El testamento de la Décima Musa

Círculo
/ 23 septiembre 2015

El testamento del padre Lombeida, hallado en el AGN, indica que ella vendió su biblioteca voluntariamente. ¿Fue o no entonces perseguida por la Iglesia? Los sorjuanistas debaten.

México, D.F..- El verano pasado, Luis M. Villar, quien realiza una amplia biografía sobre sor Juana Inés de la Cruz en la Universidad de Dartmouth de Estados Unidos, tuvo una reunión con el bibliógrafo Ken Ward y él le dijo que en el Archivo General de la Nación de México había un documento importante sobre la llamada Décima Musa.

Ken Ward le explicó a Villar que, al buscar información sobre el padre José Lombeida, se topó accidentalmente con su testamento. Villar entonces acudió al archivo para cerciorarse de la existencia de éste. Lo copió y lo compartió con tres especialistas.

Pero sólo uno de ellos atendió el llamado, el mexicano Alejandro Soriano Vallés, quien acababa de publicar una ambiciosa biografía de la monja, titulado Sor Juana Inés de la Cruz. Doncella del Verbo, en la cual ahonda, entre varias otras cosas, en la veta religiosa de la llamada "Fénix de América".

En el testamento, fechado el 15 de julio de 1695, José Lombeida establece que "la madre Juana Inés de la Cruz" le entregó su biblioteca para que la vendiese. El dato fue revelador.

"Sabia que Alejandro sería muy preciso en la interpretación y no me equivoqué, él ha demostrado que sor Juana no fue la pobre víctima que nos han hecho creer. Y es que a la pobre sor Juana la han vulgarizado de una forma tan grotesca, la sacaron del convento y la desnudaron de su catolicismo. Soriano se está encargando de demostrar que a sor Juana no la persiguieron como todos los seguidores de Octavio Paz han sostenido desde que publicó "Las trampas de la fe", que para mí se debió llamar `Las trampas de una especulación'", explica Villar en entrevista.

De acuerdo con Villar, el testamento revela cómo Sor Juana decidió vender sus libros, lo que más amaba, para ayudar a los pobres y a todas las personas que padecían la hambruna y las enfermedades de su época.

Giro a la historia

"Siempre me pregunté cuál había sido el mecanismo que utilizó para vender sus libros, porque ella no podía salir del convento. Ahora sabemos que se los entregó a Lombeida. En el inciso número 20 de ese testamento, el padre apunta que aún le quedaban libros de la monja que ya había fallecido y se los entregaría al arzobispo Francisco de Aguiar y Seixas. Con este documento se da un giro de 180 grados a lo que hasta ahora se sabía de ella", dice Villar.

Para Jorge Traslosheros, especialista en la cultura jurídica y judicial novohispana, los estudios que se han hecho sobre sor Juana han estado en dos corrientes de interpretación historiográfica: la que la coloca en su contexto histórico y desde el feminismo actual.

"La eficacia de un trabajo en historia se mide por su capacidad de interpretar los documentos de una época dentro del contexto en el cual se desarrolla. En esto radica el debate que ha rodeado a la figura de sor Juana, porque algunos no han sabido hacerlo", dice.

En este sentido, agrega, si los estudios e interpretaciones de Soriano Vallés podrían levantar una nueva polémica es porque echa abajo la visión feminista y la visión de Paz.

"Ésta no es la primera vez que se pone en jaque la visión que se ha tenido sobre sor Juana. Antes se ha polemizado en torno a la figura sobre la mujer en el siglo XVII. Como especialista, puedo decir que era insostenible la visión de que la monja había sido perseguida porque no había sustentos historiográficos.

"Ahora sabemos que, ante la situación de crisis social, ella tuvo que tomar una decisión: deshacerse de lo que más amaba. Quizá sea difícil de comprender para nosotros, porque no concebimos la idea del sacrificio. La donación responde a la lógica de un religioso de la época. Es muy claro que fue una monja consecuente con su vocación", dice Jorge Traslosheros.

Alejandro Soriano Vallés explica que es cierto que hay dos posturas, pero sólo hay una verdad. Aunque el testamento no aparece en la "Doncella del Verbo", pues le fue entregado por Villar después de la publicación de su libro, refiere que el documento es una invitación a todos los especialistas para ahondar en la figura de Sor Juana y así dejar de lado los mitos que se han construido sobre ella, como el hecho de que sí fue silenciada y perseguida por la Iglesia.

