Rememoran los 150 años del pintor Gustav Klimt

Círculo
/ 29 septiembre 2015

Con motivo de esa celebración, la periodista Anne-Marie O'Connor presentó su libro The Lady in Gold en el palacio de Bellas Artes.

Como un personaje complejo, que entendió a las mujeres, pero sobre todo como un pintor excepcional y un bohemio del arte, recordó la escritora estadounidense Anne-Marie O'Connor al pintor de origen austriaco Gustav Klimt (1862-1918) .

Entrevistada previo a la presentación del libro The Lady in Gold, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la también corresponsal de The Washington Post en México habló sobre la vida y obra de Gustav Klimt, considerado uno de los más ilustres representantes del movimiento modernista de la secesión vienesa.

O'Connor lo recordó como un hombre polémico que tuvo como amante a varias de sus modelos, muchas de ellas de origen judío y quienes, incluso, le compraban varias de sus obras pictóricas.

En The Lady in Gold, dijo, se describe la historia de Gustav Klimt y el retrato que pintó de la austriaca-judía Adele Bloch-Bauer, al que bautizó como "La Mona Lisa Austríaca", y que fue robado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

En el marco del 150 aniversario del pintor austriaco, la autora comentó haber encontrado esta historia por casualidad en la ciudad de Los Angeles, mientras trabajaba para Los Angeles Times.

"Un día, en Los Angeles, California, me encontré con un texto que señalaba que una mujer buscaba que le regresaran una pintura que pertenecía a su tía; dí con María Bloch-Bauer y me contó la historia detrás de la pintura", detalló.

Mencionó que tras varios años, la familia de Klimt comenzó a demandar al gobierno de Austria por la obra "Mona Lisa Austriaca" y refirió que en 2006, le fue entregada la pieza a la familia, misma que se encontraba en la ciudad de Los Angeles y que al final, el cuadro fue vendido en 135 millones de dólares.

Destacó que ahora "La Mona Lisa Austriaca" se exhibe en uno de los museos de la ciudad de Nueva York.

En el libro, abundó, también se abordan las amistades de Klimt, sus amantes, su pensamiento, forma de pintar y vida, además se recopila una serie de cartas que escribió a amigos cercanos entre 1898 a 1904.

"Fue un hombre complejo, que tenía problemas familiares, un personaje que fue pobre, que tuvo que hacerse por sí mismo y que no perteneció a la élite de la sociedad vienesa, la cual era muy jerárquica", señaló.

Comentó que a los 14 años, Klimt dejó la escuela y se puso a pintar, convirtiéndose tiempo después en un gran pintor modernista de principios del siglo XX.

The Lady in Gold se encuentra dividida en tres partes; la primera y más extensa, relata la historia de Bloch-Bauer, una mujer atea y socialista, casada con el dueño de un gran negocio azucarero, Ferdinand Bloch-Bauer, y perteneciente al grupo de artistas y pintores austriacos que estableció y al que decidió llamar "secesión vienesa".

La obra también relata mucho de lo ocurrido en Austria durante el comienzo de la era nazi. En 1907, cuando Gustav Klimt terminaba de pintar el retrato de Adele y finalizabade pintar su obra más famosa: El beso.

La segunda parte narra a partir de 1937, tiempo después de las muertes de Gustav Klimt y de Adele Bloch-Bauer, donde un enérgico Joseph Goebbels ordenó a Alemania la limpieza de todo el arte judío, que era considerado como "degenerado". Por aquellas mismas fechas el marido de Adele, Ferdinand Bloch-Bauer, huyó de Austria dejando todo atrás.

La última parte refiere a los ocho años que le tomó a Randol Schoenberg poder restituir las obras de Klimt a la heredera en vida de Adele, María Bloch-Bauer.

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