Peligra obra de Oscar Niemeyer en Europa

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"Avilés es mi proyecto más querido", dijo una vez el arquitecto brasileño
Madrid, España.- Abrió sus puertas por todo lo alto en marzo de 2011. Seis meses después, la incertidumbre se cierne sobre el Centro Niemeyer de Avilés, el "proyecto más querido" del arquitecto brasileño que da nombre al complejo cultural internacional en el norte de España. Una disputa entre el gobierno regional de Asturias y la fundación que lo gestiona hace temer su cierre.
De momento, ya se ha suspendido la contratación y organización de nuevas actividades culturales más allá de las que hay programadas hasta diciembre. "No hay nada para 2012 y hemos cancelado una retrospectiva de cine italiano que estaba prevista para Navidad", explica a dpa el subdirector del Centro Niemeyer, Joan Picanyol.
"Avilés es mi proyecto más querido", dijo una vez el arquitecto brasileño, patrono de honor del centro. En 1989, Niemeyer fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y años después, por el 25 aniversario de los galardones, decidió regalar a la región del norte de España lo que mejor sabe hacer: un complejo arquitectónico que se convirtió en su obra principal en Europa y que dio un perfil nuevo a Avilés, localidad de algo más de 84,000 habitantes que el siglo pasado fue uno de los emblemas de la industrialización.
"El principal problema que tiene el Centro Niemeyer de cara al futuro es el de la cesión de los espacios, es el más grave y el más urgente", explica Picanyol, que teme que haya que cerrar si no se llega a un acuerdo con el gobierno regional. "Económicamente todo va muy bien, ganamos dinero, pero no podemos mantener el centro por una cuestión de gestión jurídica", dice el subdirector.
El Principado de Asturias, dueño del complejo diseñado por el centenario arquitecto brasileño, que costó casi 44 millones de euros (60 millones de dólares), cedió en 2006 y hasta el 15 de diciembre de este año esos espacios a la fundación que se creó para gestionarlo.
La cesión había que prorrogarla ahora por 50 años. Pero tras las elecciones autonómicas de mayo, el Ejecutivo cambió. Hasta entonces, estuvo presidido por el socialista Vicente Alvarez Areces. Ahora está presidido por Francisco Alvarez Cascos, de Foro Asturias, la formación que creó el ex vicepresidente del gobierno y ex ministro de Fomento tras abandonar el Partido Popular (PP).
El Ejecutivo de Cascos quiere mayor representación en el patronato de la que tiene tras una reforma de los estatutos aprobada entre febrero y junio. La presencia del gobierno regional se ha reducido, aunque sigue teniendo el mayor número de patronos. En esa reforma, la presidencia del patronato, hasta ese momento en manos del consejero de Cultura, pasó al artista y empresario cultural Manolo Díaz.
El Principado exige "una intervención en las decisiones del patronato acorde con sus aportaciones presupuestarias, así como una mayor transparencia y control en la gestión", según el responsable de Cultura del gobierno regional, Emilio Marcos Vallaure.
El conflicto ha sumado tensión con las acusaciones de "graves irregularidades económicas" por parte del gobierno regional a la fundación que gestiona el centro, unas acusaciones calificadas como "mentiras" por la fundación. También han echado leña al fuego las descalificaciones del consejero de Cultura sobre la programación cultural del Niemeyer.
Con el Centro Niemeyer, apadrinado por personalidades como Woody Allen o Stephen Hawking, que forman parte de su consejo asesor internacional, Avilés ha pasado de ser una ciudad gris postindustrial a una ciudad cultural internacional. El complejo diseñado por el brasileño actúa como eje de una reordenación urbanística y de una regeneración económica de la ciudad. Ya ha habido manifestaciones de habitantes de Avilés reivindicando que el centro siga funcionando.
Lo inauguró en marzo pasado el cineasta neoyorkino Woody Allen en su faceta de músico de jazz. Y por él han pasado desde entonces y entre otros el actor estadounidense Brad Pitt, el cineasta español Carlos Saura y la actriz estadounidense Jessica Lange en su faceta de fotógrafa. Hace poco estuvieron el cineasta Sam Mendes y el actor Kevin Spacey, director y protagonista de la obra "Ricardo III", y la bailaora flamenca María Pagés, que estrenó su última creación, "Utopía".
Pero la programación del Niemeyer no gusta demasiado al gobierno regional. Las exposiciones que hubo hasta ahora "no son cultura", dijo hace unas semanas en el Parlamento regional el consejero Vallaure, que criticó lo que concibe como "cultura del espectáculo".
"Esto no es una casa de la cultura, es un centro cultural internacional, ¡el concepto está clarísimo!", defiende el subdirector del Centro Niemeyer. "Nosotros de mayores queremos ser como el Barbican Centre de Londres, como el Centro Pompidou de París", dice Picanyol.
Según la fundación, el conflicto ha acarreado al centro unas pérdidas estimadas en 600,000 euros (más de 800,000 dólares), por las cancelaciones y el dinero que ha dejado de ingresar. "Pero las pérdidas en valor de marca son mucho más que eso", según el subdirector. Picanyol destaca el renombre alcanzado por el Centro Niemeyer de Avilés dentro de España y en el extranjero. Eso, ahora, se ha visto dañado, asegura.
La fundación está dispuesta a prescindir de la subvención del gobierno regional, manteniendo sus asientos en el patronato -los que se le otorgó tras la reforma-, si el Ejecutivo de Alvarez Cascos le renueva la cesión del complejo a partir del 15 de diciembre. Esa subvención fue de 1,15 millones de euros (1,65 millones de dólares) este año.
"La solución es la calma, que nos dejen trabajar. Estamos dispuestos a tener un millón de euros menos", dice Picanyol, que asegura que el proyecto puede sostenerse con las aportaciones de otros patronos -el ayuntamiento de Avilés, la autoridad portuaria y empresas- y con el dinero que genera el propio centro.
"El gobierno tiene una concepción clara y rotunda sobre elNiemeyer: o es privado o público. Y si es público, el Principado tiene que tener la participación en el patronato acorde a nuestra participación económica. Si es privado, tendremos una participación menor. Así de sencillo", en palabras del consejero de Cultura.