La amistad de Reyes y Stols, en sus cartas

Círculo
/ 23 septiembre 2015

El diplomático Gabruiel Rosenzweig compila las misivas que intercambiaban el poeta mexicano y el tipógrafo holandés, lo cual demuestra la "universalidad" del regiomontano.

México, D.F..- Cuando Alfonso Reyes terminó de escribir su poemario "Romances del día de Enero", en 1932, durante su estancia como embajador de México en Río de Janeiro, quería que luciera una buena impresión, ya que, se dice, las ediciones de sus libros anteriores no le habían convencido. De manera oportuna y por sugerencia del escritor francés Valery Larbaud, el tipógrafo holandés Alexandre A. M. Stols le ofreció sus servicios. Lo que en ese momento comenzó como una relación de trabajo detonaría en una estrecha amistad.

Así lo demuestran los 87 documentos reunidos en el libro "Pasión por los libros". Reyes y Stols, correspondencia 1932-1959, que compila el diplomático mexicano Gabriel Rosenzweig.

Estos documentos, provenientes de la Capilla Alfonsina y del Archivo de A. A.M Stols, de la Biblioteca Pública de Haarlem, en los Países Bajos, constituyen, dice el compilador, una fuente valiosísima para reconstruir la trayectoria de Alfonso Reyes, conocer los contactos y amistades que estableció a través del tiempo tanto en nuestro país como en el extranjero, documentar el papel que jugó en la creación de instituciones como El Colegio de México y adentrarse en la vida intelectual del México de la primera mitad del siglo XX.

Gabriel Rosenzweig, quien desde septiembre de 2007 es jefe de Cancillería en la embajada en La Haya, explica vía correo electrónico desde Países Bajos, que aunque ya se han publicado correspondencias de Alfonso Reyes con amigos o colegas (alrededor de 50 epistolarios), ésta sería una de las primeras en relación con una persona ajena a la tradición cultural hispano americana, lo cual "refuerza la tesis de la universalidad de Reyes".

Además, señala Rosenzweig, el volumen de 315 páginas, editado por el Colegio Nacional, ofrece la oportunidad de conocer la forma en que Reyes preparó la publicación de sus poemarios, la importancia que le daba a la tipografía, a la selección del formato y el tipo de letra, su gusto por los libros ilustrados y hasta su lucha contra las erratas.

Por ejemplo, en la primera carta que Reyes le dirigía a Stols, además de que le agradecía su disposición por colaborar con la edición de sus "Romances del día de Enero", le enlista una serie de detalles que la impresión debía incluir: "Sueño con una impresión clara, sobra, simple y sólida, cuya elegancia emane de la calidad de los materiales y no de ornamentos indiferentes. No muy costosa, ya que los tiempos son difíciles; Necesito corregir yo mismo las pruebas dos veces; Las notas que figuran al final del poema, naturalmente con un tipo más pequeño que el del poema. ¿En cursiva, quizás?; Pido el mayor cuidado para los acentos y la puntuación".

Y en seguida le comenta que le compartirá "con mucha vergüenza" sus últimas plaquettes de Buenos Aires y Río, para mostrarle "el pobre resultado de sus esfuerzos con los obreros del libro en América del Sur... Siempre hacen, en el último momento, algo inesperado y siempre es una metedura de pata lamentable: en `Fuga de Navidad' esa portada que tiene el aire de un anuncio de perfumista; en `La saeta', esa extravagante idea de agrandar sin medida el margen superior. En la portada de `Horas de Burgos' omitieron simplemente el lugar de impresión y el bibliógrafo debe ir a buscarlos al final del volumen".

La correspondencia también es rica en datos para reconstruir la etapa final de la vida de Alfonso Reyes, señala el también miembro de carrera del servicio exterior mexicano desde 1986. Por ejemplo, las cartas y recados que Reyes envío a Stols entre el 2 de marzo de 1957 y el 23 de octubre de 1959 mencionan sus viajes a Monterrey, sus tareas como presidente de El Colegio Nacional de México, la preparación de sus Obras completas, así como de otros libros; sus planes editoriales, sus recurrentes problemas de salud y sus estancias en Cuernavaca en busca de alivio.

Otro de los aportes de esta publicación, que se presentará en México el otoño próximo, es que brinda al lector la oportunidad de leer un buen número de originales de Alfonso Reyes en francés. Rosenzweig presenta en el volumen 59 cartas escritas en ese idioma, cada una con su traducción.

Un tipógrafo holandés en México

Además, el volumen permite asomarse a las actividades que Alexandre A. M. Stols, considerado uno de los tipógrafos e impresores más prestigiosos de los Países Bajos de la primera mitad del siglo XX, desarrolló en México. Entre ellos como asesor del Fondo de Cultura Económica y la Dirección General de Publicaciones de la UNAM.

Su trabajo en el FCE incluyó el diseño tipográfico de varias obras, la sistematización de las normas para la elaboración de libros y la introducción de nuevas técnicas de impresión, hasta entonces poco usadas en México, como la del huecograbado. Con esa casa editorial participó en las ediciones de obras clásicas como "La democracia en América", de Alexis de Tocqueville o "Historia de Europa", de Henri Perenne.

En paralelo a estas actividades, Alexandre A. M. Stols se ocupó del diseño de los libros que Alfonso Reyes publicó durante sus últimos años de vida, entre ellos "Las burlas veras y Parentalia", el tomo de poesía de las Obras completas. Mientras trabajaba en la tipografía de "Al yunque y El convite", el poeta regiomontano falleció el 27 de diciembre de 1959 y como homenaje a su gran amigo, Stols publicó una nueva edición de "Ifigenia cruel", con la cual lanzó su colección mexicana Alción.

