Proponen empresa recicladora y mejorar manejo del escombro para evitar desborde de arroyos en Saltillo
La académica de la Facultad de Arquitectura Unidad Saltillo de la Universidad Autónoma de Coahuila, Griselda Salas, propuso crear una empresa recicladora de escombro para la región sureste del estado.
Lo anterior, luego de detectar y analizar los lugares en los que se deposita el escombro, el cual usualmente contribuye a tapar arroyos aumentando el riesgo de desbordamiento en caso de lluvias o huracanes.
Mencionó que se realizó un acercamiento con autoridades, específicamente con la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda de Coahuila, mismas que “mostraron especial interés debido a que no se cuenta con información”.
Salas señaló que junto con la Secretaría se logró promover una ley de Comunidad Circular, además de un análisis económico para la instalación de una empresa recicladora de residuos de la construcción para la región sureste.
“También se hicieron propuestas para cambios en los reglamentos de construcción para que se exija un plan de manejo (de escombro) a las personas que están planeando edificar en la ciudad”, manifestó la académica.
El estudio “Los residuos de la construcción y la demolición de arroyos urbanos. Un estudio del comportamiento de los habitantes de Saltillo, Coahuila, en torno al manejo de los escombros” fue presentado el pasado lunes 25 de septiembre en el primer Congreso de Urbanismo y Arquitectura, que expuso el trabajo de investigación conjunta con los arquitectos María Rojas, Constantino Gutiérrez y Rubén Roux.
En el estudio, aseguró Salas, se detectaron 54 puntos clandestinos en los que se tira escombro en Saltillo lo cual representa un riesgo para la ciudad.
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La arquitecta explicó que hay un “descontrol administrativo” y a la hora de desechar el escombro se omiten documentos importantes como el Atlas de Riesgo de Saltillo publicado desde el 2014.
“El Atlas ya tiene identificados los puntos en los arroyos donde pueden ocurrir tragedias debido a los elevados niveles de agua por taponamientos a causa de diferentes residuos, incluyendo escombros”, detalló Salas.
En ese sentido, mencionó que durante el huracán Alex de 2010, 17 de los 24 arroyos de la ciudad alcanzaron niveles de agua con una altura cercana a los cuatro metros.
Declaró que en los puntos de mayor impacto y con ayuda de imágenes satelitales y fotografías tomadas con dron, se detectaron montañas de escombro de hasta seis metros de altura, particularmente en el arroyo del Pueblo.
Añadió que tras realizar muestras de laboratorio en los residuos de escombro, también se encontraron restos de riesgo biológico debido a la cantidad de animales en descomposición que se arrojan a los arroyos.
Salas mencionó que existe una “falta de coordinación” en las dependencias a cargo de la regulación del desecho de escombro.
“Vemos que como sociedad hemos avanzado muy poco porque la Ley General de Residuos nace en 2003. A 20 años todavía estamos en niveles muy bajos de educación ambiental respecto a este tipo de residuos”, puntualizó.