"Cornudo, Apaleado y Contento": Celebran 50 representaciones

Círculo
/ 2 marzo 2016

    La Asociación Coahuilense de Teatristas celebra 11 de años de comodato en el Teatro del IMSS de Saltillo y las 50 representaciones de las obras "Cornudo, Apaleado y Contento" y "Farsa y Justicia del Señor Corregidor".

    Ambas piezas, escritas por Alejandro Casona y dirigidas por Gustavo García, se han mantenido en el gusto de los saltillenses y prueba de ello es que continúan en cartelera. Y para festejar la larga vida de estas puestas en escena, actores y director, acompañados de Armando Guerra, director del Icocult, develaron el pasado sábado la placa que conmemora el medio centenar de representaciones de estas comedias.

    Las risas fueron las protagonistas indiscutibles de la noche. El público participó contento de las argucias que los personajes mostraron en escena, y que muestran cómo la astucia se abre paso por encima de la honestidad y la justicia.
    "Cornudo, Apaleado y Contento", basada en la obra maestra de Boccaccio, "El Decamerón", fue el primer plato de esta velada teatral.

    Sobre el escenario apareció el típico triángulo amoroso, pero aderezado con situaciones divertidas provocadas por la astucia de una mujer.

    En esta comedia de enredos aparece Egano (Amado Ramírez), un rico mercader que debe irse de viaje por una cuestión de negocios y deja a su mujer sola, confiando en que su criado y mano derecha, Anichino (Juan Antonio Villarreal), la cuide. Lo que el marido no sospecha es que este hombre está profundamente enamorado de su esposa, Beatriz (Mónica Almanza).

    Ante la ausencia del comerciante, Anichino le confiesa su amor a la joven, quien le corresponde apasionada. De pronto, el marido vuelve en forma sorpresiva y Beatriz inventa un ardid para engañarlo y hacerle pensar que no sólo está casado con la más fiel de las mujeres, sino que tiene un amigo capaz de dar su vida para proteger la honra de su señor.

    Después de este enredo amoroso, el programa continuó con "Farsa y Justicia del Señor Corregidor". En esta pieza los eventos transcurren en la vieja España, en donde la sola mención de la Santa Inquisición hace temblar a los ciudadanos.
    La historia presenta al Corregidor (Amado Ramírez) de un pequeño pueblo, quien a sus 50 años admite sonriente ante su secretario (Juan Antonio Villarreal) el pecado que signa esta etapa de su vida: la gula.

    Y es que el Corregidor no es un hombre de gustos sencillos; su exquisito paladar sólo puede ser satisfecho por las artes culinarias del posadero Juan Blas (René Gil). Entonces, cuando el trabajo de Blas se pone en peligro por una serie de denuncias que cuatro hombres entablan contra él, el corregidor, valiéndose de su cargo, no se tienta el corazón para salvar a su cocinero predilecto.

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