Vargas Llosa y "Piedra de toque", 50 años de análisis de actualidad

Círculo
/ 29 septiembre 2015

    "Piedra de toque" es el sobretítulo que Vargas Llosa decidió otorgar a los artículos sobre la actualidad que publica en periódicos del mundo iberoamericano.

    Madrid, España.- "Muchos de mis libros yo no hubiera podido escribirlos sin el periodismo". Así se expresó hoy en Madrid el Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa. El periodismo ha sido "una actividad fundamental que ha alimentado en buena parte mi obra literaria", aseguró. "El periódico es una fuente extraordinaria de temas".

    Parte de esa actividad fundamental del autor de "Conversación en La Catedral" llega ahora a las librerías en forma de antología. Vargas Llosa presentó hoy en Madrid "Piedra de toque (1962-2012)", publicada por Círculo de Lectores con motivo de su 50 aniversario, que supone la edición completa de su escritura en los periódicos desde 1962.

    "Piedra de toque" es el sobretítulo que hace ya un tiempo Vargas Llosa decidió otorgar a los artículos sobre la actualidad que publica en periódicos del mundo iberoamericano. El nombre lo eligió cuando leyó en el diccionario que la piedra de toque es la que sirve para medir el valor de los metales. "Me gustó para medir el valor de las cosas de la actualidad", dijo hoy. Y se aplicó a ello.

    La obra es una recopilación de sus artículos de intervención, en los que ha analizado desde hace cinco décadas lo que ocurre en el mundo. Son más de 4,500 páginas, divididas en tres volúmenes, donde el orden cronológico utilizado permite seguir el desarrollo intelectual del peruano. Toda una autobiografía intelectual y política del Nobel de Literatura.

     En el primero de los volúmenes aparece un Vargas Llosa de izquierdas, que observa la revolución cubana o la descolonización de Argelia desde París. A partir de ahí se va notando el cambio ideológico del escritor, su ruptura con la izquierda, hasta llegar a las posiciones liberales que defiende en la actualidad. Pero en la obra también se aprecia su progresismo en temas sociales como el matrimonio homosexual, el aborto o la defensa de la legalización de las drogas, alejado del perfil conservador que tiene en lo económico.

    En los tres volúmenes hay, como no podía ser de otra manera, muchos artículos sobre la política peruana, incluido el momento en el que él mismo se presentó como candidato a la presidencia de su país. Los hay también sobre la política de España, un país en el que pasa mucho tiempo y que le ha otorgado la doble nacionalidad.

    Aparecen asimismo retratados casi todos los países latinoamericanos. Hay también lugar destacado para el análisis de los ejes de la política internacional y espacio para los retratos de personajes que han marcado la política de las últimas décadas: su admirada Margaret Thatcher, Václav Havel, Nelson Mandela, Barack Obama...

    "Cincuenta años de un discurso difícil de encontrar en literatura española y latinoamericana, tal vez sólo comparable con Ortega", según dijo su editor, Antoni Munné, que en palabras de Vargas Llosa "ha trabajado como un arqueólogo" para realizar esta antología con muchos artículos del peruano que hasta el momento jamás se habían publicado enun libro.

    Vargas Llosa inició su camino en el periodismo en Perú, siendo adolescente. "Era una actividad más bien romántica y bohemia y el periodista era un actor de la bohemia que por la noche salía a pecar, en el límite de lo decente e indecente", recordó hoy en la sede madrileña de Círculo de Lectores.

    "Yo he conocido un periodismo que es prácticamente el de la prehistoria", el de las pequeñas imprentas en las que un periódico se iba montando con tipos móviles, uno a uno, durante horas, para ser después impreso. Una época en la que la línea divisoria entre el periodismo y la literatura se desdibujaba en muchas ocasiones.

    Ahora, las cosas han cambiado. La tecnología ha dado un giro y el periodista se ha ido especializando. Pero el periodismo sigue siendo fundamental para alimentar el espíritu crítico de una sociedad. "No hay mejor manera de medir el grado de libertad de un país que consultando su prensa", manifestó el intelectual.

    La revolución tecnológica, con Internet a la cabeza, ha servido para afianzar esa libertad. Pero también ha traído consigo riesgos. "Ha creado una oportunidad para el embauque, las mentiras y las calumnias", dijo Vargas Llosa. "A veces se produce una confusión en la que es difícil saber dónde está la verdad".


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