Semanario: Migrantes se arriesgan por mar para evadir cárteles

Semanario
/ 2 marzo 2016

    Juchitán.-Aquí, en la parte costeña de Oaxaca, abundan historias de migrantes ahogados en sus playas o mutilados en las vías de ferrocarril. La muerte de más de veinte indocumentados en las playas de San Francisco del Mar, Salina Cruz y Aguachil es sólo un reflejo de la ruta migrante, la cual ha cambiado por los peligros que viajar en tren representa ante la presencia de cárteles de la droga peleando el territorio.

    Secuestros express, asesinatos y ajustes de cuentas son el tema de conversación en las comunidades.

    Apenas la semana pasada, fueron detenidos 10 hombres cerca de la capital Oaxaqueña, 4 de ellos originarios de la zona del Istmo de Tehuantepec: Juchitán, Matías Romero y Chachuite, por sus posibles nexos con el narcotráfico. Les decomisaron, según informes de la Secretaría de la Defensa Nacional, armas largas, granadas y cartuchos de diferentes calibres.

    En la frontera sur, que parte desde Arriaga, Chiapas y cruza el Istmo de Tehuantepec, los peligros son varios: narcotráfico, secuestros, corrupción policíaca y de agentes migratorios. La opción para los centroamericanos que tienen dinero para pagar polleros, es un mar abierto en lanchas que parten desde Belice con sobrepeso.

    En lo que va de enero a agosto de 2007, según el Instituto Nacional de Migración, se han detenido 18 mil 849 hondureños, 10 mil 103 guatemaltecos y 3 mil 971 salvadoreños en su intento de atravezar México.

    Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote fundador del albergue del migrante en Ixtepec, afirma que la lucha por el control de la plaza es un problema que tienen que enfrentar a diario: "El narcotráfico tiene pugnas por la plaza, está queriendo aprovechar el paso del migrante. La situación es tensa, no sabemos qué va a pasar, no es optativo defender los derechos humanos".

    - ¿Ha habido amenazas directas?
    - Nos han dicho que nos van a sembrar armas o drogas, a veces hay camionetas afuera, esperando.

    Hace cosa de un mes, Alejandro Solalinde detectó, junto con sus colaboradores, a un migrante con una mochila llena de mariguana. Lo corrieron: "Los están usando para transportar mercancía. Como la mayoría de los que vienen por tierra son gente que viajan solos, ahí aprovechan".

    - ¿No se ha acercado a las autoridades?
    - Es inútil debido a la alta corrupción policíaca, ellos los solapan, incluso extorsionan a los migrantes para dejarlos pasar. Les quitan el poco dinero que traen.

    Para validar su hipótesis, muestra en video el testimonio de una joven centroamericana a quien agentes de migración despojaron de 7 mil pesos en efectivo.

    David Alvarez, coordinador del albergue, cuenta que durante el mes de octubre llegaron unos migrantes a denunciar el secuestro de una compañera. De inmediato se incorporó a la búsqueda: encontró una camioneta tipo tracker color gris que le cerró el paso.

    "Iban tres jóvenes como de 26 años. Llevaban a la muchacha en la parte trasera. Uno de ellos se bajó, me encañonó con una Beretta .9 milímetros. Los otros le gritaban que me disparara".

    Hubo algunos disparos, ninguno acertó. Ante la incertidumbre, dejaron ir a la muchacha.
    - Es a lo que estamos expuestos, yo no porto armas. Esta vez no me dieron.

    - ¿Quiénes son ellos?
    - Son bandas de secuestradores, realizan secuestros express a los migrantes y piden sumas a las familias para dejarlos en libertad.

    David asegura que las personas que deciden cruzar por mar tienen mejor posición económica para pagar a un pollero: "Optan por la seguridad. No hay un año que no haya muertos en esas aguas".

    La vida no vale nada
    Manuel de Jesús Cordero lleva días esperando el tren en Ixtepec, va de regreso a El Salvador. Prefiere regresar a su tierra como llegó a los Estados Unidos, solo para evadir a los agentes de migración: "Con la fe de Dios voy a llegar, en la calle todo le puede pasar a uno".

    Manuel decidió un día hacer su vida en otro país porque en casa había poco dinero, poco trabajo: "Tuve que venir a donde está el peligro para salir adelante. Pero me han deportado 4 veces".

    - ¿Y por qué viajan por mar?
    - Por la estupidez. Ahorita no se puede viajar por mar, está embravecido.

    Manuel coincide en el tema de la corrupción de los agentes de migración. A él varias veces lo han despojado de su dinero, lo más que ha tenido en la bolsa son 500 pesos.

    Moisés López, 32 años, hace todo tipo de trabajos, desde albañilería hasta pescador. Tiene 16 años viviendo en San Francisco Ixhuatán, llegó un día en tren, decidió quedarse porque la gente del lugar lo recibió bien.

    "Para cruzar la gente la ve dura. No me puedo quejar de cuando yo era migrante. Ya estoy nacionalizado. La gente de las comunidades no es mala. Te brinda el apoyo, por eso a los paisanos que vienen a pedir comida o dinero los ayudo en lo que pueda".

    Para él no es nuevo esto de las muertes en el mar: "Cada año sabemos de paisanos ahogados, muchas veces no sale en los periódicos. El verdadero problema comienza cuando entran al mar de Aguachil, es muy peligroso".

    - ¿Por qué viajar por mar, Moisés?
    - La gente opta por irse por agua por la extorsión de las autoridades: la policía civil, la judicial te extorsionan. Migración aquí no existe.

    Moisés viajó apenas el año pasado a El Salvador, ahí encontró la misma historia de hace años en la ciudad: "Los coyotes son de México. Las autoridades van a decir que eran salvadoreños, no les conviene decir que eran mexicanos".

    En esos momentos, cuando charla afuera de su casa, a Moisés le entran momentos de reflexión: "Diecisiete años estuve en mi país. ¿Qué beneficios me trajo? Están llorando a 20 muertos. Durante la guerra ni los recogíamos, les echábamos gasolina y los quemábamos. Perdí 4 familiares directos, les lloré. Mi mamá nada más les ponía su veladora, los desaparecieron. Venimos de donde la vida no vale nada, por eso la gente se aventura aunque deje la vida".

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