Omnia: La sanación del alacrán
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La medicina cubana ha desarrollado una de las aternativas más ingeniosas para luchar contra el cáncer. Se trata de un extracto obtenido de la ponzoña del alacrán azul (Rhopalurus junceus), que desde hace años ha sido discretamente utilizado como analgésico y antiinflamatorio -y que ahora se ha hecho famoso como un arma más en la lucha contra el cáncer.
La medicina cubana ha desarrollado una de las aternativas más ingeniosas para luchar contra el cáncer. Se trata de un extracto obtenido de la ponzoña del alacrán azul (Rhopalurus junceus), que desde hace años ha sido discretamente utilizado como analgésico y antiinflamatorio -y que ahora se ha hecho famoso como un arma más en la lucha contra el cáncer.
El uso de este remedio se conoce desde la época de la Colonia, cuando la mayoría de los curanderos lo utilizaba para tratar problemas de salud de índole muy diversa.
Y desde que se propagó la noticia de la bondad del veneno para el tratamiento del cáncer, cientos de pacientes de la isla comenzaron a buscar el producto en cualquier persona que se lo pudiera proporcionar.
Es el caso de José Felipe Monzón, de la comunidad de Jagüey Grande, quien no tiene ningún diploma médico y, sin embargo, se pasa los días evaluando pacientes para decidir quién será un buen candidato a recibir el tratamiento contra el cáncer.
Monzón asegura que los pacientes que mejor reaccionan al Escozul (el nombre que se le ha dado al medicamento) son aquellos que se encuentran en las fases iniciales de la enfermedad y que aún no han recibido tratamientos de radioterapia ni quimioterapia.
En los últimos 15 años, a pesar de la cautela del sector médico cubano, más de 80 mil personas han sido tratadas con Escozul (un líquido compuesto de agua destilada y varias gotas del veneno del alacrán azul).
EL PIONERO
De acuerdo con Misael Bordier Chibás -el primero en popularizar el veneno de alacrán para tratar el cáncer-, el 97 por ciento de sus pacientes ha reportado que el Escozul le ha mejorado su condición de manera significativa -no necesariamente le ha curado de la enfermedad.
Ante resultados tan extraordinarios las autoridades médicas cubanas comenzaron a interesarse en el producto. Y ahora Labiofarm, el laboratorio farmacéutico del gobierno, lo está probando en conjunción con los tratamientos tradicionales para el cáncer, incluyendo la radiación.
El laboratorio oficial tiene mucho cuidado en los términos que utiliza para referirse a la toxina del alacrán, calificándola de "analgésica y antiinflamatoria", pero en ningún momento de "anticancerígena".
Misael Bordier Chibás es un biólogo de Guantánamo, que comenzó a criar el alacrán azul a principios de los años 80 y a hacer experimentos con la ponzoña en ratones y perros (en Cuba muchos curanderos utilizan las toxinas de arañas y serpientes para tratar una gran diversidad de dolencias).
Bordier observó que muchos tumores se reducían visiblemente cuando se aplicaba un tratamiento ininterrumpido de la toxina del alacrán.
Enterado de estos experimentos, José Felipe Monzón, vecino de Jagüey Grande, le pidió a Bordier tratar a su hija de 15 años que estaba en las últimas fases de un cáncer pancreático que, no obstante habersido tratado con radiación y quimioterapia, se había propagado al hígado y los intestinos.
La recuperación de la hija de José Felipe fue tan asombrosa que amigos, parientes y vecinos comenzaron a propagar las bondades de la ponzoña del alacrán para curar el cáncer.
LA GENTE LO BUSCA
Durante muchos años, este tratamiento siguió adelante gracias a Bordier en Guantánamo y a Monzón en Jagüey Grande.
Al principio estos tratamientos fueron rechazados por las autoridades médicas, pero Bordier y Monzón no dejaron de distribuir la toxina a las personas que la solicitaban. "Según mi experiencia", dice Monzón, "el 15 por ciento de las personas que procuran el veneno sufren de cáncer en fase terminal, con muy pocas posibilidades de curarse, pero la toxina las ayuda a sentirse mucho mejor. Del 85 por ciento restante, el 35 por ciento ha entrado en remisión de la enfermedad y el otro 65 por ciento, aunque no se ha curado, ha mostrado bastante mejoría y extendido su esperanza de vida.
Cuando estas estadísticas se dieron a conocer, el sector médico cubano comenzó a interesarse en el fenómeno.
Pero las autoridades sanitarias rehúsan dar falsas esperanzas sobre el misterioso veneno del alacrán. "No se pueden crear expectativas exageradamente optimistas entre los pacientes afectados por el cáncer, pero tampoco hay que negar el alivio que miles de enfermos parecen haber experimentado tras el tratamiento con ese líquido", ha dicho un médico cubano.
