Canaima: Tierra ancestral

Círculo
/ 22 septiembre 2015

    Escenarios que parecen perdidos en el tiempo, bellezas naturales de impacto visual, reservas endémicas de flora y fauna. Es el Parque Nacional Canaima, al sur de Venezuela

    Con sus formaciones geológicas antiquísimas y saltos de agua inalcanzables por el ojo humano, el paisaje del parque nacional Canaima simula un viaje en retrospectiva a un hechizante mundo jurásico, donde el visitante se siente tan indefenso y minúsculo frente a lo que casi podrían ser los propios orígenes de la Tierra.

    Este paraíso milenario se encuentra en el extremo sureste de Venezuela, específicamente en el estado Bolívar. El territorio está conformado por tres millones de hectáreas, entre las que hay ríos, selvas, sabanas y montañas que cubren parte del Macizo o Escudo Guayanés, una de las formaciones rocosas más antiguas del planeta.

    En el sector occidental, el parque alberga la caída de agua más alta del mundo (979 metros), el Salto Angel o "Parékupá-Merú", cuyo significado equivale en la lengua indígena pemón a "río padre de todos los ríos", explicaron las comunidades indígenas pemones a Roberto Marrero, investigador venezolano.

    "Los pemones sostienen que hay una conexión entre el cielo y la tierra, un río `vertical' de gran caudal que une al cielo con la tierra y que alimenta a todos los ríos de la tierra. Ese río vertical de gran caudal es el Salto Angel", detalla Marrero, quien es también gerente de Mystic Tours, empresa dedicada a organizar expediciones por Canaima.

    Otras de las características peculiares de la región son los tepuyes, mesetas con cimas planas que se elevan muy altas sobre los trópicos y cada una tiene en su cima una biota endémica de plantas y animales extraños y maravillosos que no se han encontrado en ninguna otra parte del mundo.

    De hecho, en Canaima, existen especies completamente nuevas para el mundo de la ciencia. "He descubierto alrededor de una docena de ranas, una nueva especie de cangrejos y un gusano gigante", comenta el biólogo.

    Cuna de las rocas más antiguas

    Estas formaciones rocosas inusuales que emergen de la sabana tropical son el resultado de continuos procesos de tectonismo (choques de microplacas o microcontinentes) que se desarrollaron en el planeta. Estos movimientos tectónicos produjeron elevaciones y depresiones, que dieron forma, a su vez, a bloques aislados.

    Esto, aunado a los "procesos erosivos constantes a través del tiempo, procesos como agua, viento, temperatura (lluvia-drenaje, corrientes de aire, día-noche respectivamente), modelaron lentamente y dieron origen a estructuras de formas planas amesetadas correspondientes con estructuras tabulares horizontales de origen sedimentario", nos explica el ingeniero geólogo venezolano Alonso Vera Lupi.

    "Estas mesetas pueden encontrarse en otras partes, ya que esta área está adicionada a un gran escudo de rocas llamado Cratón Amazónico, el cual abarca mayormente a Venezuela, Guyana y Brasil.

    Se han contabilizado más de 100 tepuyes en toda su extensión, estando en Venezuela más de un 85% del total, el resto está en Guyana y Brasil ", añade el también ingeniero geólogo Yair Olivares.

    La particularidad más resaltante de los tepuyes es la antigüedad de las rocas que conforman el paisaje; a pesar de tratarse de las rocas más antiguas del mundo (rocas de edad precámbrica), éstas no han sufrido muchos cambios en sus tres mil 500 millones de años.

    "Imagínense solamente lo que puede ser tres millones de hectáreas de naturaleza virgen, donde entre otras menudencias, están las primeras formaciones del planeta, los inicios del mundo, el origen del Universo", destaca la periodista, escritora y viajera venezolana Valentina Quintero en su guía turística.

    "Cada tepuy brinda un espectáculo natural con ciertas características unas veces muy propias y muchas veces comunes, pero que, en general, impactan al observador.

    Es muy gratificante ver su contorno desde lejos, comparar sus tonalidades verdosas sobre las marrones, la neblina hacia su base.

    De cerca, no alcanza el tiempo para observar plantas y animales. Sólo un pequeño pozo de agua contiene tanta información que se pudiera desarrollar una tesis de grado", relata Vera Lupi.

    Entornos vulnerables

    No obstante, los que sí han presentado "una alta fragilidad y sensibilidad son los climas y microclimas con su propia fauna y flora desarrolladas en las cimas de estas mesetas, los cuales pueden verse fácilmente alterados de manera irreversible", comenta el experto geólogo.

    Dada la pureza de este entorno natural, el biólogo Means hace un llamado en pro de la conservación natural de esta zona, ya que la práctica descontrolada de la tala y la quema de las sabanas por parte de comunidades indígenas, como los pemones, ha hecho que las selvas tropicales en esta zona se contraigan.

    Según el grupo conservacionista The Nature Conservancy, "la población humana en Canaima ha crecido desproporcionalmente, creando presión en los recursos naturales por las prácticas desmedidas de la cacería, pesca y agricultura.

    En años recientes, el continuo turismo ha ejercido presiones negativas sobre áreas ecológicamente sensibles del Parque, amenazando su bienestar a largo plazo".

    Para evitar futuros daños ecológicos, esta organización está actualmente trabajando con el pueblo pemón para enseñarles a manejar sus recursos de forma sostenible y conservar la biodiversidad.

    Al preguntarles a los geólogos sobre el impacto del cambio climático en el Parque, nos explican que el calentamiento global, al ser un fenómeno relativamente joven, no ha ocasionado alteraciones importantes y notables en los tepuyes. No obstante, si hablamos de la flora y fauna, los cambios climatológicos han obligado a las especies adaptarse a otras condiciones de vida.

    Hace poco, Venezuela fue azotada por una fuerte sequía que cambió drásticamente la vegetación exuberante, verde y llena de vida de Canaima por sabanas con vegetación pálida y amarillenta por el sol incesante de aquellos meses.

    También se pudo presenciar cómo se secaban y convertían en arroyos los acaudalados e imponentes ríos del Parque.

    "De manera que eso sólo fue un `flash' ambiental de lo que pudiera ocurrirnos si continuamos con el modelo arrollador y destructivo de la naturaleza que lleva nuestra humanidad", concluye Olivares.

    BELLEZA NATURAL...

    El parque alberga la caída de agua más alta del mundo (979 metros), el Salto Angel o "Parékupá-Merú", cuyo significado equivale en la lengua indígena pemón a "río padre de todos los ríos", según explicaron las comunidades indígenas pemones a Roberto Marrero, investigador venezolano y autor de varios libros y mapas sobre la región.

    La particularidad más resaltante de los tepuyes es la antigüedad de las rocas que conforman el paisaje; a pesar de tratarse de las rocas más antiguas del mundo (rocas de edad precámbrica), éstas no han sufrido muchos cambios en sus tres mil 500 millones de años.

    De hecho, en Canaima, existen especies completamente nuevas para el mundo de la ciencia. "He descubierto alrededor de una docena de ranas, una nueva especie de cangrejos y un gusano gigante", comenta el biólogo Bruce Means.

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