Disidentes enfatizan contrastes del Nobel en China

Círculo
/ 29 septiembre 2015

A través de diversos medios, en el gigante asiático se han dejado escuchar algunas voces críticas ante el premio Nobel de Literatura del escritor Mo Yan

Pekín. Aunque la reacción general en la potencia asiática ha sido de alegría y quizá reconciliación con un jurado que también dio en 1989 el Nobel de la Paz al Dalai Lama, algunas voces críticas con el régimen aprovecharon hoy el premio a Mo Yan para recordar a Liu Xiaobo, en prisión desde hace casi tres años.

A través de redes sociales como Twitter, algunos escritores y disidentes han mostrado cierto escepticismo hacia el premio de Mo, sobre todo con respecto a la utilización que de él podría hacer el Gobierno comunista.

"El Gobierno chino hará uso ilimitado del Nobel a Mo Yan", señaló el periodista y afamado crítico Michael Anti.

El artista y disidente Ai Weiwei denunció por su parte "la insensibilidad" de la Academia Sueca a la hora de conceder el premio a Mo mientras Liu permanece todavía encarcelado y su mujer, Liu Xia, está sometida a un régimen de arresto domiciliario sin que se conozcan cargos contra ella.

Mo Zhixu, escritor también próximo a los círculos disidentes, señaló por su parte que el Nobel de Literatura a Mo Yan puede ser positivo para la corriente contestataria con el régimen, ya que "conseguirá que la gente se acuerde de otros chinos que han recibido el premio (en alusión a Liu)".

Aunque Mo no se ha opuesto de forma explícita al régimen, tampoco se ha declarado afín a él, y en su narrativa -con grandes influencias del realismo mágico latinoamericano- subyacen audaces críticas contra algunos de los episodios más dramáticos de la historia china del último siglo.

Preguntado sobre qué opinaba sobre el debate que se ha creado en torno al premio, Mo dio las "gracias tanto a los defensores como a los detractores".

"Por fin he tenido la oportunidad de ser objeto de un caótico debate público, todo esto me ha brindado una excelente oportunidad de conocerme mejor a mí mismo, saber lo que debo corregir y en lo que debo insistir", destacó.

Mo, cuyo nombre es en realidad un seudónimo que significa "No hables", es el primer ciudadano con nacionalidad china en recibir un Nobel sin estar en la cárcel o en el exilio.

No obstante, él mismo ha asegurado en varias ocasiones que nunca ha dejado de decir en sus novelas "lo que cree que se debe decir", y sus defensores afirman que ha sabido tocar todos los temas a través de sus libros, incluso los más delicados, hasta el punto de que una de sus obras, Grandes pechos, amplias caderas fue retirada por la censura.

Mo, tal vez convertido a su pesar en escritor oficial de la potencia, se protege de la vorágine en su natal Shandong (noreste), donde, desde que supo que su nombre se encontraba en la lista de favoritos, ha retomado el silencio que le valió su seudónimo.

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