La Mona Lisa aún sonríe

Círculo
/ 22 septiembre 2015

Prácticamente una vez al año surje alguna nueva teoría sobre esta famosa obra de arte.

Roma, Italia.- Desde hace siglos el rostro de la sonrisa misteriosa atrae a millones de observadores. La "Mona Lisa" es considerada, de hecho, "la" obra entre todas las obras. Desde siempre, "La Gioconda" -como se la llama en Italia- fue magnética, sobre todo para quienes buscan desentrañar su secreto y conmocionar al mundo del arte.

El último ejemplo de esta historia interminable fue el del italiano Silvano Vincenti, quien concluyó a partir de análisis digitales que el modelo para el cuadro fue un joven estudiante y amante del maestro del Renacimiento Leonardo da Vinci. El Museo del Louvre, en París, que alberga la famosa obra, describió esta versión como pura charlatanería.

Prácticamente una vez al año surje alguna nueva teoría sobre esta famosa obra de arte. Quizá a esta altura lo mejor fuera que la imagen cobrara vida, sacara la lengua a todos y gritara: "¡Déjenme en paz!". En este sentido pareció razonar Giorgio De Rienzo en el reconocido diario "Corriere della Sera", quien hace poco espetó al mundo del arte y a los amantes del arte: "Dejemos a la 'Mona Lisa' en paz y disfrutemos de su sonrisa". Para concluir inmediatamente después acerca de la última teoría que fue descartada hace rato por el historiador del arte Pietro Marani, uno de los mayores conocedores de Da Vinci en el mundo. Según dice, esa teoría "no resiste ningún análisis científico".

Vincenti dice que las letras L y S en sus ojos se refieren a Leonardo y a su alumno, cuyo nombre artístico era Salai. Éste ingresó en 1490 a los 16 años en el taller del maestro toscano y al parecer tuvo una relación muy especial con Leonardo da Vinci (1452-1519).

Los análisis digitales arrojaron además el extraño número 72 bajo el puente del fondo y otros símbolos cabalísticos como "testamento artístico, científico y esotérico" de Da Vinci. Para el museo parisino, que hace unos años volvió a estudiar detalladamente la obra, esto es un delirio: no hay números o letras escondidos. Y por las dudas, agregó: la "Mona Lisa" no es un hombre y Vincenti no es ningún experto.

Análisis digitales, rayos infrarrojos, cálculos de computadora completan en tanto las obras escritas sobre esta mujer que plantea tantas dudas y amplían los estantes con libros sobre "La Gioconda".

Si su sonrisa es seductora o inocente y por qué prácticamente todos la interpretan de forma distintas ya fue tratado más de una vez. Gracias a la tecnología, se estableció que la "Mona Lisa" era una mujer feliz. ¿Pero cuánto tiempo más podrá seguir en ese estado, con las manos enlazadas plácidamente sobre el regazo?

Y además está la cuestión de las cejas y las pestañas faltantes. ¿Está embarazada? ¿Tiene el colesterol alto? Un francés descubrió hace algunos años con una cámara de alta definición que Leonardo le había pintado cejas y pestañas. Esto sin embargo se contradice con lo que afirmaron otros expertos en arte, quienes dijeron que simplemente en tiempos de Leonardo era moda depilarse cejas y pestañas, como hoy día se estila con las axilas.

Sin embargo, en los hechos, las cejas parecen haber "desaparecido" porque el óleo de cinco siglos de antigüedad también "vive", se modifica y se "arruga".

Si Da Vinci inmortalizó en ella sus propios rasgos o los de su alumno-amante, si estaba embarazada o tenía colesterol alto, todas estas teorías siempre mantendrán vivo el misterio de la obra, así como Silvano Vincenti tendrá que lidiar con la fama de charlatán que le endilgaron en París. Los misterios que rodean el cuadro de 77 por 53 centímetros son al parecer demasiado atractivos, así como la pregunta de quién fue realmente retratada en él.

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