Sextorsión supera al bullying
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De acuerdo a los especialistas, este fenómeno social afecta más a las mujeres
México.- Todo comienza con un juego o un simple coqueteo, mandar imágenes sugerentes se ha vuelto cada vez más común entre los jóvenes, quienes actualmente cuentan con un infinidad de herramientas tecnológicas que permiten una mayor y más rápida comunicación e intercambio de información; sin embargo, esto puedo ser perjudicial para su propia imagen.
Y es que en ocasiones, no medir las consecuencias de los propios actos y asegurarse de con quién compartimos cierta información puede ser perjudicial ante convertirnos en blanco fácil de extorsionadores, acosadores y de la delincuencia, por lo que especialistas recomiendan evitar intercambiar información demasiado "íntima".
Tal es el caso de las imágenes de carácter sexual, las cuales pueden ser utilizadas como chantaje, lo que ahora se conoce como "sextorsión" y que refiere a que la persona con contenido fotográfico o videos ya sea desnuda o teniendo relaciones íntimas, generalmente compartidos por medio de dispositivos móviles, son extorsionadas, en la mayoría de las veces, con fines de explotación sexual y "grooming".
Esta situación ha alcanzado un nivel que ya supera al "ciberbullying"; de acuerdo con Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, la violencia se va actualizando conforme va pasando el tiempo y en dicho sentido, el acoso tecnológico ya fue rebasado transformándose en las "sextorsiones" que afecta más a mujeres.
Velázquez Reyes refirió que tras entrevistar a 708 estudiantes, de los cuales 232 eran de bachillerato y 476 de licenciatura; del total, nueve de cada 10 disponían de teléfono celular; el 42 por ciento dijo contar en su recámara con una computadora; 37 %, contaban con laptop o netbook, y seis de cada 10 dijeron que tenían acceso a internet.
En tanto, ocho de cada 10 confesaron haber visto imágenes de personas semidesnudas o desnudas en las redes sociales; 20 por ciento se tomó fotografías o videos sexualmente sugestivos, y dos de cada 10 recibió invitaciones para retratarse en poses eróticas o pornográficas; mientras que un 45 por ciento ha compartido material erótico recibido por teléfonos celulares; uno de cada 10 lo ha publicado en sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos, y seis de cada 10 recibió imágenes o videos con estas características.