Por su parte, el oncólogo estadounidense Donald Morton, director y jefe de cirugía del John Wayne's Cancer Institute, de California, ve esta sustancia con escepticismo: "Es algo que perjudica a la ciencia y es injusto ofrecer falsas esperanzas a las personas que reciben la toxina para tratar su enfermedad".
Sin embargo, a pesar de los discretos avances que se han logrado en las investigaciones científicas oficiales, y a pesar de la cautela y el silencio de los oncólogos, la prudencia de las autoridades cubanas no ha impedido que centenares de enfermos y parientes sigan mirando a la ponzoña del alacrán azul con una esperanza para la cura de su enfermedad.
Y no son solamente los cubanos, por los menos 500 mexicanos, entre ellos varios saltillenses y coahuilenses aquejados por el cáncer, han comenzado a buscar la manera de conseguir una dosis del veneno del alacrán (en esta misma página se explica el procedimiento para obtener la toxina).
Misael Bordier, el primero en experimentar con el veneno, comenta al respecto: "Los remedios contra los males de la humanidad siempre han estado en la Naturaleza a la vista de todos. Sólo hace falta fijarse bien y experimentar".
INTERVIENEN LOS MEDICOS
El doctor José Antonio Fraga, director del Grupo Empresarial Laboratorios Biológico-Farmacéuticos (Labiofam), precisó que desde 1991 la clase médica se interesó en experimentar con la toxina del alacrán azul y que hasta la fecha han recibido tratamiento controlado unos 8 mil pacientes, de los cuales 3 mil son extranjeros.
Fraga dijo que para consolidar este programa ya existen criaderos del alacrán en todas las provincias cubanas, y se ha desarrollado la tecnología para obtener la toxina y para reproducir el alacrán en condiciones de cautiverio.
"Esto posibilitará incrementar la producción del veneno para cubrir las necesidades internas y las demandas del exterior", aseguró el doctor Fraga."Una vez cosechado el veneno de los alacranes, éste es enviado a La Habana para ser diluido en una pequeña cantidad de agua destilada.
"El medicamento se elabora en los laboratorios de Labiofam, entidad que en coordinación con el Ministerio de Salud Pública lo suministra a los enfermos elegidos para el tratamiento".
Según los especialistas, la experiencia de Cuba en estos años demuestra el efecto anticancerígeno de este medicamento natural, sobre todo en tumores y afecciones del sistema nervioso central, pero también en neoplasias del pulmón, cuello del útero, próstata y páncreas, además de tener propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Científicos cubanos que laboran en el proyecto coinciden en señalar que el efecto principal del veneno de alacrán (que es inocuo para el organismo), consiste en detener la reproducción de células malignas, con lo que se prolonga la vida de los pacientes y mejora notablemente su calidad de vida, sin afectar los tratamientos convencionales para combatir al cáncer. (Vanguardia)
OBTENCION DE LA TOXINA
* Es necesario viajar a La Habana, y pasar consulta personal del paciente o de un familiar, el cual debe llevar consigo la historia clínica de la persona afectada, incluyendo el resultado de rayos X, resonancia magnética y tomografía axial computarizada.
* El laboratorio cubano entrega gratuitamente el medicamento: una cantidad suficiente para tres meses. Y le pide al paciente o a su familiar que mantenga contacto con la institución para darle seguimiento a la evolución del caso.
* Se debe llevar una pequeña hielera portátil, ya que el medicamento debe conservarse siempre a una temperatura entre 2 y 7 grados centígrados (en casa se debe mantener en el refrigerador).
* Para información directa llame a Cuba al teléfono 005-376830-326 y pida hablar con la doctora Niurys.
* Pacientes de Saltillo y de la región están recibiendo apoyo del Gobierno del Estado para traer la toxina desde Cuba. Para más informes al respecto comuníquese con la señora Juanita Prado al 411-88-85.
EL PROCESO
* Los alacranes azules son "cultivados" en cajas con tierra húmeda en las que se alimentan de insectos. Se reproducen por apareamiento y cada hembra produce entre 35 y 70 animalitos, los cuales pueden proporcionar veneno desde muy jóvenes.
* La extracción del veneno se lleva a cabo a partir del primer año de vida de los alacranes, y de ahí en adelante se "ordeñan" cada 20 días. Un alacrán vive dos años y medio en promedio. El veneno, se obtiene mediante estimulación eléctrica.
* Se cree que el alacrán Rhopalurus junceus es endémico (único) de la zona central de Cuba.
* El veneno es sometido en la actualidad a estudios bioquímicos a fin de sintetizarlo por ingeniería genética o biotecnología. De esta forma se podría obtener un producto similar al natural en cantidades ilimitadas.