El crecimiento de la ciudad llega al límite y colindancia con la Reserva Natural Estatal de la emblemática montaña, lo que pondría en riesgo, incluso, hasta el abastecimiento del agua. “No hay tolerancia” para más construcciones, advierte Alcalde de Saltillo, Fraustro Siller
- 03 octubre 2022
“Zapalinamé es vida” se lee en murales ubicados en las principales calles de la ciudad. La Sierra es parte de la identidad de los saltillenses y quieren estar cerca.
Cuenta la leyenda que Zapalinamé fue un indio huachichil que se enfrentó a los españoles hace más de 445 años, cuando se fundó la Villa de Santiago de Saltillo.
Zapalinamé saboteaba las construcciones de los españoles. Les prendía fuego y corría a la sierra para esconderse entre su amplia vegetación. Se cuenta que cuando murió, fecha que no se conoce, la población indígena recostó su cuerpo en la cima de la montaña y esta tomó su forma.
Desde el valle de Saltillo se logra apreciar la silueta. Y fue en referencia a este guerrero huachichil que Francisco de Urdiñola, capitán de los españoles, nombró a la montaña.
Más allá de la leyenda, lo cierto es que este emblema saltillense, que es Reserva Natural Estatal, ya fue alcanzado por la mancha urbana, la cual, incluso invade con casas y construcciones la frontera del bosque en algunos puntos.
Y la frontera está marcada por una medida muy precisa: Después de 1,800 metros de altura a nivel del mar, la zona boscosa debe respetarse.
¿Por qué hay una frontera entre el bosque de la sierra y la mancha urbana? Porque el 15 de octubre de 1996, el Gobierno de Coahuila promulgó el decreto por el cual se declara la serranía de Zapalinamé como área natural protegida con carácter de zona sujeta a conservación ecológica, que comprende de 25, 768.68 hectáreas. Y en 2017 asume la denominación de Reserva Natural Estatal.
La sierra puede apreciarse desde cualquier punto de Saltillo, pero cuando se está en el mirador, en el distribuidor vial o la carretera a Zacatecas, se logran ver rectángulos blancos al pie de la sierra. Son los nuevos fraccionamientos.
Al acercarse a la sierra se aprecian las calles que reemplazan los senderos y las farolas en lugar de árboles.
En la entrada del Cañón de San Lorenzo, una barda divide el inicio del área natural protegida de una casa particular. Al lado izquierdo, un arroyo seco que marca la división con la colonia Lomas del Refugio.
En esta zona las casas son compactas y los jardines no sobrepasan los 18 metros cuadrados.
En otras colonias, como Lomas de Lourdes, destacan los jardines y sus áreas verdes. Mientras que, a 15 kilómetros de distancia hacia el oriente de la ciudad, están las colonias Loma Linda y Misión Cerritos, y un área “podada” en donde se construirá el fraccionamiento Prados de San José.
A través del cruce de datos establecidos en los decretos del Gobierno del Estado emitidos en 2006 y verificados en Google Earth se detectó la presencia de construcciones en 17 kilómetros cuadrados en la frontera con la sierra.
El titular de Profauna, Sergio Marines, indica que éstas se componen de construcciones que están en los límites de la Sierra y otros más que fueron realizados previos a los decretos para la conservación de la zona.
No solamente la extensa silueta de esta Reserva Natural Estatal ha enmarcado las postales de la ciudad, sino que es parte esencial para el desarrollo de la población: regula el clima y sus bosques albergan vegetación endémica, además, de ella se obtiene el agua que nutre los acuíferos que luego abastecen y hacen la vida posible en la ciudad.
LA CIUDAD CRECE Y LA SIERRA NECESITA SU ESPACIO
Los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, sitúan a Saltillo como el municipio más poblado de Coahuila con 879 mil 958 habitantes. Y su tasa de crecimiento de 2010 al 2020 fue del 21%.
Lía Rico López, quien es licenciada en Derecho y actualmente realiza un doctorado en Estudios Urbanos y Ambientales en el Colegio de México, explica que la tasa de crecimiento poblacional a diez años está por encima del promedio nacional, que fue de 12.2%.
Y expone que Saltillo no es la excepción a los fenómenos de crecimiento urbano que hay en el mundo.
“Con sus peculiaridades locales, (la ciudad) ha seguido las tendencias de dinámicas depredadoras del medio ambiente que son comunes a la generalidad de ciudades mexicanas, latinoamericanas, occidentales, globales”, dice.
La especialista indica que otro de los sellos característicos es que este crecimiento no es sostenible. Cita al investigador ambiental Gian Carlo Delgado Ramos quien afirma, en su publicación del 2015, Ciudad y Buen Vivir: Ecología Política Urbana y Alternativas Para el Bien Común que el 52% de la población del mundo ya es urbana, y sostiene que para 2050 la cifra se incremente por encima del 64%.
