Cirrosis, un peligro latente

Círculo
/ 3 marzo 2016

    La Secretaría de Salud informó que más de la mitad de la población mayor de edad se considera como bebedora, escenario en el cual es preocupante el incremento de la costumbre entre los adolescentes, niños y mujeres, pues en el grupo de varones de 12 a 17 años aumentó de 27 a 35% de 1998 a 2002, y de 18 a 25% en mujeres.

    México, D.F. .- Más de la mitad de los mexicanos reconocen que dicen salud, pero no como una expresión que se refiera a su bienestar orgánico, sino porque chocan las copas, unos de vez en cundo y otros regularmente. Muchos no saben que en cada trago ponen en riesgo el estado de su hígado, amenazado por la letal cirrosis.

    Especialistas en el tema, nos cuentan que el consumo excesivo de bebidas con alcohol no deriva solo en el embotamiento y pérdida de la conciencia, sin que va a una dimensión desconocida por la mayoría de la gente, los males alternos que causa.

    Principio del fin

    La Secretaría de Salud informó que más de la mitad de la población mayor de edad se considera como bebedora, escenario en el cual es preocupante el incremento de la costumbre entre los adolescentes, niños y mujeres, pues en el grupo de varones de 12 a 17 años aumentó de 27 a 35% de 1998 a 2002, y de 18 a 25% en mujeres.

    En el abuso de la bebida embriagante hay más de un riesgo. Expertos en salud nos advierten que cuando el consumo de alcohol es excesivo puede producir cirrosis, una enfermedad que causa el endurecimiento del tejido hepático, además de que debilita o mata las principales células del hígado, llamadas hepatocitos, los cuales son responsables de la detoxificación y de impedir que las sustancias tóxicas lleguen al cerebro.

    Sano, el hígado, es de consistencia blanda y se encarga de filtrar toda la sangre.
    Todo lo que comemos y bebemos se absorbe en el tubo digestivo y pasa a la sangre que, por medio de venas y arterias llega al hígado. En el hígado, las sustancias útiles se almacenan para después enviarlas a los tejidos donde hacen falta, otras, como los medicamentos y algunas sustancias de desecho, las mezcla en la bilis para salir del organismo por vía natural.

    Mal peligroso

    La cirrosis no es causada exclusivamente por el alcoholismo, también se puede dar a consecuencia de una hepatitis crónica.

    Cuando esta enfermedad no se trata de manera adecuada, el paciente termina sufriendo una enfermedad más delicada, como lo la encefalopatía hepática, la cual se presenta cuando la función de los hepatocitos se altera, éstos no eliminan de la sangre las sustancias tóxicas que llegan al cerebro, lo que puede provocar desde alteraciones leves de conducta hasta el estado de coma.

    Este padecimiento, dicen los expertos, no se manifiesta de forma repentina; comienza con pequeñas pérdidas de las funciones mentales como destrezas laborales y capacidad para conducir, cambios en el sueño, cansancio, olvido, falta de concentración y agresividad, e incluso puede provocar un tipo especial de temblor en las manos llamado asterixis.

    La historia natural de la encefalopatía hepática no está bien estudiada. Sin embargo el análisis de los pacientes demuestra que con el tratamiento adecuado se pueden tener cifras de recuperación mayores al 20%, mencionó el doctor Francisco López Fuerte, Jefe del departamento de Gastroenterología en el hospital General La Raza.

    El laboratorio Merz Pharma ha encontrado que la combinación de dos sustancias (L-ornitina y L-aspartato) es de gran utilidad para apoyar el trabajo de depuración que debe realizar el hígado en pacientes con encefalopatía hepática.

    "La cirrosis hepática y sus complicaciones constituyen problemas clínicos de alto impacto epidemiológico por su alta morbi-mortalidad. Se sabe que afectan a la población en edad productiva, es por ello que contar con un diagnóstico y tratamiento adecuados es muy importante para el paciente", deja en claro el especialista.




    TEMAS

    COMENTARIOS