"Lo que importa es lo que se puede demostrar y con el documento demuestro que sor Juana tenía una vocación religiosa y a eso se debió. Esto no es asunto personal, debemos discutir las ideas y demostrar las cosas. A mí generalmente me ignoran (los sorjuanistas en México), es como si no existiera, pero estamos ante documentos importantes así que no importa lo que yo diga, no importa si les interesa mi interpretación. En todas las disciplinas hay versiones que se confrontan, de ahí surge la verdad. Así que no se debería ignorar, sino discutir con respeto".

La otra visión sorjuanista

Para Sara Poot-Herrera, doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México y profesora del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de California, en Santa Barbara, autora de "Los guardaditos de Sor Juana" (UNAM, 1999), la monja sigue levantando pasiones.

Según Poot, el testamento del padre José Lombeida brinda información sobre cómo sor Juana entregó sus libros. "Las interpretaciones no se pueden tirar al cesto de la basura, pero para mí, aunque ya sabemos el cómo, el documento no responde al porqué donó sus libros. Pero claro que es un avance para la reconstrucción del momento, qué maravilla que nosotros estemos viviendo esto, seguramente a Paz y Antonio Alatorre les hubiera gustado ver esto.

"Es muy posible que las cosas hayan pasado como dicen Lombeida, pero no podemos dejar de lado que hablamos de una mujer con libertad de pensamiento, que fue el genio de su época, que sí tuvo problemas porque es verdad que algunos se fueron contra ella después de publicar la "Carta atenagórica"; por qué entregó sus libros. Imaginemos que ahora nos dicen que debemos renunciar a lo que amamos, pues lo hacemos, pero una razón habrá", dijo.

El doctor José Pascual Buxó, quien acaba de publicar "Sor Juana Inés de la Cruz. El sentido y la Letra", en el que reúne sus más recientes ensayos sobre la "Décima Musa", sostiene que los estudios de Soriano Vallés, en la "Doncella del Verbo", responde a la defensa de una visión católica y asegura que la persecución a sor Juana no es un hecho sino sólo una especulación.

"Conocí otros trabajos suyos, para mí él es una persona de gran preparación y de indudable capacidad, pero tiene, frente a la actitud de otros, yo entre ellos, una especie de tarea de rescatar el buen nombre de la Iglesia novohispana frente al problema final de Sor Juana Inés de la Cruz; es una especie de panegirista de la Iglesia mexicana. Por tanto sus puntos de vista están condicionados por esa actitud", dijo.

EL UNIVERSAL buscó la opinión de otros renombrados sorjuanistas para preguntar su interpretación del documento, pero no se obtuvo respuesta. Algunos estudiosos advirtieron que podrán emitir una opinión hasta haber revisado el documento que hoy abre un nuevo debate sobre la Décima Musa.

Documento que es "oro molido

"Declaro que la madre Juana Inés de la Cruz religiosa que fue del convento del glorioso doctor San Jerónimo ya difunta me entregó distintos libros para que los vendiese, y habiendo fallecido dicha religiosa en virtud de mandato del Ilustrísimo señor arzobispo desta diócesis continué en la dicha venta y su procedido lo he ido entregando a su Señoría Ilustrísima y los que han quedado en ser están en mi poder ordeno y mando se entregue a dicho señor arzobispo", comentó el padre Lombeida el 15 de julio de 1695.

"(Soriano) tiene una especie de tarea de rescatar el buen nombre de la Iglesia novohispana frente al problema final de Sor Juana; es una especie de panegirista de la Iglesia mexicana. Sus puntos de vista están condicionados por esa actitud", dijo José Pascual Buxó, sorjuanista.

"Con el documento demuestro que sor Juana tenía una vocación religiosa y a eso se debió. Estamos ante documentos importantes así que no importa lo que yo diga".
Alejandro Soriano, investigador.

"Hablamos de una mujer con libertad de pensamiento, que fue el genio de su época, que sí tuvo problemas porque es verdad que algunos se fueron contra ella tras publicar la Carta atenagórica".

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