El instinto vouyerista
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Luego de años de reflexionar en torno a su profesión, Gustavo Celorio cayó en la cuenta de que la literatura sigue vigente y evolucionando en el género humano debido a que existe el masoquismo.
"Somos masoquistas, nos encanta andar comprando conflictos ajenos. La literatura es una suerte de vouyerismo, una manera de ver por el ojo de la cerradura los conflictos ajenos. Somos partícipes de ellos, compramos una serie de conflictos", indicó en rueda de prensa.
"Yo escribo cuando tengo un conflicto, que de cualquier manera no se soluciona. Luego de escribir un libro, el conflicto ya no me pertenece. La literatura no resuelve el conflicto por eso no sirve para nada, por eso es maravillosa, si sirviera para algo, si fuera utilitaria, no sería un lujo", externó.
Esta situación la acaba de vivir durante el proceso y la publicación de su última novela, "Tres Lindas Cubanas", en donde habla acerca de la vida de su madre y dos de sus tías, que tuvieron destinos diversos.
"Sentía que me estaba volviendo esquizofrénico. Cuando alguien hablaba mal de Cuba salía en su defensa, y cuando alguien hablaba bien, yo decía lo contrario. Ahora, cuando me piden que hable de Cuba, mejor doy la recomendación del libro", expuso.
"Yo quería hablar de mi madre, pero a quién le interesaría, así que mejor hice la novela. Mi madre se enamoró y estamos en México, una tía murió por la Revolución, convencida totalmente, y otra terminó sus días en un asilo. Son diferentes voces, complementarias y representativas de Cuba. Escribir el libro fue una manera de exorcisarme".
Gonzalo Celorio explicó que la literatura latinoamericana de la década de 1960 fue producto de la fusión de un fenómeno literario sumado a un impulso editorial español, propiamente a cargo de la editora Seix Barral, que fundó Carlos Barral. "La palabra `bomm' significa una explosión repentina, que se nace de manera instantánea, pero no es así, por lo que este término no es acertado en esta época. Sí fue un momento culminante, pero siempre hubo antecedentes.
"Lo que pasó es que en la época de Franco, Seix Barral comenzó a publicar a autores latinoamericanos porque había mucha censura dentro de España".
Respecto a la literatura contemporánea latinoamericana, indica que la narrativa se ha diversificado.
"La literatura del norte de México, por ejemplo, es la mejor del país, porque tiene temas apasionantes como los fronterizos y el narcotráfico. Hay grandes escritores entre 35 y 50 años, y hay un movimiento pujante de las mujeres".