La obra de un escritor termina con la muerte: Carlos Fuentes

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"Sabíamos que el PRI era corrupto, ahora sabemos que el PAN y el PRD también lo son. Por lo menos el PRI tenía experiencia para gobernar", expresó Fuentes
México, D.F..- "Hay más periodistas que lectores", comenta con sorna Carlos Fuentes en el auditorio de la librería Gandhi, donde se prepara para firmar libros. No sabe que los lectores aguardan afuera, en una larga fila que rodea al edificio y se pierde en la oscuridad de las calles empedradas del barrio de Chimalistac.
Más de 500 personas aguardaban el miércoles por la tarde su turno para ingresar, en su mayoría jóvenes, que no han vivido la época del "boom" de la literatura latinoamericana, pero saben que es el escritor más importante de México, un eterno candidato al Nobel, aunque ningún periodista tocará el tema.
Las cámaras de televisión y los flashes de fotografía arrinconan al autor de "La región más transparente", pero durante la rueda de prensa la mayoría de las preguntas de los reporteros aborda temas políticos: el narcotráfico, el gobierno del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), la corrupción, la violencia.
"Sabíamos que el PRI era corrupto, ahora sabemos que el PAN y el PRD (Partido de la Revolución Democrática, en la oposición) también lo son. Por lo menos el PRI tenía experiencia para gobernar", dice mientras hace un balance poco optimista de la situación política de México.
- ¿Puedo hacerle una pregunta sobre literatura? Hay escritores que escriben libros y los publican, y hay otros que escriben con el plan de desarrollar una obra completa. Usted es de estos. ¿Cuándo concluye ese plazo?
- "En la muerte. Espero escribir hasta el final, no tengo otra cosa que hacer. Una obra no se completa nunca. Balzac no completó la suya, por qué la voy a completar yo. Siempre se quedan cosas en el tintero".
La pregunta clásica no se deja esperar, cuando un reportero le recuerda que "los libros son como los hijos", y le pide que escoja su obra preferida. "No puedo, porque todos son iguales para mí. Algunos son tuertos, otros son altos, otros son bajitos... no importa porque todos son mis hijos, los quiero a todos".
Minutos antes le habían preguntado si su amor por el cine, compartido con Gabriel García Márquez, había influenciado su narrativa: "¿No ha sentido la falta de la imagen al escribir? ¿Es suficiente la metáfora poética de la escritura?".
Responde taxativamente: "Me gusta mucho el cine, conozco bien la época de la década de 1930 a 1950, pero pienso que la literatura se basta a sí misma; la imagen literaria es más poderosa que la del cine, porque le permite al lector imaginar, en tanto que en el cine el espectador está condenado a ver lo que está en la pantalla".
Y agrega: "Salvo un director como (Luis) Buñuel que tiene a los actores mirando fuera de la pantalla todo el tiempo. Es decir, hay un mundo fuera de la pantalla". ¿Qué es lo que más recuerda de su amigo Buñuel?: "Su amistad, su calor humano, su gracia", responde.
Fuentes pasa solamente una parte del tiempo en México. Su siguiente destino es Canadá, donde viajará "con veinte abrigos", invitado por la barra de abogados de ese país. Fuentes recuerda que fue Alfonso Reyes quien lo indujo a estudiar leyes: "Me dijo que todos somos una tacita de café caliente, y si no la tomas por el asa te quemas las manos. El asa se llama 'señor licenciado'".
¿Se siente un hombre moderno?, le pregunta una periodista, a lo que el escritor responde: "Me siento antiquísimo, me siento del imperio romano".
¿Sobrevivirá el libro? ¿Cómo siente a los mexicanos jóvenes? ¿Qué opina de la carrera presidencial? ¿Cuál es su diagnóstico de la política mexicana? ¿Habrá una tercera guerra mundial? Las preguntas fluyen una tras otra, algunas las ha escuchado miles de veces. ¿Cuál es su próxima obra, qué está escribiendo ahora? "De eso no hablo, porque sino no lo hago".
Cuando las preguntas comienzan a repetirse Fuentes se impacienta y pide que entren los lectores, pero entre los periodistas hay quienes también tienen libros para la firma. Un periodista le extiende un ejemplar de "Todas las familias felices", ese extraño libro de relatos sobre personajes que incluye "coros" escritos como poemas.
"¿Para quién?", pregunta. "Para Bolivia", responde el periodista. A su lado, la representante de la Editorial Santillana comenta: "¿Para todo el país...?". Mientras, Fuentes dibuja una mapa de América del Sur y ubica exactamente a Bolivia en el corazón del continente: "¿Le gusta mi mapa?", dice al devolver el libro.