Harvard podría regresar vestigios mayas saqueados de cenote de Chichén Itzá
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Vestigios arqueológicos extraídos del Cenote Sagrado en Chichén Itzá, donados al Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, podrían regresar a México, gracias a las gestiones de esa institución.
Palenque, Chis.- En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que el director del Museo Peabody, William L. Fash Jr., señaló que se trata de parte de una colección cedida por el arqueólogo estadounidense Edward Herbert Thompson.
Indicó que el investigador, a finales del siglo XIX, adquirió los terrenos en que se encuentra dicho sitio maya.
En ese centro ceremonial, ahora Maravilla del Mundo, Thompson realizó las primeras inmersiones en el cenote, donde localizó miles de piezas prehispánicas, que forman parte de un gran saqueo que afectó el patrimonio histórico de los descendientes de esa cultura.
Algunos de los artefactos -concretamente los objetos de oro y de madera- fueron devueltos a México entre los años 60 y 70 del siglo pasado, explicó Flash jr., participante de la VI Mesa Redonda de Palenque, que se desarrolla en esta zona arqueológica de Chiapas.
De esa manera, se prevé dar continuidad a esa restitución con la entrega de un muestrario de objetos en jade, el cual fue trabajado por la fallecida epigrafista rusa Tatiana Proskouriakoff.
Las piezas de ese muestrario, según estudios aplicados, se hallaron originalmente en fragmentos, resultado del resquebrajamiento que sufrieron al sumergirse en estado incandescente a las aguas de ese cenote.
'Esta mística de ser buenos custodios ha llevado, en otros casos, a mantener copias de los objetos, pese a devolver los originales, además de programar exposiciones temporales.
En el futuro se podría pensar en un arreglo, mediante el cual el Instituto Nacional de Antropología e Historia sería el custodio de este patrimonio cultural", continuó William L. Fash.
Al respecto, la próxima publicación de leyes en la materia en Estados Unidos, contempla la devolución de piezas de carácter funerario y restos óseos de las tribus estadunidenses, lo que aplicaría también en los bienes culturales e otras naciones, resguardados en ese país que los reintegraría a su sitio original e incluso a herederos directos.
El especialista explicó que el Museo Peabody desarrolla un proceso de planeación estratégica, que incluye una revisión de su labor dentro de la propia Universidad de Harvard, así como su papel a nivel internacional, con la idea de convertirse en un "portal de todas las culturas y de todos los países".
La colaboración con México, recordó, ha implicado el registro de distintos sitios y monumentos arqueológicos, no sólo pertenecientes a la cultura maya.
Por ejemplo, entre 2003 y 2006, la Universidad de Harvard, y la Universidad Nacional Autónoma de México, bajo la supervisión del INAH, trabajaron en el conjunto arquitectónico de Xalla, en la Zona Arqueológica de Teotihuacán.
'También apoyamos un proyecto de menor envergadura en el sitio de Cuauhtlichan, Puebla, que destaca porque pertenece al Preclásico Tardío (400 a.C.- 200 d.C.), un periodo de mucho interés para el altiplano de México.
En estos momentos está por finalizar el análisis de los resultados, y posteriormente serán publicados."
'El intercambio académico es otro aspecto. Algunos estudiantes de Harvard contribuyen en el avance de otros proyectos, como el que se lleva a cabo en Isla Cerritos, Yucatán, orientado al estudio del funcionamiento interno del puerto más importante de Chichén Itzá durante el periodo Clásico Terminal (800 d.C.-1100 d.C.)."
Por su parte, Barbara Fash, directora del Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions, del Museo Peabody, detalló que las labores de este programa se encaminan hoy al levantamiento en tercera dimensión de los monumentos de esa cultura.
Por citar un ejemplo, la escalinata jeroglífica de Copán, representa el texto más largo perteneciente a una civilización prehispánica.
Además de la digitalización de los valiosos archivos fotográficos (más de seis mil negativos) y de dibujos de campo (por encima de los dos millares), entre otros bajo su resguardo.
El Corpus proseguirá con el registro de monumentos de sitios poco conocidos de Yucatán y Quintana Roo, que son una importante veta, concluyó.