¿Sabe que su hijo padece 'neofobia'?

Círculo
/ 3 marzo 2016

    Ese es el nombre que los especialistas le han dado a la cara que ponen los niños de "no me gusta" cuando les dan de comer verduras o frutas.

    Podrá ser difícil, pero tampoco es una misión imposible. Lograr vencer la resistencia que muchos niños presentan ante las frutas y las verduras requiere de paciencia, ingenio, perseverancia pero, por sobre todo, convicción en la importancia de adoptar desde la infancia una alimentación saludable.

    "El bajo consumo de frutas y verduras en los niños es un problema que vemos habitualmente en la consulta de tod el mundo", dijo la licenciada en Nutrición Beatriz Grippo, coautora de una serie de libros que buscan por medio del cuento despertar en los infantes la atracción por las frutas y por las verduras.

    "Distintos estudios sugieren que lo aconsejable sería que los niños incorporen 17% de sus calorías a partir de las frutas y las verduras", comentó la licenciada Paula Pueyrredón, coautora junto con Grippo de los libros Verdulín y Frutilandia (Ed. Lumen, 2008), que incluyen recetas sencillas con frutas y verduras.

    Pero no sólo se come poca fruta y verdura, advirtió Pueyrredón: "Es muy pobre la variedad de estos alimentos que se les ofrece a los niños. Una encuesta mostró que las verduras consumidas en mayor proporción son la papa, la cebolla, el jitomate y la zanahoria; la fruta más consumida es el plátano".

    De muchas frutas y verduras, los chicos no conocen ni el nombre, agregó Grippo. "Para los niños que vemos a los 8 u 11 años, que llegan al consultorio por problemas de obesidad, hay verduras que no saben que existen, que jamás las han visto siquiera. La idea de los libros es tratar de llegar a muchos más niños y muchos más padres de los que vemos en el consultorio."

    NEOFOBIA Y RECHAZO

    Neofobia, ése es el nombre que los nutriólogos le han puesto a la cara de "no me gusta" que ponen los bebes ante un alimento desconocido. Y, vale la pena tenerlo siempre presente, es una reacción universal que nada tiene que ver con las virtudes culinarias de cada madre o padre. "Es un mecanismo natural ante cada nuevo alimento, que hay que vencer insistiendo, pero sin forzarlo al niño a comer", aconsejó Pueyrredón. Hay estudios que sugieren que hay que insistir en un mismo alimento 15 veces antes de desistir.

    Quizá lo peor de la neofobia es que, una vez superada, a veces vuelve. "A partir de los 2 o 3 años, es común que un niño empiece a rechazar un alimento que le gustaba. Esto tiene que ver con un momento en que el niño comienza a formar su carácter y lo demuestra a través de la comida. Hay que tomárselo con paciencia."

    A veces, la lucha por incorporar frutas y verduras al menú infantil resulta ser eso: una verdadera lucha. Es por eso que Grippo y Pueyrredón aportan unas cuantas ideas para salir airosos en la batalla:

    Evitar la monotonía: no ofrecer al niño siempre las mismas frutas y verduras, y tratar de variar incluso su preparación. "No hay que aburrirlo, ya que la monotonía puede hacer que pierda la preferencia que habíamos logrado que tenga por cierto alimento."

    No complicarse: las comidas que requieren mucha elaboración pueden volverse en contra. "Hay que preferir preparaciones sencillas que se pueden reproducir en lo cotidiano, ya que hoy los padres no tienen mucho tiempo para cocinar."

    Cocinar con los chicos: hacerlos partícipes de la preparación de comidas con frutas y verduras es un buen incentivo. "Cuando los chicos ayudan en la cocina, siempre prueban la comida, y que prueben un alimento que no conocen es un punto a favor."

    No disfrazar las verduras: procesarlas para disimularlas en las comidas puede aumentar su consumo, pero no hará que los pequeños las consideren como una posibilidad. "El disfraz no permite que el niño conozca las verduras, sus sabores y sus texturas."

    Por último, dijo Grippo, los padres son quienes deben decidir qué comen sus hijos. "Cuando es uno el que les pregunta qué quieren comer, está perdido", afirmó.

    CUATRO RECETAS DE LAS EXPERTAS

    Super verdubombas

    * Mezclar una taza de acelgas hervidas y picadas con una cebolla procesada y una zanahoria rallada.

    * Agregar un huevo y 5 cucharadas de harina. Salpimentar.

    * Cocinar por cucharadas en una sartén de teflón tapada y con un poco de aceite. Servir.

    Verducookies

    * Batir 125 g de margarina sin grasas trans con 1 huevo y agregar 1/2 taza de miel y 1/2 taza de zanahoria rallada finita.

    * Agregar poco a poco 1 taza de harina, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1/2 taza de avena y 1/2 taza de nueces.

    * Colocar la mezcla por cucharadas en una placa para horno enharinada, dejando espacio entre cada una. Hornear durante 15 minutos.

    Frutimuffins

    * Cortar tres peras peladas en cubitos. Batir medio paquete de manteca con 1/2 taza de azúcar, agregar un huevo y una cucharadita de esencia de vainilla.

    * Agregar poco a poco 2 tazas de harina con una cucharadita de polvo para hornear, alternando con una taza de leche descremada.

    * Incorporar las peras cortadas y 3 cucharadas de miel. Colocar en moldes de papel y hornear.

    Frutiespuma

    * Cortar un plátano y un par de frutillas. Exprimir el jugo de una naranja.

    * Colocar las frutas y el jugo en la licuadora; agregar hielo y azúcar.

    * Licuar y servir en vasos largos, con una galleta y una rodaja de naranja.

    TEMAS

    COMENTARIOS