Monumento a líder de Azerbaiyán causa polémica en el DF

México, D.F..- Un monumento de bronce y mármol dedicado al ex presidente de Azerbaiyán Heydar Aliyev, que fue miembro del politburó soviético, gobernó de 1993 a 2003 y entregó el poder a su hijo, ha desatado una polémica en la Ciudad de México.

Sentado en una esquina del Paseo de la Reforma, entre los árboles, flores y museos de la elegante avenida de la capital mexicana, Aliyev parece ajeno al vendaval: intelectuales y vecinos piden que se retire el monumento por considerar que honra a un líder autoritario.

Turistas y curiosos no saben quién es. "Lo vi una vez que iba en el transporte y ahora me acerqué a leer la placa", dijo a dpa Alma Jiménez, una contadora de 35 años, que desconocía la controversia.

"Me parece bien que pongan monumentos de gente que no conocemos, para aprender. Lo que no me parece es que pongan a alguien que desate una polémica", afirmó.

En el bello espacio, con bancas, farolas y un mapa en mármol, se presenta a Aliyev, que murió en 2003 a los 80 años, como "un gran político y estadista, fundador de la moderna República de Azerbaiyán", impulsor de un "próspero desarrollo democrático" y un gran renacimiento económico".

No todos lo ven así. "Este dictador de Azerbaiyán representa una imagen negativa. Trabajó en la KGB (servicios secretos soviéticos), fue represor de los derechos humanos, se opuso a las reformas de Gorbachov", dijo a dpa el escritor y diplomático mexicano Homero Aridjis.

"Nosotros tenemos bestias negras en nuestra propia historia y en la época actual, con capos de la droga sanguinarios. No necesitamos importar infamia", agregó el ex presidente del PEN Club Internacional y ex embajador de México en Suiza, Holanda y la Unesco.

El espacio ajardinado fue inaugurado en agosto por el alcalde de izquierda de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, como parte de dos proyectos de recuperación de espacios públicos pagados por Azerbaiyán. La inconformidad ha ido creciendo desde entonces.

El gobierno de Azerbaiyán afirma que invirtió unos 80 a 90 millones de pesos (seis a siete millones de dólares) para trasladar la escultura desde su país, crear el Parque de la Amistad México-Azerbaiyán donde fue colocada y remodelar la Plaza Tlaxcoaque en el centro histórico.

Ahí se puso una placa, también polémica, en la que se califica de "genocidio" la matanza de más de 600 personas en la población de Jodyali en 1992 por parte de fuerzas armenias, en medio de una guerra entre los dos países por el disputado enclave de Nagorno-Karabaj.

El ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Edward Nalbandian, se reunió el lunes en Ciudad de México con su par mexicana, Patricia Espinosa, y le manifestó su "profundo malestar".

"El establecimiento de una estatua de una persona de este tipo no va a traer ningún honor a la Ciudad de México", cuestionó Nalbandian.

A su vez, para Azerbaiyán hay riesgo de un "conflicto diplomático" si la alcaldía cede a las críticas y retira el monumento de su ex presidente, que ocupó dos veces el cargo y antes, en tiempos soviéticos, fue durante dos décadas figura rectora como líder comunista del país.

Manuel Luna, secretario particular del embajador azerbaiyano, dijo a MVS Radio que se está ignorando el relevante papel que tuvo Aliyev después de la independencia de su país en 1991. Y además, señaló, hubo suficiente tiempo para discutir el proyecto y modificarlo y ya se ha firmado un convenio por 99 años.

Atrapado en la polémica, el gobierno de Ciudad de México, que concluye su gestión en diciembre, creó una comisión de tres especialistas para analizar el caso y buscar "ejes de solución".

Para Aridjis, el problema no se acabará hasta que se retire la estatua del Paseo de la Reforma. "Vamos a seguir hasta que la quiten", afirmó. "Es algo que parece pequeño pero tiene mucha importancia. Lo que están trayendo no es una estatua de Nelson Mandela".