Los horizontes de la nueva arquitectura en México

Círculo
/ 23 septiembre 2015

Un libro con datos, valoraciones e imágenes representativas, del investigador Gustavo López Padilla, pretende acerar al lector a las creaciones de las últimas dos décadas en México.

México, D.F..- Vanguardia, sustentabilidad, disponibilidad tecnológica e integración de diversas expresiones culturales son elementos que caracterizan las tendencias arquitectónicas experimentadas en México a lo largo de las últimas dos décadas.

Al menos así lo describe Gustavo López Padilla en su libro Nueva arquitectura mexicana. Tendencia entre siglos. Una obra que mediante datos, valoraciones puntuales e imágenes representativas, pretende aproximar al lector "al mundo de las ideas que han dado cuerpo y sentido a las realizaciones arquitectónicas en el país, principalmente aquellas que forman parte de la transición entre los siglos XX y XXI", dice en entrevista.

Editado por la Editorial Designio, el volumen de 175 páginas documenta entre las condiciones generales que identifican a la arquitectura mexicana actual, la variedad y aceptación de las nuevas tendencias arquitectónicas, un notable cambio generacional, la importante producción y diversidad de la disciplina surgida en diferentes puntos del país, así como la revisión de nuevos horizontes a partir del uso de las nuevas tecnologías y la globalización.

Según el profesor e investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, entre las principales tendencias arquitectónicas que se han experimentado en México durante las últimas dos décadas, destacan 11, que van desde el racionalismo hasta las estructuras más complejas y abstractas.

Una de las tendencias que sigue vigente en el espacio urbano es el racionalismo. "Aquel que busca la sencillez y sobriedad, tendiendo a la abstracción", explica López Padilla. En esta tendencia se enmarca el conjunto Corporativo Arcos Bosques, obra monumental de Teodoro González de León, J. Francisco Serrano y Carlos Tejeda. Constituido por dos edificios de 35 niveles y dos cuartos bajos de seis niveles, el edificio ubicado en Bosques de las Lomas se ha convertido en referencia urbana para el colectivo de quienes lo habitan.

Dentro de esta misma tendencia hay otros edificios que buscan calidades formales un poco más complejas, "de mayor fuerza expresiva, mostrando juegos volumétricos y de claroscuros, mediante la utilización de parteluces y dobles fachadas, con la idea adicional de consumir menos energía". López Padilla nombra entre ellos el Corporativo las Flores (2002), de Haume Varón, Abraham Metta y Alex Metta. En esta vertiente arquitectónica está también el Hotel Hilton, antes Sheraton en el Centro Histórico y la Torre Reforma 115.

Universo minimalista

Muros ciegos, fachadas de cristal transparentes, esmeraldas o de colores; bosques de cristal, diversas superficies metálicas, tubos de concreto, piedras naturales como el ónix o el adobe son algunos elementos arquitectónicos que distinguen a la variante minimalista, cuya aparición en México se debe al trabajo de Luis Barragán y a las experiencias plásticas de Mathias Goeritz, según el también arquitecto López Padilla.

En este universo minimalista que busca la serenidad se encuentran el Hotel Habita (2000), ubicado en Presidente Masaryk en la colonia Polanco, obra del prestigiado arquitecto Enrique Norten y su colega Bernardo Gómez Pimienta. Según López Padilla, la Escuela de Artes Plásticas, de Mauricio Rocha Iturbide, en Oaxaca, es también un edificio minimalista.

Las edificaciones "high tech"

Pero hay una tendencia, explica López Padilla, que a pesar de que propone una máxima flexibilidad espacial, ha tenido poca aceptación en México por la atmósfera fría y agresiva que transmite. Es la "high tech", cuya obra representativa puede ser la Biblioteca Vasconcelos (2006) -obra de Alberto Kalach, Gustavo Lipkau, Juan Palomar y Tonatiuh Martínez-, recinto que constituye un nuevo centro de convivencia, estudio y desarrollo cultural, en los límites del centro y la zona norte de la ciudad. Otros edificios de esa tendencia son la Torre de Ingeniería de la UNAM, las estaciones del Metro a lo largo de la línea A (Buenavista-San Lazaro) y la Escuela Nacional de Teatro, obra de Enrique Norten y González Pimienta.

