Más que un medio de expresión, es el graffiti un movimiento artístico
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Su presencia en el paisaje urbano no pasa desapercibida para nadie. Los mensajes van desde la delimitación de un barrio con trazos sencillos, hasta la imagen religiosa que orienta a no caer en vicios, pasando por ilustraciones bizarras que no dejan de captar las miradas de quienes circulan frente a ellas
México.- Poco a poco el graffiti se ha constituido como un medio de comunicación alterno utilizado esencialmente por los jóvenes para expresar sus sentimientos y reclamar sus derechos y espacios propios.
Esos gritos mudos han hecho eco ya en las propias autoridades, quienes por diversos medios abren espacios para que los graffiteros puedan mandar sus mensajes.
Sin embargo, algunos especialistas aseguran que por más que se les trate de controlar, el rayado de cualquier espacio libre no se podrá erradicar de ninguna manera.
El graffiti se ha convertido para muchos jóvenes y especialistas en un medio de expresión artístico, pues aún en nuestros días ese fenómeno se debate entre la aceptación y el rechazo.
De origen estadunidense, específicamente neoyorquino, el graffiti en México se ha convertido en uno de los medios de expresión preferido por los jóvenes, quienes ven en esa acción el medio ideal para expresar su sentir social.
Especialistas e investigadores consideran que esa actividad se convirtió en un lenguaje identitario que establece entre sus practicantes criterios comunicativos, de pertenencia e incluso estéticos, utilizándolo como estrategia de expresión.
De acuerdo con el sociólogo Héctor Castillo Berthier, el graffiti es una forma de dejar testimonios de lo que acontece y más que surgir como consecuencia de la desigualdad socio-económica, nace como demanda de espacios de expresión y no está ligado forzosamente a una condición de marginalidad.
"Es como la basura, siempre vamos a estar generándola todos los días y si se aplica un sistema de recolección, de separación, de procesos para generar gases, tendremos menos basura o una mejor basura", indicó.
"Lo mismo sucede con esto, no lo vas a poder erradicar, nadie va a poder", consideró el investigador en entrevista respecto a la continuidad y evolución de ese fenómeno cultural.
Atribuyó la existencia del graffiti vandálico a la falta de espacios en los que los jóvenes puedan expresarse libremente y convivir pacíficamente con el resto de la sociedad.
Respecto a la relación entre esa práctica y los medios de comunicación o nuevas tecnologías, destacó que juegan un papel importante, pues en la mayoría se estigmatiza la actividad así como a los jóvenes que la ejecutan.
De acuerdo con el también integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, gracias a los archivos de cultura popular juvenil que registra desde hace 20 años, se observa una evolución en la calidad, el significado, la trascendencia y la importancia de ese fenómeno.
Calificó como natural que el graffiti se asocie con la idea de oferta y demanda del mercado consumista. Como sucede en cualquier cultura, este fenómeno "es parte de los procesos sociales. No puedes evitar que se transforme en un mecanismo totalmente mercadológico. Es natural para el desarrollo de la sociedad".
Por ello aseguró que con la creación y apertura de espacios las autoridades tendrían la capacidad de convocar a los jóvenes y brindarles oportunidades para que dentro de esa expresión artística se pueda tener un libre desarrollo.
A su parecer, ese fenómeno cultural juvenil es una alternativa de expresión generada desde la juventud que se desarrolla cada vez más, entendida como una forma de expresión artística pero que no es propia y única de los jóvenes, pues hay graffiteros de hasta 60 años de edad como el famoso Henrry Chalfan.
En tanto, Jesús González, funcionario del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), detalló que ese órgano apoya ese movimiento mediante la convocatoria de concursos como el organizado el año pasado para elaborar gaffitis sobre la violencia en el noviazgo.
Comentó que se les proporcionan espacios físicos para elaborar sus trabajos y cuentan con una base de datos mediante la cual se vincula a los jóvenes con otras organizaciones de "graffiteros" o interesadas en prácticas de esa naturaleza.
Asimismo, buscan apoyos económico y material para quienes desarrollan trabajos como los del año pasado cuando se expusieron dos carteles elaborados con la técnica del graffiti en el Encuentro Mundial sobre el Sida organizado en la ciudad de México, expuso.
En la cultura juvenil el arte es fundamental y abrir los espacios para su práctica lo es aún más, consideró Castillo Berthier respecto a considerar al graffiti como una vertiente del arte.