Promueven comida `light' para el recreo

Círculo
/ 2 marzo 2016

    Alumnas `sufren' programa de alimentos nutritivos; extrañan refrescos y papas fritas

    Extrañan las papas fritas y los refrescos que hasta el pasado ciclo escolar eran vendidos en el recreo en la secundaria a la que asisten. Fernanda Mantilla y Mónica Elizabeth Estrada consumen ahora barras de alegría y fruta picada, pero añoran la chatarra.

    En la secundaria 23 Juan G. Holguín, sólo para mujeres, el sobrepeso de algunas estudiantes es evidente y aunque el médico escolar, José Lucio Mendoza, lo estima entre dos y cuatro kilos, el profesor de educación física, Gilberto Durán, lo considera mayor.

    A partir del ciclo escolar 2008-2009, en esta escuela -ubicada en la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc- cambió el régimen alimenticio de las estudiantes al sustituir en la cooperativa del plantel los alimentos chatarra y dulces, por unos de mayor calidad nutrimental.

    La directora, Araceli Villagrán, explica que "se prohibió la venta de refresco y de otros productos desde agosto pasado, debido a los índices de obesidad que se registran entre los jóvenes".

    Julio Bracho, su hija Leticia y su esposa, Gabriela Fonseca, son los nuevos encargados de la cooperativa y mientras colocan en las mesas los productos que ofrecen, afirman que las estudiantes los han aceptado bien porque cuidan más su figura.

    El menú de este día incluye tacos de pollo adobado y salchicha de pavo en chipotle, tortas de milanesa de soya con trigo o de salchicha de pavo, de manzana, zanahoria rallada, pepino picado, palomitas de maíz, cacahuate japonés, barras de amaranto, palanquetas, chocolate y agua embotellada.

    El médico escolar ha comenzado por primer vez la medición del peso, talla y cintura de las jovencitas con el propósito de medir el índice de masa corporal que tiene cada una de las 154 alumnas.

    La alimentación de las estudiantes es regular, según el especialista, porque a veces no desayunan, llegan con dinero para comprar en la cooperativa o portan su lunch con fruta y agua "casi ninguna trae refresco".

    Programa de salud en escuelas

    A partir de noviembre las secretarías de Salud capitalina y de Educación Pública iniciaron un programa piloto  para medir  talla e  índice de masa corporal de estudiantes de quinto y sexto de primaria y primero de secundaria de 15 planteles.

    Según Ignacio Villaseñor, director ejecutivo de Servicios de Salud Pública del DF, los profesores de educación física son capacitados para detectar alteraciones en el peso y talla de los estudiantes con el propósito de canalizarlos a los centros de salud, donde se les harán los exámenes de laboratorio y dará asesoría nutricional.

    En caso de no acudir a las citas, se hablará con los papás para concientizarlos sobre la importancia de que sus hijos sean tratados por especialistas.

    Adicionalmente, elaborarán planes nutricionales para grupos de población específicos que se adecúen a la capacidad económica de sus familias y al contexto en que viven.  El propósito es monitorear durante tres meses el programa, hacer un balance y enenero continuar con la capacitación al personal.

    TEMAS

    COMENTARIOS