Obras modernas tradicionales

Existe también una tendencia a interpretar las variantes modernas tradicionales. El ejemplo clave de esta tendencia es la Casa Quinto Sol, obra de Diego Villaseñor, que hace una interpretación contemporánea de las formas de vida y constructivas correspondientes a los pueblos enraizados en la zona costera del Pacífico, en Guerrero. Troncos de madera, cubiertas vegetales y muros gruesos encalados con toques de color, le dan sentido y carácter a esta obra, enclavada en Punta Ixtapa, Zihuatanejo.

El respeto a la naturaleza

Llama la atención, dice López Padilla, la vertiente denominada orgánica. Aquella que tiene presente a la naturaleza y todo lo que ella significa. Considera como obra representativa el taller de proyectos del arquitecto Agustín Hernández, en Bosques de las Lomas: "obra que hace una reinterpretación geométrica de la naturaleza". Así como la Casa Tiburón, de Javier Senosiain, ubicada en Naucalpan, cuyo contenido se basa en la geometría zoomórfica.

Ejemplos posmodernos

Durante los 70, explica el autor, se hablaba de la arquitectura posmoderna con desdén y horror, pero han pasado 40 años y esta arquitectura sigue teniendo fuerte presencia en un buen número de obras que se construyen a diario. Entre los emblemáticos se encuentra la ampliación de las oficinas centrales del Banco Nacional de México (1989), de Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky y José María Larios, la cual combina referencias arquitectónicas preexistes y actuales.

En la arquitectura mexicana actual, explica López Padilla, existe también un predominio de la conceptualización estructural.

Aquellos edificios colgados, resueltos a partir de un núcleo rígido, generalmente ubicado en la parte central de la planta de esos edificios, por donde además corren verticalmente escaleras y elevadores necesarios.

Existen, hasta hora, dos ejemplos claros en la ciudad de México. Se trata del Edificio Celenase Mexicana -ahora Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)-, ubicado al sur de la ciudad, un proyecto del arquitecto Ricardo Legorreta; y el edificio de Seguros Monterrey, de Enrique de la Mora y Palomar, en la colonia Roma.

Construcciones complejas y de reuso

Hay otras que el autor denomina edificios de arquitecturas complejas, de los pocos ejemplos está la casa de arquitecto González de León, en la colonia Condesa.

López Padilla clasifica además algunos recintos de valor patrimonial que se han transformado en edificios de servicios públicos, culturales, oficinas privadas o comercios. Ejemplo del "reciclamiento industrial" es la Plaza Loreto, que de ser una fábrica de papel pasó a centro comercial; así como el Parque Fundidora en Monterrey.

Pero también hay una "reutilización" de edificios con carga histórica que ahora se combinan con expresiones modernas de diseño. En esa tendencia están el Museo José Luis Cuevas, alojado afuera del Claustro del Convento Santa Inés, un edificio del siglo XVII.

El investigador no deja de lado la arquitectura de paisaje, cuya tradición en México se remite a la época prehispánica, con los jardines del Emperador Moctezuma, en Tenochtitlan. En esa variante está la intervención paisajista temporal de Jerónimo Hagerman "Aquí y ahora. Jardín Radial", en Mesones y Regina, en el Centro Histórico.

Sin duda son obras que llevan poco tiempo en la memoria colectiva y muchas veces poco conocidas, pero según López Padilla, debe ser la sociedad quien determine el valor de las obras y ayudar a sus representantes a conservarlas, ya que las instituciones encargadas no tienen los instrumentos legales necesarios para su conservación. "Quien debe regular la arquitectura moderna es el INBA y no tiene los instrumentos legales para la conservación, se ven rebasados por la dinámica de la ciudad y de la economía".

