Interviú: Azotes políticos y desnudos que hicieron época

Círculo
/ 23 septiembre 2015

Actualmente el semanario mantiene su estatus, es una referencia informativa y cada semana muestra en sus páginas a algunas de las mujeres más deseadas de España.

Madrid. Hace 35 años Interviú publicó su primer número, eran los últimos coletazos de la dictadura y España empezaba a abrirse al mundo. Por eso, por su forma de hacer periodismo y por mostrar a chicas desnudas (algo impensable en aquellas épocas), fue considerada transgresora y precursora del llamado "destape". Actualmente el semanario mantiene su estatus, es una referencia informativa y cada semana muestra en sus páginas a algunas de las mujeres más deseadas de España.

Alberto Pozas, director de la revista, recibió a MILENIO en las instalaciones de Interviú en Madrid. En su oficina destaca una enorme foto de una de las portadas más vendidas en la historia de la publicación: la de la actriz y cantante Marisol, ícono de la cultura popular española, totalmente desnuda.

¡Ya van 35 años, se dice fácil.!

Sí, sí, se dice pronto. En un medio de comunicación con esta crisis durar tanto tiempo es un éxito.

Sería injusto decir que Interviú es simplemente una revista que muestra mujeres desnudas, ¿no?

Muy injusto, porque nosotros somos una fórmula de reporterismo de denuncia con portadas eróticas. Pero al final no somos una revista masculina, éstas tienen normalmente un diez por ciento de lectoras. Todas las semanas leen Interviú 275 mil mujeres, que representan 31.5 por ciento de nuestros lectores. No, no somos una revista masculina, ni mucho menos.

¿El nacimiento de Interviú tuvo como fin competir con Playboy?

No, la revista nace en la cabeza de Antonio Asensio Pizarro, el fundador, porque vio en esos momentos un hueco, unas ansias de libertad, que no estaban cubiertas por ningún otro medio. Acababa de nacer El País, un periódico enfocado a la política, él creyó que había un hueco para la denuncia ciudadana y para ese aperturismo en el destape, que entonces no existía, entonces fue como creo Interviú, pero sin necesidad de fijarse en nadie. Playboy es más marginal, al menos aquí en España, no sé en otros países cómo sea. No es nuestra competencia.

Interviú ha destapado algunos de los mayores casos de corrupción, ha sido el azote de los corruptos.

Históricamente, durante los 35 años, desde el primer número hasta estos últimos con el caso Gürtel (la mayor trama corrupta tras el restablecimiento de la democracia en el país y que involucra a varios políticos del derechista Partido Popular). La policía nos ha contado que se reían mucho cuando les tenían (a los involucrados en la trama) pinchados (intervenidos) los teléfonos y uno a otro se decía: "Oye, hemos perdido el ochenta por ciento de nuestro negocio por culpa de Interviú, por los reportajes que han publicado".

Si en algo también ha destacado la revista es por sus buenas plumas.

Ha sido una seña de identidad. Camilo José Cela (Premio Nobel), Arturo Pérez Reverte, Manuel Vázquez Montalbán, una nómina interminable. Ahora, con el paso del tiempo, cada vez hay menos espacio, pero intentamos mantener un buen nivel. Estamos abriendo la revista con Andreu Buenafuente, que yo creo que es una persona que pega muchísimo con los tiempos que corren, y cerramos, como hemos hecho históricamente, con la mejor pluma que tenemos y que es la de Juan José Millás.

¿Qué pasó con Joaquín Sabina?

Sabina estuvo, pero lo que pasa es que.es Sabina. Él decidía cuándo estaba y decidió cuándo no estaba. Así es el genio, yo siempre lo he tenido por un genio. Disfrutamos muchísimo con sus textos, pero un día vino el nuevo disco, la gira, estaba muy liado y dejó de escribir. Pero en cualquier momento podrá aparecer, eso lo decide él.

¿Cómo se eligen los temas que se van a publicar?

