"Personal shopping" con toque hispano

Círculo
/ 23 septiembre 2015

    Con el concepto de "personal shopper" o asesor de vestuario se asocia lujo y dinero.

    Berlín, Alemania.- Se los reconoce al instante incluso en una terraza del estiloso barrio de Prenzlauer Berg. La colombiana Magda Torres y el español Daniel Lavernia Pertegaz llevan solo un año en Berlín y han montado ya su propio negocio: Buyandkauf, una empresa de "personal shopping" pionera en la capital alemana. "Barcelona se me estaba quedando pequeña", aduce Lavernia, "en cambio Berlín es una ciudad que está creciendo mucho y donde el nivel de vida es muy alto", añade. A sus 33 años ha estudiado Publicidad y Relaciones Públicas en Copenhague, antes de trabajar en Nueva York, Londres y Barcelona para Gucci, Furla y Cartier, entre otros.

    La idea partió realmente de su pareja, recuerda Daniel: "A mí no me gustaba ir de compras y, sin embargo, un día en una tienda conseguí renovarle el armario en 10 minutos. Así que me dijo que debería dedicarme a esto".

    No está claro de entrada de dónde le viene el gusto y la inspiración, pero los que lo conocen saben que "es innato", lo que no es de extrañar a medida que se averigua que es sobrino del gran diseñador catalán Manuel Pertegaz.

    Sí sorprende que en un mundo tan cambiante como el de las tendencias, y al querer saber cómo se mantiene al día, Lavernia asegure que "hace por lo menos 10 años que no leo revistas, como mucho las ojeo".

    Posee la seguridad para guiarse, "en realidad, sólo por lo que a mí me gusta y por las preferencias del cliente".

    Magda Torres, su amiga y socia, una licenciada en Bellas Artes de 36 años, explica que "cada persona es un mundo. Hay que ser consciente de su presencia y su estilo, y ayudarle para que dentro de él pueda sentirse mejor". Aseguran ser un "buen equipo": ella se ocupa de la administración y él de lo creativo.

    Sus primeros clientes fueron sus amigos, que les pedían asesoramiento, pero ahora lo son algunos huéspedes de hoteles de lujo, que vienen a Berlín y no tienen tiempo para buscar las mejores direcciones de compras. Ante un público internacional, Lavernia supone que "les atrae nuestra elegancia mediterránea, que es muy diferente al gusto de los berlineses".

    Con el concepto de "personal shopper" o asesor de vestuario se asocia lujo y dinero, pero  Lavernia y Torres quieren romper con este prejuicio. "La moda no tiene que estar ligada al dinero. Se trata de saber cómo combinar las cosas bien, de modo que la marca o el precio no son importantes para ir bien vestidos", sostienen, y explican que en realidad buscan clientela alemana interesada en el estilo y no en las firmas.

    Son conscientes de la diferencia de gusto y, del alemán, critican que es descuidado y, en general, le da poca importancia al vestirse. "Sobre todo, en el caso de las mujeres, las diferencias son muy grandes con Latinoamérica o España", dice Torres: "Yo siempre recuerdo a mi madre arreglada, incluso cuando va  de sport".

    Es divertido observar cómo no pierden ojo de quien pasa, en un barrio tan juvenil como en el que encuentran, y sus comentarios no son menos divertidos. Explican que, precisamente el hecho de que en Alemania se haya desarrollado menos interés, pero en cambio haya dinero, les empujó a empezar con esta empresa en Berlín.

    "En los últimos años he visto un gran cambio en esta capital, hay mucho crecimiento económico y la ciudad cada vez es más chic", considera Lavernia. "Hay una pequeña explosión de lujo". Su socia añade que "la moda siempre ha estado ligada a los cambios culturales, es innegable, por eso en Berlín la moda también cada vez es más importante".

    Sobre su forma de trabajar, explican: "Cuando un cliente viene a nosotros, primero hablamos mucho con él. ¿Cuál es el presupuesto? ¿Para quién va a ser la prenda? ¿Qué es lo que busca la persona exactamente?" Dicen realizar una pequeña radiografía "y, partiendo de eso, le ayudamos a ofrecer una mejor imagen, siendo él mismo".

    No buscan "cambiar a la persona, como lo haría un estilista, sino que se trata de sacarle el mejor partido posible".

    Y, en su caso, aseguran que tampoco se trata de venderle al cliente la última moda. "Odio las tendencias", subraya Lavernia, y cita aquí a su tío, el modista Pertegaz: "Desde los años 90 no se ha hecho nada nuevo".

    La pareja representa el concepto del "smart shopping", esto es, invertir en piezas especiales y atemporales, combinándolas con básicos. Por esa razón, dicen orgullosos haber ayudado también a estudiantes, con presupuestos más bien bajos, a gastar en lo que pronto serán sus piezas preferidas. Porque "siempre hay considerar que nuestros clientes de 300 euros de hoy el día de mañana podrán gastar más", añade Lavernia.

    El fenómeno del "personal shopping", nacido en Nueva York, aún no es conocido en Alemania. Por ello, "es un gran reto para nosotros, tanto el país como el trabajo en sí".

    ¿Por qué acudir a un 'personal shopper'? "La moda y la imagen son algo necesario hoy en día. La forma de vestir es tu carta de presentación, es simplemente esencial invertir en el aspecto", considera Torres. "Y para ayudar ahora estamos nosotros".

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