Joana y su familia luchan incansablemente contra el tumor linfoma de burkitt, su caso es el único en Coahuila

Una tarde del mes de mayo cuando jugaba con un balón a las afueras de su casa, se golpeó la nariz, esto generó una hemorragia, pero nadie se percató de ello pues la sangre fue a su estómago directamente, horas más tarde durante la madrugada comenzó a vomitar esa sangre, al menos en seis ocasiones... inició la angustia para la familia

Saltillo
/ 24 septiembre 2019
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Ya hablo, no podía porque tenía un tumor bien grande, ahora juntamos tapitas para las asociaciones”.

Hasta el pasado mes de abril, Joana disfrutaba de su vida llena de salud, corriendo por las calles de la colonia Morelos.

Un dia, mientras dormía, comenzó a roncar, era un sonido raro, fuera de lo común, que persistió por algunos días, incluso al hablar se le escuchaba “mormada”.

Blanca Neri, su madre la llevó a la Clínica del Magisterio en donde le dieron nebulizaciones por una semana, pese a ello, su estado anormal permanecía; los especialistas no veían algo de gravedad en la niña de siete años.

Una tarde del mes de mayo cuando jugaba con un balón a las afueras de su casa, se golpeó la nariz, esto generó una hemorragia, pero nadie se percató de ello pues la sangre fue a su estómago directamente, horas más tarde durante la madrugada comenzó a vomitar esa sangre, al menos en seis ocasiones... inició la angustia para la familia.

“Para esto ya la habiamos llevado con un otorrinolaringólogo y ve una tomografía y nos dice que ve una tumoración, nos muestra una mancha: ‘le veo tumoración, váyase inmediatamente al servicio; ella debe de estar con atención médica’”, les dijo

En la Clínica del Magisterio no habia servicio, estudios, especialistas, le envían con una especialista subrogada, quien solícito una biopsia.

Corría ya el mes de mayo cuando Joana, como siempre jugaba en su casa; “mami, siento algo aquí”, señaló su garganta, luego se metió el dedo al paladar y lo sacó, mostrándolo lleno de sangre.

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A decir de su madre, acudieron de nueva cuenta a la Clínica del Magisterio, pues su padre es maestro, pero solo se le recetó “Afrín”; la niña continuó con el vómito de sangre de nueva cuenta  y ahora si quedó hospitalizada y completamente en reposo, pues la hemorragia podría volver en cualquier momento.

Pasó dos semanas en el hospital, al darla de alta ya pasaba el mes de junio, un día despertó con parálisis facial.

“No es normal, no es un comportamiento de un tumor normal, no es nada bueno”, dijo la pediatra.

Al ser trasladada al Hospital Universitario el 11 de junio, la niña tenía obstruída la nariz al 100 por ciento y el 90 por ciento su boca, en cualquier momento el tumor la dejaría sin respiración; tenía 12 horas sin probar alimento, por ello fue intervenida de inmediato y días después le dijeron que sospechaban de un tumor maligno, linfoma de burkitt, que crecen de forma acelerada y en Joana creció de 7 a 15 centímetros, por ello la desfiguración de su cara.

El dia 13 de junio se anunció por el oncólogo un tratamiento de nueve quimioterapias, confirmó el padecimiento maligno en la niña y el 28 de junio fue la primera; se pagó en efectivo por la familia.

Con el tratamiento, Joana perdió todo su cabello.

“Yo estaba bien feliz porque no me dolía”, refiere la niña que con su actitud, da fuerza a toda su familia.

La niña vivió el desabasto de químicos para cáncer en el país; se consiguieron con un proveedor de Monterrey y se logró la segunda quimio, pero en esta ocasión no le fue tan bien, pues hubo reacciones.

Comenzó a disminuir el tumor considerablemente, el rostro de Joana se veía normal, pudo hablar nuevamente, comenzó a comer y todo iba evolucionando contra el cáncer. La preocupación disminuyó por el cáncer, pero comenzó por el recurso.

Vender la casa, fue la primera opción de la familia, una trabajadora social les aconsejó que recurrieran a las asociaciones civiles.

En efecto, la A.C. “Niños con Leucemia” aportó 114 mil pesos y “Luchando por Ángeles Pequeños”, cubrió el monto del tratamiento de Joana.

En el marco del Día Internacional de la Investigación del Cáncer, Joana y su familia pide a la sociedad que apoyen a las asociaciones, la colecta de tapas de plástico es la manera más fácil de hacerlo.

Joana sueña con ser enfermera cuando sea grande.

Entérese

La enfermedad que padece Joana, el tumor linfoma de burkitt es el único en Coahuila.

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