"El Día del niño me voy a comprar un balón"

México, DF. Como cada sábado Martín se levanta a las 6:00 de la mañana y se apresura a vestirse para llegar a su trabajo, un puesto de verdura en un tianguis de la delegación Iztapalapa.

Tiene nueve años y vive en un cuarto de la colonia La Palvorrilla, con su mamá y dos hermanos más pequeños; a su papá casi no lo recuerda porque se fue cuando el era muy chico.

Para poder ayudar a su mamá con los gastos y comprarse lo que le hace falta en la escuela, desde hace un año trabaja con un hombre que vende verdura en el mercado sobre ruedas que se ubica cada miércoles y sábado en la calle Las Palmas, de la colonia Consejo Agrarista Mexicano.

"Llego a las 7:00 o 7:30 de la mañana y le ayudo a poner el puesto, bajamos las cajas de jitomate, cebolla, chiles, papa y otras verduras y ponemos todo aquí (sobre las tablas del puesto)", comentó.

Ahí permanece por más de 10 horas, atendiendo a las decenas de clientes que acuden al tianguis para realizar sus comprar, es alrededor de las 6:00 de la tarde cuando comienzan a recoger la mercancía.

Martín explicó que no se aburre porque platica con la gente aunque al atardecer el cansancio comienza a sentirse.

"No me aburro, me gusta, no siempre hay gente por eso me puedo sentar un ratito, pero ya en la tarde me da sueño", dijo.

Su jefe le paga 100 pesos por el día y además le compra la comida; en las mañanas también puede pedir su desayuno, a veces un tamal y un atole o si lo prefiere una torta.

Al preguntarle sobre la escuela, aseguró que aunque no es el mejor estudiante ni el primero de su clase, sus calificaciones son aprobatorias y le gustaría estudiar una carrera profesional.

"Estudio en la primaria México Japón, voy más o menos (risas), a veces soy muy distraído. De grande me gustaría ser veterinario", aseguró.

Su mamá también trabaja en el mercado sobre ruedas ayudando en otros puestos, además cuando se quita recoge el cartón, plástico y las latas que dejan tiradas para venderlas y obtener un poco más de dinero.

Para este 30 de abril, día en que se festeja a los niños, Martín confesó que tiene unos ahorros para comprarse un balón, y dulces para sus dos hermanos menores.

"Yo creo que sí voy a venir a trabajar, además aquí me voy a comprar mi balón, en la tarde me pongo a jugar. A mis hermanos les voy a comprar dulces", finalizó.