Usos prácticos de la manteca
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Los antiguos griegos y romanos estaban acostumbrados al uso del aceite de oliva, por lo que la manteca les parecía un alimento de los pueblos bárbaros. Sin embargo, la utilizaban para mejorar el aspecto de la piel y el pelo.
Desde entonces, aunque no la apreciaban culinariamente, conocían otras propiedades que les animaba a utilizarla.
En la actualidad, aunque este ingrediente permite preparar diversos platillos y es muy usado para engrasar moldes de repostería, también es útil en otros casos.
Con manteca puedes quitar del vidrio, metales y de la mayoría de los plásticos, esas molestas etiquetas pegajosas. Cubre el área con manteca y déjala actuar durante 10 minutos; finalmente limpia con una esponja. No sólo podrás quitar las etiquetas, sino también el pegamento seco y los residuos de goma.
Cuando las plumas te manchen las manos de tinta, frota una cucharada de manteca vegetal y retírala con un paño o papel. Este remedio sirve también para quitar las manchas de tinta de las superficies de vinilo.
El tip de los antiguos griegos y romanos persiste, ya que la manteca es excelente para desmaquillar tu rostro. Ahora ya sabes cómo resolver el apuro cuando tu crema desmaquillante se termine.
Para suavizar las manos resecas, la manteca también sale al rescate, pues es un excelente hidratante. Y aunque no lo creas, puedes usarla de igual modo para calmar a un bebé inquieto por las rozaduras, pues basta que lo frotes con un poco de manteca para que su piel experimente alivio e hidratación.