La nueva generación de talentos mexicanos

* Javier Muñoz Menéndez. Hizo el proyecto de la nueva sede de la Cámara de Diputados; en 2006 ganó la medalla de la IX Bienal de Arquitectura Mexicana, con el proyecto de oficinas para la PGJ de Yucatán, diseñado en 2005

* Michael Rojkind. En 2009 ganó el concurso para diseñar la nueva sede del Museo Rufino Tamayo, que se ubicará en Atizapán, Edomex

* Destacables. El grupo de arquitectos conformado por César Pérez Becerril, Martín Guzmán y Taul Pema Arias, ganadores del concurso para el diseño del Arco Bicentenario, que se ubicará en Avenida Reforma

Notables. Javier Sánchez, Roberto Lezcano, Lorenia Castillo, Rubén Lechuga y Lorenzo Farfán diseñaron el conjunto de departamentos Amsterdam y Popocatépetl, en la Condesa, en 1999

La UNAM pone al día su guía de sitios

Como una invitación a reconocer la arquitectura que enmarca distintos edificios en las diferentes sedes de la Universidad Nacional Autónoma de México, se publica la segunda edición del libro UNAM México. Guía de sitios y espacios, el cual es obra del arquitecto y maestro emérito Juan Benito Artigas Hernández.

El investigador, quien es especialista en las arquitecturas moderna e histórica, ha tenido siempre la preocupación de difundir los valores que encierra esta disciplina.

"Para hablar con conocimiento de las cosas, hay que ir a ver las emociones que los espacios te producen y luego aprender a transmitir eso. Sería muy egoísta tumbarte en la hamaca nada más para disfrutar lo que has visto sin comunicarlo. Carecemos de esa cultura de transmisión del valor de la arquitectura", dice el especialista, quien durante 45 años ha sido maestro de esta disciplina.

UNAM México. Guía de sitios y espacios dedica en la nueva edición un capítulo al reconocimiento otorgado a Ciudad Universitaria, por parte de la Unesco, como Patrimonio Mundial de la Humanidad, en 2007.

Además, ofrece un DVD con una visita guiada de Artigas al campus central de Ciudad Universitaria.

Recorrido de la mano de Artigas

El investigador inició en 1985 su exploración en torno de la riqueza arquitectónica de las diversas edificaciones. "Busqué qué había y no había nada sobre arquitectura de la Universidad, más que un trabajo que habían hecho los ingenieros sobre el palacio de Minería, había libros de historia, pero no de arquitectura; entonces dije hay que hacer algo".

Fue de esa forma como inició la serie de recorridos desde los edificios de la UNAM en el Centro Histórico de la ciudad, con espacios como la Escuela Nacional de Medicina, San Ildefonso, la Casa de Mascarones, el Colegio de Minería, entre otros. Luego en la propia Ciudad Universitaria y finalmente el Espacio Escultórico, una de sus áreas más innovadoras por los aportes del conjunto.

"Este libro es la conjunción de muchos años de trabajo en muchos ambientes, un corpus de lo que pude vivir en relación con los edificios de la Universidad", dice.

La obra combina planos, fotografías, vistas generales de los edificios, con datos sobre los arquitectos realizadores y la forma como se ejecutaron los proyectos. Lamentablemente no se incluye en esta nueva edición una obra como el Museo Universitario de Arte Contemporáneo.

"La Ciudad Universitaria, que es el tema fundamental, se conserva yo considero en 80% con respecto de cuando se hizo, por lo menos exteriormente, tal vez en el interior hayan cambiado los sistemas, la tecnología se ha modificado, todo ha tenido que cambiarse. Originalmente se pensaba en 30 mil estudiantes para la Universidad y ya son más de 300 mil, con los otros locales en la ciudad y en el país. Para lo que hemos cambiado el país y nosotros la ciudad Universitaria no ha cambiado tanto", comenta.

El investigador destaca que uno de los grandes elementos de la historia de este recinto es que, desde 1954, "nuestra Ciudad Universitaria nunca ha estado vacía. Siempre ha estado llena de juventud, con muchachos llenos de energía. Es indiscutiblemente una obra grandiosa de la cultura de México".

Para Artigas, la declaratoria de la Unesco pone a la UNAM y a esta arquitectura en primer plano internacionalmente, aunque no quiere decir que fuera desconocida.

Recalca que la decisión de nombrar a Ciudad Universitaria fue unánime, lo que "quiere decir que se conocía su importancia, que la promoción estuvo muy bien hecha. La declaratoria da la posibilidad de tener mayor conciencia sobre su importancia.

El libro UNAM México. Guía de sitios y espacios se presentará este lunes 9 de mayo a las 12 horas en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura. En el evento participarán junto al autor, Roberto Moctezuma y Sealtiel Alatriste.

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