Mal de Chagas, el mal de la pobreza

Círculo
/ 22 septiembre 2015

Es una enfermedad que se transmite por medio de insectos y es común en Centro y Suramérica.

Causas, incidencia y factores de riesgo

El mal de Chagas (Tripanosomiasis americana ) es provocado por el Tripanosoma cruzi, un parásito relacionado con el tripanosoma africano que causa la tripanosomosis africana o enfermedad del sueño. La enfermedad es propagada por los redúvidos o chupasangre y es uno de los mayores problemas de salubridad en América del Sur, donde 20 millones de personas están infectadas. Se cree que, a causa de la inmigración, aproximadamente 500.000 personas en los Estados Unidos están infectadas.

Los factores de riesgo para el mal de Chagas incluyen el hecho de vivir en Centro y Suramérica, la pobreza, vivir en una choza donde los redúvidos viven en las paredes y recibir transfusiones sanguíneas de una persona que tenga el parásito, aunque no tenga la enfermedad activa.

El mal de Chagas tiene dos fases: la aguda y la crónica. La primera puede presentarse sin síntomas o con síntomas muy leves. Los síntomas de la fase aguda pueden ser: inflamación y enrojecimiento del sitio de infección (donde el mosquito hematófago o chupasangre provocó la infección inicial).

Luego, puede seguir con la inflamación de un ojo y de los ganglios linfáticos que drenan el área de la picadura. A medida que el parásito se disemina partiendo del sitio de la inoculación, el paciente presenta fiebre, malestar general, e inflamación generalizada de los ganglios linfáticos. Asimismo, el hígado y el bazo pueden aumentar de tamaño.

La enfermedad disminuye su intensidad después de la fase aguda y puede volverse crónica sin manifestar síntomas posteriores durante muchos años. Cuando los síntomas finalmente se hacen presentes, aparecen como cardiopatía (miocardiopatía) y trastornos digestivos.

Los pacientes pueden presentar insuficiencia cardíaca congestiva y el primer síntoma de trastorno digestivo puede ser la dificultad para deglutir, que puede llevar a la desnutrición. Los pacientes que presenten infección parasitaria del colon pueden experimentar dolor abdominal y estreñimiento. La cardiopatía es, por lo general, la causa de la muerte del paciente.

Síntomas

Antecedentes de exposición en un área donde se sabe que se presenta el Mal de Chagas
Area inflamada y enrojecida en el lugar de una picadura previa por un insecto
Agrandamiento de los ganglios linfáticos
Inflamación de un ojo
Fiebre
Latido cardíaco irregular (arritmia)
Latido cardíaco rápido (taquicardia)
Dificultad para deglutir

Signos y exámenes

El examen físico puede confirmar los síntomas y mostrar señales de insuficiencia cardíaca (o miocardiopatía) en la forma crónica.
El frotis de sangre periférica muestra tripanosomas móviles en la forma aguda.
El hemocultivo muestra Tripanosoma cruzi en la forma aguda.
El ELISA puede mostrar infección previa con Tripanosoma cruzi en la forma crónica.

Tratamiento

Se debe tratar la fase aguda: el benznidazol ha demostrado ser efectivo. El tratamiento experimental puede incluir nifurtimox. No sirve de mucho tratar la fase crónica con antibióticos; en cambio, se deben tratar los síntomas de la cardiopatía y la enfermedad intestinal.

Expectativas (pronóstico)

Aproximadamente el 30% de las personas infectadas que no reciben tratamiento desarrollarán Mal de Chagas sintomático o crónico y pueden pasar más de 20 años desde el momento de la infección original para que se presenten problemas cardíacos o digestivos.

El ritmo cardíaco anormal (arritmias, taquicardia ventricular) puede causar la muerte súbita. Una vez que se desarrolla la insuficiencia cardíaca congestiva, la muerte se presenta en cuestión de algunos años.

Complicaciones


Miocardiopatía
Insuficiencia cardíaca congestiva
Aumento de tamaño del esófago (megaesófago) con dificultad para deglutir
Agrandamiento del colon (megacolon) con estreñimiento y dolor abdominal
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica si se observan síntomas que sugieran la presencia del mal de Chagas.

Prevención

El control de los insectos con insecticidas y la utilización de materiales de construcción para viviendas menos atractivos para las poblaciones de insectos ayudan a evitar la propagación de la enfermedad.

Los bancos de sangre en Centro y Suramérica examinan la sangre para verificar una exposición previa al parásito y se descarta la sangre si las pruebas en los donantes son positivas. Dado que la incidencia del Mal de Chagas es baja en los Estados Unidos, los bancos de sangre no examinan la sangre de los donantes para detectar dicha enfermedad.

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