¿Cómo se trata la menopausia de los hombres?

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Experimentan síntomas como depresión, insomnio, ansiedad, menor deseo y potencia sexual, deterioro de los huesos, sudoración nocturna, aumento de peso, etc
Decaimiento de andrógenos, menopausia masculina o andropausia son algunos de los nombres que recibe un problema cada vez más habitual en las consultas médicas, donde muchos pacientes en la cincuentena padecen un cúmulo de síntomas de envejecimiento común, que se debe a dos fenómenos: por una parte, a la pérdida de la hormona del crecimiento que cae progresivamente desde los 20 años; por otra, a la pérdida de testosterona, que se va perdiendo entre un 1 y un 2% por año a partir de los 30 años.
Por lo tanto, a partir de una mediana edad, muchos hombres se encuentran con que producen una cantidad de testosterona mucho menor. Al mismo tiempo, experimentan síntomas como depresión, insomnio, ansiedad, menor deseo y potencia sexual, deterioro de los huesos, sudoración nocturna, pérdida de la masa muscular, aumento de peso, fatiga o sequedad en la piel y el cabello.
Sin embargo la relación entre estos síntomas y la pérdida de testosterona aún no está totalmente probada, puesto que se conoce que varios factores afectan a una menor producción de la hormona, como haber padecido un cáncer de próstata o de testículos, así como otras complicaciones de salud o un estado de estrés.
A diferencia de lo que sucede con las mujeres, la disminución de hormonas en los hombres es un proceso paulatino, con pérdidas no tan elevadas y sin ciclos tan marcados. De hecho, un hombre octogenario podría producir espermatozoides, mientras que la menopausia en las mujeres hace que dejen de producir óvulos.
Según una encuesta estadounidense, solo un 10% de los hombres con los síntomas de la andropausia busca tratamiento, del que se encarga la medicina anti envejecimiento.
Las terapias de reposición de testosterona son cada vez más comunes y se basan en proveer de nuevas hormonas bioidénticas a los pacientes que, a diferencia de las sintéticas, no tienen efectos secundarios negativos y son metabolizadas con mayor facilidad.
Aunque estos tratamientos podrían estar ayudando a frenar los síntomas de la andropausia, siguen investigándose sus riesgos de producir cáncer de próstata. Por ello, antes de seguir una terapia más severa, los médicos suelen aconsejar cambios en el estilo de vida ante los primeros síntomas, como modificar la dieta o seguir un determinado ejercicio.