasión para reforzar los lazos entre los miembros de las familias y una jornada que debe dedicarse a Dios.

Ante más de 10 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, con motivo de la audiencia general de los miércoles, recordó que la víspera tuvo lugar la Jornada Internacional de las Familias establecida por Naciones Unidas.

Al señalar que este año la ONU dedicó la efeméride a la relación entre la familia y el trabajo, el líder católico advirtió que la vida profesional debe ayudar a las familias a "abrirse a la vida y a entrar en relación con la sociedad y con la Iglesia" .

"El trabajo no debería suponer un obstáculo para la familia, sino que más bien ha de sostenerla y unirla" , estableció.

Durante la audiencia Joseph Ratzinger, reflexionó también sobre la oración y aseguró que, cuando rezan, los seres humanos pueden verificar su debilidad, percibir sus límites y su cualidad de creaturas, porque se enfrentan ante la omnipotencia de Dios.

"Muchas veces pedimos a Dios que nos libre del mal físico y espiritual y, sin embargo, a menudo tenemos la impresión de que no nos escucha y corremos el riesgo de desanimarnos y no perseverar. En realidad, no hay ningún grito humano que Dios no escuche" , dijo.

"La respuesta de Dios padre a su hijo no fue la liberación inmediata del sufrimiento, de la cruz, de la muerte: a través de la cruz y de la muerte, Dios respondió con la resurrección" , apuntó.

Según el Papa los creyentes, al orar, se abren a la dimensión de la humanidad, no se quedan encerrados en sí mismos porque son capaces de compartir los sufrimientos del tiempo actual.

Al invocar a Dios la debilidad de los seres humanos se convierte en fortaleza, ellos tienen certeza de no estar solos, se abren a los horizontes de la creación que "gime y sufre con dolores de parto" , ponderó.