Los menonitas, motor del campo en el desierto de México

Chihuahua, Chihuahua.- La comunidad menonita del estado mexicano de Chihuahua, donde residen 40,000 integrantes de este ortodoxo grupo cristiano, es el motor de la agricultura y la ganadería en una desértica región azotada por la violencia del crimen organizado.

Con una vida centrada en el campo, los menonitas han convertido los terrenos semidesérticos de Chihuahua en productivos cultivos de maíz, frijol (judía), avena y trigo, y transformado esta norteña región en una de las cuencas lecheras más importantes de México.

Este grupo cristiano conservador, que llegó a México procedente de Canadá en 1922 tras un periplo por Rusia, Holanda y Alemania, ha logrado con su exploración de pozos a profundidad obtener cultivos de riego que han posibilitado cosechas superiores a las 300,000 toneladas de maíz.

Además, son los principales productores de avena de México, mientras mantienen grandes superficies para la siembra del frijol y han comenzado a producir manzanas intensamente.

Pero uno de sus productos estrella, conocido en todo México, es el queso "menonita" o queso "chihuahua", del que se fabrican 70,000 kilos diarios que se venden en toda la república.

Según el menonita Abram Siemens, la fabricación de queso se desarrolló rápido para procesar la gran producción lechera, que actualmente alcanza los 400,000 litros de leche diaria.

Los colonos menonitas han creado, asimismo, grandes complejos industriales, llamados "macroqueserías", donde se ha mejorado la producción de lácteos con el desarrollo genético de la ganadería y la inclusión de razas de Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda.

Lisa Wolf, responsable del Museo y Centro Cultural Menonita de Ciudad Cuauhtémoc, en Chihuahua, explicó a Efe que la actividad de los menonitas da empleo a unas 20,000 personas en este estado, la mayoría de las cuales se dedica a la agricultura y a la producción lechera, pero también han comenzado a crear una fuerte industria metal mecánica, de maquinaria agrícola y del mueble.

La comunidad cuenta con industrias en un corredor de 50 kilómetros que une las ciudades de Cuauhtémoc con Alvaro Obregón y que ha consolidado el auge económico de estas poblaciones, insertadas en un estado donde el pasado año se registraron más de 4.000 asesinatos, de los 15,000 cometidos en todo México por el crimen organizado.

Mientras, este grupo cristiano, que alcanza los 70.000 individuos en todo México, mantiene sus costumbres como hace más de 200 años y cuenta con autorización del Gobierno para permanecer alejado del servicio militar, practicar su religión y tener potestad por educar a sus hijos.

Sin luz eléctrica, televisión o radio, sus hogares transportan a los inicios del pasado siglo, aunque los grupos más liberales han comenzado a usar vehículos a motor o a enviar a sus hijos a las universidades.

"Mantienen una cultura muy arraigada en la tierra", declaró la chef Patricia Quintana, impulsora de la ruta "Saboresy Aromas de México" que este año, en su recorrido por Chihuahua, visitó las comunidades menonitas del estado.

Los menonitas mexicanos, que procedían de Estados Unidos y Canadá, buscaban tierras más baratas y un mayor respeto a sus hábitos, algo que consiguieron del entonces presidente mexicano, el general Alvaro Obregón.

Entre sí hablan un dialecto del alemán denominado "plautdietsh", cuyo significado es "alemán bajo", aunque en las escuelas se estudia el idioma oficial de Alemania, algo de inglés y español.

Lo normal, según Lisa Wolf, es que los niños concluyan la escuela a los doce años, momento en el que pasan a ayudar a sus padres en las tareas del campo o bien en sus industrias.

En la actualidad la comunidad menonita de Chihuahua ha enviado a una treintena de estudiantes a cursar estudios universitarios en el propio estado, en Alemania o Canadá para realizar carreras como medicina, odontología o administración de empresas, añadió Wolf.