Quítese el peso de las presiones emocionales
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El especialista francés en conocimiento personal Laurent Gounelle proporciona recursos para aliviar la carga de nuestras mochilas cargadas con problemas emocionales en su obra "No me iré sin decirte a dónde voy", un éxito de ventas.
Madrid, España.- Este thriller de suspense, misterio y amor, en clave de conocimiento personal, continúa la senda de la primera obra de Gounelle, ""El hombre que pudo ser feliz", una fábula que alcanzó la cifra de un millón de ventas en todo el mundo. Â
En "No me iré sin decirte a dónde voy" se narra la historia del joven norteamericano de origen francés Alan Greemor, insatisfecho de su existencia, que se intenta suicidar desde lo alto de la torre Eiffel una fría noche de invierno.
La figura de un misterioso individuo que, paradójicamente, insta a Greemor a saltar al vacío y que le propone numerosas pruebas de desarrollo personal como condición para echarle una mano en sus últimos minutos de vida contribuye a crear la intriga y el misterio de la novela, que no se desvelará hasta las últimas páginas.
El protagonista aúna en su personalidad todos nuestros miedos y frustraciones en una fábula sobre las mochilas emocionales, sobre cómo amar y dejarnos amar, sobre como vivir nuestra vida de modo positivo que le sirve al autor para proponer una invitación al cambio, al desarrollo y al crecimiento personal.
DE CENSOR DE CUENTAS A ENTRENADOR PERSONAL
Laurent Gounelle, que desde su infancia se había preparado para "el día de mañana" instado por sus mayores, descubrió, en la veintena, que ese momento había llegado cuando se licenció y encontró trabajo como censor jurado de cuentas. Pero no era feliz.
Al cumplir los treinta años abandonó su empresa y se dedicó a viajar por todo el mundo para conocer las distintas técnicas de conocimiento personal de la mano de los mejores especialistas y ahora, a sus 44 años, se dedica a escribir libros y a cuidar de su familia, su "máxima prioridad", según comenta en esta entrevista a Efe Reportajes.
EFE: ¿Usted no era feliz como censor jurado de cuentas, verdad?
Laurent Gounelle: En absoluto. Aprendí que era inútil esforzarme en ejercer un trabajo que no estaba hecho para mí. Nuestro desarrollo solo es posible cuando nuestras acciones cotidianas corresponden a nuestras aspiraciones más profundas, las que nos hacen vibrar y nos permiten expresar quienes somos, de acuerdo con nuestros valores. Si no se ama lo que se hace, no solo resulta difícil estar inspirado, sino que afecta a nuestro equilibrio personal.
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EFE: ¿Cómo le explicaría a una persona corriente qué es la Programación Neurolingúistica (PNL) que usted descubrió y que practica para ayudar a los demás y ayudarse a sí mismo?
LG: La PNL es una corriente de pensamiento incluida dentro de la psicología cognitiva que propone modelos de análisis y técnicas de intervención para ayudar a la gente a resolver sus problemas. Para mí, ha sido una apasionante puerta de entrada en el mundo de las ciencias humanas que me han aportado mucho. Actualmente, consagro mi tiempo principalmente a la filosofía.
EFE: "La felicidad no depende de los hechos externos, sino de nuestro interior", asegura en su libro". ¿Por qué no nos da pistas para conseguirlo?.
LG: La sociedad occidental intenta hacernos creer que nuestra bondad depende de los hechos externos que ella vende, esencialmente de orden material, o de nuestra capacidad para aceptar las normas que ella dicta: estar delgado o aparentar ser joven, por ejemplo. Sin embargo, la conquista de lo material nos esclaviza. La sociedad intenta que nos alienemos con un trabajo remunerado, aunque aburrido. Y las normas dictadas por esa sociedad nos hacen infelices.
EFE: ¿Y cuál es para usted la solución?.
LG: Estar atento a nuestro interior, a nuestros verdaderos deseos, a nuestra evolución;Â lo primero sería reservar un poco de espacio en nuestras jornadas e, incluso, autorizarnos a aburrirnos un poco. Para ello, una idea sería disminuir el tiempo ante la televisión, que nos priva de estímulos internos y nos vuelve inconscientes ante nuestra existencia; personalmente, yo no la veo desde 1989.
EL MENSAJE DE LA NOVELA
EFE: ¿Cuál sería el mensaje de "No me iré.?
LG: Pretendo advertir que siempre hay una manera de liberarse de las obligaciones o de los límites heredados de nuestro pasado, que nadie está obligado a seguir un camino que otros han trazado para nosotros. ¡Nuestra vida se conjuga en el presente y nosotros somos los reinos y señores de ella!
EFE: Su obra es un "mix" entre novela de misterio, autoayuda, thriller, suspense, novela de amor, con incluso un cadáver incluído.
LG: En efecto, mi obra es una mezcla de géneros. Habría podido escribir un ensayo o una guía de desarrollo personal, pero probablemente habría sido indigesta. Además, me encanta tener al lector en vilo, inducirle emociones. Yo escribo con una obsesión en la cabeza: que el lector mantenga el libro abierto, por eso mezclo tanto.
EFE:Â Véndase usted. ¿qué tiene Laurent Gounelle que no tengan el resto de entrenadores personales que pululan por el mundo?
LG: Yo no soy un "coach". Lo fui un poco en el pasado, pero paré; un "coach" tiene la necesidad de decidir en un instante, lo que no ha sido nunca mi fuerte. Ser escritor me va muy bien. Me encanta tomarme mi tiempo para elaborar mis recetas.
UN ENTRENADOR COMODO EN EL MUNDO DE LAS LETRAS
EFE: ¿Se siente cómodo en el mundo de la literatura?
