Coyolxauhqui celebra el 30 aniversario de velver a la luz
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<strong>México, D.F. </strong>.- La Diosa azteca Coyolxauhqui cumple este mes 30 años de volver a la luz, tras permanecer siglos enterrada y olvidada bajo el suelo de Ciudad de México hasta que el arqueólogo Raúl Arana la descubrió en 1978 en unas obras que adelantaba una compañía de energía.
Arana, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recordó hoy en una entrevista con Efe que su descubrimiento comenzó el 23 de febrero de 1978, con la denuncia de un posible hallazgo arqueológico por parte de un grupo de electricistas que hacía excavaciones en el Zócalo capitalino.
El Centro Histórico de México está construido sobre los restos del Templo Mayor de la ciudad de Tenochtitlán, que fue capital de los aztecas, el mayor imperio prehispánico desde principios del siglo XIV hasta la llegada de los españoles y cuyos habitantes adoraban a Coyolxauhqui, entre otras deidades.
A medianoche, el único arqueólogo disponible aquel día fue Arana, que se encontraba por la zona supervisando las obras del metro para controlar eventuales daños patrimoniales.
"La diosa me escogió, por eso estaba yo ahí", aseguró el funcionario, quien al verla se sintió "trasladado al tiempo en que se depositaba esta pieza, cuando era venerada".
El ingeniero que lo acompañó le preguntó si la pieza era valiosa o si podía continuar la obra.
"Automáticamente le dije: 'Usted no volverá jamás a tocar en su vida esta piedra'", rememoró.
"Todavía no sabíamos exactamente de qué se trataba, pero sí de que iba ser una revolución cultural, histórica y de todo tipo para el Centro Histórico, para la Ciudad de México y para nuestro país", aseguró.
El equipo de Arana tardó cinco días en desenterrar el monolito, que tiene 3,25 metros de diámetro por 30 centímetros de espesor.
Finalmente, en la madrugada del 28 febrero de 1978 el arqueólogo identificó la figura como la diosa azteca Coyolxauhqui, que significa "la que tiene pintura facial con cascabeles".
El mito azteca dice que cuando Coyolxauhqui supo que su madre Coatlicue, diosa de la Tierra, iba a dar a luz, conspiró con sus hermanos para matarla porque su nuevo hermano había sido engendrado por la pluma de un colibrí.
Sin embargo, Huitzilopochtli, Dios de la guerra y del Sol, nació como adulto y armado para defender a su madre, decapitó a Coyolxauhqui y la arrojó montaña abajo, con lo que su cuerpo quedó desmembrado, así como aparece en el monolito.
Coyolxauhqui se convirtió en la Luna y los demás guerreros vencidos en las estrellas.
La escultura fue encontrada en su ubicación original, a los pies de la pirámide Huitzilopochtli, y, según Arana, fue sepultada por los propios aztecas.
Para este arqueólogo, Coyolxauhqui ayudó a demostrar que los aztecas sí realizaban sacrificios humanos, algunas veces imitando ese mito, pero con prisioneros de guerra.
A los cautivos les arrancaban el corazón y los lanzaban pirámide abajo, donde les cortaban las extremidades y las repartían.
El hallazgo también facilitó que se expropiaran más de 40.000 metros cuadrados para realizar excavaciones en el Centro Histórico, e incluso que la UNESCO considerara esta zona Patrimonio de la Humanidad.
"Coyolxauhqui es sólo la puntita del iceberg", aseguró Arana, quien recordó que Ciudad de México está construida sobre un lago y, por tanto, "hay gran cantidad de monumentos y restos arqueológicos esperando hundidos en el fango".
Uno de los últimos descubrimientos valiosos realizados en esta zona es una lápida que representa a la Diosa de los Muertos, Tlaltecuhtli, donde sospechan que podrían estar los restos de Ahuitozl, gobernante de los aztecas cuando Cristóbal Colón desembarcó en el Nuevo Mundo.
De ser así, sería la primera tumba de un gobernante azteca descubierta.
Para conmemorar los 30 años del descubrimiento de Coyolxauhqui el Templo Mayor organiza durante todo febrero conferencias al respecto los sábados, el 23 una fiesta y en abril una exposición especial.
Este santuario prehispánico es uno de los mayores atractivos de Ciudad de México y el año pasado recibió 602.543 visitas, según sus responsables.