Herpes zóster, la "varicela" de los adultos
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Dolor, picor y finalmente una erupción dolorosa son algunas de sus señas de identidad. El herpes zóster puede darse en diferentes partes del cuerpo como el tronco, la cara o las extremidades.
Madrid, España.- El causante de esta patología es el virus varicela zóster, el mismo microorganismo que origina la varicela. "Después de padecer la varicela el virus queda acantonado en los ganglios paravertebrales. Debido a diversos factores, se reactiva y comienza a multiplicarse en dichos ganglios, migra por las terminaciones nerviosas y llega a la piel", explica Lola Sánchez Aguilar, presidenta de la asociación territorial gallega de la Academia Española de Dermatología.
"El virus se puede reactivar de forma espontánea o bien en relación con situaciones de estrés, fiebre, radioterapia o inmunosupresión", indica.
La reactivación del virus "depende en buena parte del estado inmunológico
del paciente", afirma Ignacio Sánchez-Carpintero, dermatólogo en la Clínica Ruber de Madrid y en la Clínica Dermatológica Internacional.
En situaciones de bajada de defensas el virus se reactiva y se desarrolla el herpes zóster, señala el facultativo. No obstante, dicha reactivación "se ve hasta en un 10% de la población sana, sin alteraciones inmunológicas", apunta.
"En la mayoría de los casos no se encuentran alteraciones analíticas que
expliquen dicha reactivación", añade.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, entre el 10% y el 20% de los casos de varicela, ésta va seguida años más tarde de herpes zóster.
"La mayor parte de los casos de herpes zóster se producen después de los cincuenta años de edad o en personas inmunodeprimidas", manifiesta este organismo.
"Todo paciente con herpes zóster ha pasado la varicela antes", aclara el doctor Sánchez-Carpintero.
La varicela se da con mayor frecuencia durante la infancia y, en algunas ocasiones, quienes la han padecido desarrollan un herpes zóster en la edad adulta.
No obstante, "se ha sugerido que los niños con herpes zóster y sin evidencia clínica de varicela previa hayan padecido la varicela intrauterinamente, contagiada por vía transplacentaria", señala el dermatólogo.
Por el contrario, "si un adulto que no esté inmunizado entra en contacto con el virus varicela zóster, padecerá una varicela", explica la doctora Sánchez Aguilar.
Para estar inmunizado contra este virus es necesario haber padecido la varicela o estar vacunado, indica la especialista.
CAPACIDAD DE CONTAGIO
El virus varicela zóster tiene distintas puertas por las que entrar en nuestro organismo. Puede hacerlo "por vía aérea, por contacto muco-cutáneo y perinatalmente", explica Sánchez-Carpintero.
"En el caso del herpes zóster, el contagio podría producirse por contacto con la piel, especialmente cuando el herpes tiene las vesículas y estas se rompen dejando escapar el líquido", señala.
Sin embargo, "en la práctica clínica es raro ver a familiares o personas que conviven desarrollar al mismo tiempo un herpes zóster. Por este motivo, se piensa que tiene escasa capacidad de contagio", puntualiza.
Aunqueun paciente con zóster podría contagiar más fácilmente a una persona que no haya estado en contacto con el virus. En tal caso, "esa persona desarrollaría la primoinfección, es decir, la varicela", sostiene el médico.
Generalmente la varicela viene acompañada por "fiebre, cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito", afirman los expertos del sitio web "dmedicina.com".
"Los síntomas comienzan entre diez y veintiún días después de la infección. El más característico es la aparición de manchas rojizas y planas, que van tomando relieve poco a poco hasta convertirse en ampollas o vesículas. Estas provocan un gran picor, se rompen con facilidad y forman unas costras que se desprenden y desaparecen en unas dos semanas", añaden.
El herpes zóster, por su parte, "comienza con una sensación de dolor, picor, hormigueo o hiperestesia", muestra la doctora Sánchez Aguilar.
 "Unos días más tarde, aparece una erupción dolorosa caracterizada por vesículas (pequeñas lesiones de contenido líquido claro) con una distribución lineal", afirma.
El herpes zoster "puede aparecer en cualquier localización", indica. Lo más frecuente es que se de en el tronco, pero también puede surgir en la cara, en los brazos y en las piernas, señala la dermatóloga.
Existen diversos fármacos eficaces en el tratamiento del herpes zóster, explica. Pero "es muy importante que el tratamiento se inicie de forma precoz, es decir, en las primeras setenta y dos horas desde la aparición de la primera vesícula", apunta.
Los medicamentos adecuados para combatir esta afección son los "antivíricos (aciclovir, famciclovir o valaciclovir), que disminuyen la duración de la enfermedad y el dolor. Asociados a analgésicos y antisépticos tópicos constituyen el tratamiento de elección", sostiene la especialista.
Sin embargo, "en personas mayores o inmunodeprimidas, el herpes zóster puede presentar diversas complicaciones como neuralgia, parálisis motora, hepatitis, neumonitis o menigoencefalitis", manifiesta.
Aunque lo que suele surgir con más frecuencia es una "neuralgia postherpética, es decir, dolor intenso en la zona donde se ha presentado la erupción. Esto puede persistir durante meses o incluso años y para algunos pacientes resulta muy incapacitante", asegura la doctora Sánchez Aguilar.
DESTACADOS:
* La varicela se da con mayor frecuencia durante la infancia y, en algunas ocasiones, quienes la han padecido desarrollan un herpes zóster en la edad adulta.
* "Se ha sugerido que los niños con herpes zóster y sin evidencia clínica de varicela previa hayan padecido la varicela intrauterinamente, contagiada por vía transplacentaria", señala Ignacio Sánchez-Carpintero, dermatólogo en la Clínica Ruber de Madrid y en la Clínica Dermatológica Internacional.
* "En personas mayores o inmunodeprimidas, el herpes zóster puede presentar diversas complicaciones como neuralgia, parálisis motora, hepatitis, neumonitis o menigoencefalitis", afirma Lola Sánchez Aguilar, presidenta de la asociación territorial gallega de la Academia Española de Dermatología.