Nosotros somos un medio atípico. Nosotros solamente hacemos reporteril, no hacemos noticias, nosotros no miramos prácticamente la actualidad. Lo que buscamos es llamar la atención en el kiosco. La gente va a los kioscos y ve en los periódicos el mismo titular aunque de manera distinta. En Interviú no, en la revista ve otra cosa. Nuestro sistema de trabajo se basa en temas propios, que están permanentemente en marcha, no son temas que recojamos de otros medios. Además, tenemos una comunicación muy fluida con la calle, nuestro fundador decía que la fuerza de Interviú estaba en la gente calle y sigue pasando así. No te puedes imaginar la cantidad que hace la gente de la calle, y ver que hay un medio de comunicación que se preocupa por esas pequeñas cosas, en sus pueblos, en sus ciudades, les viene muy bien y a nosotros también, nos hace sentir muy cerca de ellos.

¿Cómo se seleccionan las chicas para la portada?

Hay una doble vía: la que nos llega y la que vamos a buscar nosotros. Generalmente estamos atentos a gente que tenga cierta relevancia social, bien sea por su presencia en las televisiones o por un oficio de actriz, así que vamos analizando quién puede ser una buena portada de Interviú y lo vamos proponiendo a unas y recibiendo a los representantes de otras que quieren ser portada porque les puede venir bien a su carrera. Aparecer en nuestra portada les da una notoriedad, pero ser portada de Interviú no lo aguanta todo el mundo, no cualquiera.

¿La mayoría de desnudos son en topless, se piensa recurrir definitivamente al desnudo integral?

Hemos hecho toda serie de pruebas, de hecho, la revista nace sin topless. Y voy más lejos: se hace sin que la mujer que sale en la portada, incluso vestida, tenga nombre. Después de 35 años seguimos buscando a la mujer que posó para nosotros por primera vez y no ha aparecido. También intentamos hacer una portada más suave, por si acaso la gente tenía cierto rechazo por llevar en la calle una revista con una mujer en topless. A mí el desnudo integral me parece un poco agresivo para estos tiempos. Hay gente que piensa que en 2011, aquí en España, Pedro Almodóvar no podría hacer las películas que hacía hace 20 años, aquellas osadías, porque esta sociedad ha ido modificando su percepción del desnudo femenino. Nos pasa a todos, no podemos ser demasiado agresivos porque la gente tampoco lo entendería.

¿Intervienes en el proceso de selección de la chica de portada?

Participo. He visto a varios de mis antecesores tomar ellos la decisión, yo intento no tomarla. Hacemos una reunión de seis o siete personas, ponemos en la pared varias fotografías del mismo reportaje, analizamos los pros y contras de cada una, y al final se vota. Pero no es un proceso rápido, se somete a debate.

He leído críticas respecto a que algunas chicas que han aparecido en la revista no lo merecen, como éstas de Gran Hermano, de los programas de telebasura.

Como cualquier crítica es injusta, hay que partir de eso. El año tiene 52 semanas, no hay tanta mujer de ese nivel que los puristas reclaman. De hecho, quieren mirarse en un espejo antiguo al decir que antes era Interviú otra cosa, pero invito a cualquiera de ellos para que buceen en nuestro archivo y vean que no, que antes era igual que hoy. Ahora son concursos televisivos y antes eran personajes totalmente desconocidos, aunque de vez en cuando salía esa portada que reclama la gente y que es la que se queda en la memoria colectiva. Pero entre esa portada y la siguiente a lo mejor pasaban tres meses en los que había portadas más normales.

¿Cuáles han sido las más vendidas, las más polémicas?

Las más vendidas siempre han estado, en la primera etapa, alrededor del mito, es decir, la portada de Marisol, en el número 16, y las portadas de Lola Flores. A los críticos les tengo que decir que las portadas que mejor funcionan en estos últimos diez años suelen ser las mujeres polémicas en la televisión, que funcionan excepcionalmente en el kiosco.

¿A quién te gustaría tener en la portada de Interviú?

Hay varias, pero hay que esperar el momento oportuno, lo mejor es no citarlas porque se gafan las cosas.

¿Una que se haya resistido?

No hay una que haya dicho un no rotundo, hay que buscarlas en el momento oportuno. Tú ves a una actriz que tiene tres series en la televisión española y te responde que no tiene tiempo, pero nunca te dejan la puerta cerrada.

¿Se paga bien por posar en Interviú?

Esto ha cambiado muchísimo. En la primera etapa los niveles de difusión eran altísimos y las diferencias que podrían provocar una portada y otra eran de mucho dinero. Ahora las cosas han cambiado y la repercusión económica es más limitada, estamos en crisis, el pago es moderado, pero sigue siendo suficiente como para que pueda ser atractivo para algunas.

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