¿Trasero perfecto?, sólo con ayuda del cirujano
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La primera intención es el gimnasio, pero sólo pacientes con una hipotrofia marcada de glúteos consiguen aumentarlo moderadamente, la proyección buscada se consigue a través del auxilio del cirujano
No es novedad que lo que en medicina se denomina "la región glútea" (la cola) representa uno de los más preciados atributos de la identidad femenina actual, y en pro de ese ideal de belleza la mujer moderna encamina sus anhelos recorriendo consultorios de cirujanos plásticos y médicos estéticos.
"Una correcta evaluación especializada de las pacientes muchas veces nos muestra que, a pesar de que a primera vista la cola carecería de proyección, forma y tamaño, en realidad nos encontramos con que existe una desarmonía entre la región glútea, específicamente, y las regiones que la circundan (salvavidas -supraglútea-, pantalón de montar -trocanterica-, muslo interno), alterando la belleza del conjunto", explicó el doctor Juan López Vargas (MN 133490), para quien en esos casos "tan sólo tratando el contorno de la región a través de la lipoaspiración o lipoescultura, se consigue un resultado visual sorprendente, con una apariencia y proyección satisfactoria o próxima a ella (la cola queda del mismo tamaño pero se torna evidente al disminuir la región circundante)".
López Vargas detalló que otras veces junto con este procedimiento se puede también re-aprovechar el tejido adiposo retirado de la región circundante y colocarlo en la región glútea, consiguiendo así una proyección real que sumado a lo anterior permite un resultado excelente.
"En algunos casos, sea por no tener suficiente tejido adiposo retirado, que sería utilizado para los injertos de gordura en los glúteos, o la excesiva falta de sustancia en la cola, se justifica la utilización de una prótesis glútea, asociándola o no a la lipoescultura antes mencionada", puntualizó el especialista.
Las mujeres -según López Vargas- pueden tener nalgas pequeñas congénitamente o haber perdido la turgencia por la edad, los embarazos, adelgazamiento, o simplemente tener una flacidez cutánea tal que la cola aparece caída, justificando una actitud por parte de la paciente tendiente a revertir tal situación.
"La primera intención habitualmente es buscar un gimnasio, no obstante sólo pacientes con una hipotrofia marcada de glúteos consiguen a través de gimnasia selectiva aumentar moderadamente la musculatura, pero la proyección buscada se consigue a través del auxilio del cirujano", aseguró el profesional, quien destacó que "tampoco puede esperarse una respuesta satisfactoria a través de caminatas, como es común escuchar, ya que esta actividad física utiliza los músculos glúteos medio, menores y vasto laterales, no participando en esta actividad el glúteo mayor, vedette de la belleza glútea (la falta de tonicidad del mismo es la responsable directa por la caída de la cola y la flacidez de la misma), que sólo se acciona al subir escaleras, cuestas o saltando o al levantarse de una silla, entre otras actividades".
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Acerca de las prótesis
En el caso de optar por la colocación de una prótesis glútea, en primer lugar esta debe ser específica para tal fin. Esto es, la película que envuelve el contenido es más espeso, y la forma diferente de una prótesis mamaria; la vía de acceso es la inter glútea de 4 a 5 centímetros de longitud que no se visualiza al no ser colocada debajo del músculo glúteo mayor, porque de lo contrario la misma se evidenciaría a simple vista o al tacto.
La colocación de una prótesis glútea se practica sobre anestesia peridural o general, previos exámenes de laboratorio. El tiempo de internación es tan sólo el día de la cirugía saliendo de alta con una curación simple y una faja de compresión que deberá ser utilizada durante un mes, tiempo en que la paciente podrá permanecer barriga hacia arriba o hacia abajo, evitando las posiciones laterales durante el primer mes. Los puntos se retiran al octavo día, mientras que la actividad física puede comenzar paulatinamente a partir del primer mes.