De acuerdo con Gabriel Rosenzweig, Alexandre Stols participó también en el grupo de trabajo que se encargó de la instalación de la Imprenta Universitaria en su nuevo edificio ubicado en CU, realizó recomendaciones en torno a la adquisición de la maquinaria y equipo para dicha imprenta y redactó un proyecto para crear el Museo Mexicano del Libro y el Instituto de Investigaciones Tipográficas.

Con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también colaboró en el diseño de libros, entre ellos Un palacio en la ciudad de los dioses (Teotihuacán), de Laurette Séjourné.

A pesar de que el compilador incluye al final del volumen una relación de libros mexicanos diseñados por Alexandre A.M. Stols, señala que poco se sabe de la labor que este prestigiado tipógrafo holandés desarrolló en México. "Hasta ahora nadie se había ocupado de escribir de manera específica sobre las actividades que desarrolló Stols durante el tiempo que vivió en México. La presentación de "Pasión por los libros" constituye un primer esfuerzo para llenar ese vacío", explica Rosenzweig, quien prepara un material sobre la historia de la traducción al neerlandés de la novela "La sombra del Caudillo", de Martín Luis Guzmán.

Una amistad sin fronteras

La relación del poeta y escritor regiomontano y Alexandre A. M. Stols se remonta a 1932, cuando a sugerencia del escritor francés Valery Larbaud, amigo de ambos, conocedor del gusto de Reyes por los libros bien impresos, sugirió a Stlos que le ofreciera sus servicios como tipógrafo y editor. La oferta le llegó a Reyes justo cuando terminaba su poemario "Romances del Río de Enero, por lo que aceptó de inmediato".

El resultado lo satisfizo plenamente, asegura Rosenzweig, al grado que decidió encargar a Stols la publicación de un segundo libro: "Minuta. Juego poético".

Pero el encuentro personal entre Reyes y Stols se dio hasta agosto de 1953, cuando el tipógrafo holandés pasó por México procedente de Ecuador. Sin embargo, la amistad entre ambos se consolidó a partir de 1956, una vez que Stols se instaló en la ciudad de México, en calidad de experto de la UNESCO en tipografía, con la misión de asesorar al FCE y a la Imprenta Universitaria.

A pesar de que Stols vivió mucho tiempo en México y mantuvo comunicación mediante correspondencia con Alfonso Reyes, según el compilador, se vieron muy poco por los problemas de salud de Reyes y a sus muchas ocupaciones. Sin embargo, afirma que Reyes fue la persona en México con quien Stols sintió mayor cercanía y a quien confió sus angustias.

Así lo demuestra una carta que enviaba el 13 de octubre de 1957 en la que Stols le expresa que se sentía "extremadamente solo en esta gran ciudad" y que no tenía "más que relaciones superficiales". A lo cual Reyes contestaría el 17 de octubre, que deseaba conversar largamente con él y le pedía unos días para reponerse de su salud.

"Pasión por los libros. Reyes y Stols", correspondencia 1932-1959, que se presentará el próximo otoño en México, en un acto que organizará la Capilla Alfonsina y el Colegio Nacional, incluye además una carta que Daniel Cosío Villegas dirige a Stols, en 1947, para brindarle un panorama de la actividad tipográfica en México en ese momento.

La correspondencia que mantenían los dos hombres amantes de los libros

Reyes y Stols cruzan estas cartas en 1958, cuando el poeta mexicano se encuentra en la preparación de sus Obras completas. En estas cartas también se hace referencia al proyecto de publicar la correspondencia de Reyes con Valery Larbaud, cuya publicación se dio tiempo después de la muerte del poeta regiomontano, en 1972.


Carta 1

México, 18 de mayo de 1958


Señor Doctor Don Alfonso Reyes
Benjamín Hill 122
México D.F


Querido Don Alfonso:

Ignorando su dirección en Cuernavaca, le envío estas líneas a su dirección habitual, para decirle que recibí una carta de la viuda de Valery Larbaud para decirme que se han localizado, en la Biblioteca Valery Larbaud de Vichy, nueve cartas que usted le envío.

Me alegra saber que se han conservado al menos una parte de sus cartas.

La viuda me pregunto si quiero copias o fotocopias. Le respondí que prefiero las segundas.

Se las enviare tan pronto como lleguen a México y, después, usted pondrá, naturalmente, decidir lo que quiera- En una carta anterior la señora Larbaud ya me había dado su consentimiento para publicar las cartas.

Usted se ha vuelto el "hombre invisible", y espero que no lo sea por motivos de salud. Mi mujer y yo esperamos tener el placer de verlos a su esposa y a usted una vez que estén aquí de nuevo.

Mientras tanto, le ruego que acepte, querido Don Alfonso junto con mis atentos saludos para ustedes, la expresión de mis mejores sentimientos.

Alexandre Stols


Carta 2

México, D.F., a 22 de mayo de 1958


Sr. A.A. M. Stols
Parque del Conde 17
México 19, D.F

Mi querido amigo:

Muchas gracias por su carta del 18 de mayo. Estoy en México. Pero, en efecto. Mi saludo va muy mal. Padezco unas extrañas asfixias, tal vez por cansancio cardíaco.

Me complace muchísimo saber que por lo menos hemos reconquistado 9 de mis cartas a Larbaud, y ya me dirá usted cuando le llegue las fotocopias.

He tenido muchísimo trabajo: he entregado el tomo VII de mis Obras completas al Fondo, y tengo cuatro más preparados. He tenido que proceder a una reorganización del trabajo de nuestro Colegio de México, etc. De aquí que me haya yo convertido, como usted dice, en el hombre invisible. Déjeme usted salir de este túnel, y volveremos a vernos.

Por mi esposa y por mí, los mejores saludos para ustedes dos y las dos manos de su amigo.

Alfonso Reyes

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