LG: Me siento bien, sí. Es un pequeño mundo bastante divertido, constituido por un "patchwork" de personalidades, la mayoría de ellas muy simpáticas.
EFE: ¿Ya no piensa renunciar a su actual vida y, de nuevo, tirarlo todo por la borda?
LG: Ahora estoy realizado con lo que hago, lo que no me impide tener proyectos, principalmente cinematográficos. Pero estos proyectos avanzan lentamente, porque yo no quiero sacrificar a mi familia, a quien consagro mi tiempo prioritariamente.
LOS "INDIGNADOS" Y LAURENT GOUNELLE
EFE: ¿Qué opina de las manifestaciones de jóvenes "indignados" de España y del resto del mundo?
LG: Es muy injusto que los jóvenes paguen las consecuencias de políticas malsanas practicadas por los hombres políticos salidos de una generación anterior y comprendo su revuelta. Sería necesario esperar a que esta violenta crisis económica haga valorar en su medida nuestro modelo occidental, que reposa en una visión puramente materialista del mundo. Como prueba, el índice que sirve para medir la moral de la población es generalmente el nivel de consumo. ¿Y si fuera lo contrario? ¿Y si la gente consume cuando se siente mal e intentan la necesidad de sustituirlo por una vida más existencial? Soy de los que piensan que el nivel de desarrollo de un país debería ser medido más que por el PIB por el índice de bondad de su población y aspiro personalmente a un cambio de paradigma de nuestra sociedad y no solamente a un lavado de cara.
EFE: Alan Greemor, el protagonista de su relato, también es un experto en números, como usted, y también aborrece su trabajo. ¿Hay cierta dosis de autobiografía en este relato?
LG: Si, un poco. Yo no he vivido lo que vive Greemor, pero tenemos en común ciertos rasgos de nuestra personalidad y me reconozco en el pasado en ciertos miedos e inhibiciones.
"ESCRIBO PARA TRANSMITIR MENSAJES A LOS LECTORES"
EFE: ¿Disfruta más escribiendo el relato novelesco o los consejos de ayuda a los lectores?
LG: Mi motivación para escribir encuentra su fuerza en mi voluntad de transmitir mensajes a los lectores, pero reconozco que siento mucho placer imaginando escenarios, personajes, visualizando escenas para la novela. ¡Es muy excitante!
EFE: ¿Cómo se visualiza dentro de diez o veinte años?
LG: Aún no sé lo que haré dentro de diez o veinte años y me parece bastante secundario. Lo que cuenta es lo que yo seré. Por eso procuro seguir a mi ritmo mi evolución personal, algunas veces a través del camino de la sabiduría. La ruta es muy larga.
EFE: ¿Qué queda hoy de aquel hombre desencantado que trabajaba como censor jurado de cuentas?
LG: Honestamente, aquel tiempo me parece tan lejano que podría haber pertenecido a una vida anterior.
EFE: Y ¿por qué cree que sus libros se convierten en superventas?
LG: Es difícil responder a esta pregunta. ¿Quién conoce la respuesta? Solo puedo compartir mi sentimiento al respecto. Yo creo que los lectores valoran mi sinceridad y quizás aprecien que nunca intente ejercer de maestro ni de portavoz de la verdad. Me contento con compartir lo mejor que puedo lo que me parece útil para todos. Y tengo la convicción profunda de que el mundo sería mejor si cada cual fuera más feliz. Intento aportar mi granito de arena.
SECRETOS PARA LA FELICIDAD COTIDIANA
EFE: Habla de que también ha conseguido formar una familia, con una excelente relación con su mujer y sus hijos ¿Cómo hacer para que todos sean felices?
LG: Apreciar cada instante como si fuera único, dar gracias cada día a la vida por haberme ofrecido una estupenda familia, dejarme llevar por su amor y amarles...
EFE: "Estoy desencantada con mi trabajo, pero me da miedo cambiar mi `espacio de seguridad' por algo desconocido porque llevo muchos años en la misma empresa. ¿Qué aconsejaría a esta persona?
LG: ¡En el contexto económico actual, le aconsejaría tener paciencia! Al margen de ello, primero me gustaría decirle que es normal tener miedo de abandonar una situación conocida, aunque sea fuente de sufrimiento. Es propio del ser humano. La "caverna" de Platón sirve como una perfecta ilustración. Pero hay que elegir entre la tranquilidad, por una parte, y lo que te puede aportar una situación nueva.
EFE: ¿Y cómo se puede hacer?
LG: Te será útil clarificar tus deseos respondiendo, por ejemplo, a las preguntas de porqué cambiarías tu trabajo, qué tipo de labor te gustaría encontrar o qué esperas del cambio. Tus respuestas te podrán reforzar los elementos concernientes a tus criterios de desarrollo personal.
EFE: ¿Y entonces?
LG: Si decides cambiar, escribe en un papel todo lo que te da miedo y busca soluciones punto por punto: por ejemplo, preparar un plan de acción para aprender las competencias que te faltan, si llega el caso. Todo ello te permitirá escoger entre tus miedos reales y los infundados, fruto de tu espíritu.
DESTACADOS:
* El protagonista aúna en su personalidad todos nuestros miedos y frustraciones en una fábula sobre las mochilas emocionales, sobre cómo amar y dejarnos amar, sobre como vivir nuestra vida de modo positivo.
* "Soy de los que piensan que el nivel de desarrollo de un país debería ser medido más que por el PIB por el índice de bondad de su población", recalca el experto.
* "Es muy injusto que los jóvenes paguen las consecuencias de políticas malsanas practicadas por hombres políticos salidos de una generación anterior y comprendo su revuelta", asegura Gounelle en la entrevista.