Lo anterior, indica, pone en riesgo a la población.
El activista e integrante de Apoya tu Bosque Local, Alejandro Argüelles, explicó que la Sierra necesita su espacio, es decir, una zona de amortización. Aunque se ha establecido una, las construcciones la sobrepasan.
“Si nos vamos a lo que es el pronunciamiento oficial de lo que era el área natural protegida,
En el primer decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado se argumenta que Zapalinamé es parte de las riquezas naturales con las que cuenta Coahuila y su protección y conservación debe ser preponderante.
Destaca la variada vegetación con sus bosques mixtos de coníferas, matorrales de encinos, desérticos y rosáceas. Además de los habitantes como el oso negro, puma, venado cola blanca y guacamaya enana.
Para lograr este decreto, se realizaron estudios técnicos donde participaron especialistas de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro y la asociación civil de Protección de la Fauna Mexicana.
Ellos detallaron que era necesario “proteger y conservar la ecología de la serranía de Zapalinamé a fin de preservar los recursos naturales de la región y proteger los ecosistemas más frágiles. Y aprovechar racional y sostenidamente sus recursos naturales, salvaguardar la diversidad genética de especies en peligro de extinción”.
Así como proteger el ciclo hidrológico de la misma, al indicar que resulta indispensable para salvaguardar el bienestar de la población de la región, ya que a través de su vegetación se logra la retención de agua subterránea que abastece a Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga.
LA ZONA DE AMORTIGUAMIENTO
Diez años después de que la Sierra de Zapalinamé fuera declarada zona natural protegida, el 8 de agosto de 2006, el Gobierno publicó un Programa de Manejo de la Zona Sujeta a Conservación Ecológica.
En este programa se habla de la Zona de Amortiguamiento, la cual describe como el área externa y contigua a la zona sujeta a conservación ecológica y su objetivo es el mantenimiento de la zona.
Es una franja limítrofe entre la mancha urbana y el bosque que busca que ambas no “se toquen”.
“Sobre estas áreas se alentará aplicar prácticas de manejo a fin de evitar una alteración en la composición, estructura y funcionamiento de todos los ecosistemas naturales. Las actividades agropecuarias y forestales deben regularse para disminuir un impacto”, se indica.
Por su parte, el activista Alejandro Argüelles dijo que en la zona de amortiguamiento se deberían de alejar los fraccionamientos y con ello los posibles riesgos de incendios.
Arguelles describe a esta zona como un colchón, un lugar donde no debe de haber alteración de ningún tipo.
Una zona donde debería mantenerse sin construcciones para evitar el riesgo inminente del área protegida. Sin embargo, indica que la invasión a la sierra no se ha detenido ahí.
“Las colonias a la entrada del Cañón de San Lorenzo (parte del área protegida) tienen de 5 a 10 años”, dice.
E indicó que otras más como Loma Linda, Misión Cerritos y Prados de San José están en la superficie que es la falda de montaña.
“(Desde la entrada) toda la calle vas subiendo, porque todo eso es parte de la montaña y la zona de amortiguamiento ya quedó desfasada”.
LA LÍNEA FRONTERIZA: LA COTA 1,800
La Cota 1,800 es un término topográfico. Así es como se le conoce al límite establecido para preservar la Sierra y se refiere a los metros sobre el nivel del mar.
Pero la delimitación se vuelve complicada para las personas que no son expertas. Una forma de identificarla es a través de la tecnología de Google Earth.
“En el polígono se puede ver que arriba de la cota hay construcciones. Hay construcciones arriba de los mil 800 metros sobre el nivel del mar. Eso es una violación”, insiste Argüelles.
Un ejemplo de construcciones recientes es la calle Sierra de las Minas, ubicada en la Colonia Lomas Verdes. Esta se encuentra por encima de la Cota 1,800 y, de acuerdo con información obtenida vía transparencia, en 2021 se otorgaron tres licencias de construcción.
NADIE ARRIBA DE LA COTA MIL 800: ALCALDE DE SALTILLO
El Alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, aseveró que no permitirá construcciones irregulares. Que la prioridad es la conservación de las áreas naturales protegidas.
Además, asegura que la conservación de la sierra es prioridad en todos los comités, consejos y del área de Desarrollo Urbano.
“Nosotros tenemos muy clara esa situación, sobre todo Desarrollo Urbano, en que nadie arriba de la cota 1,800. Creo que había una o dos construcciones que ya estaban, pero no se va a permitir ninguna más”, responde.
Sin embargo, parte de la invasión a la sierra se da por la falta de denuncias y los largos trámites burocráticos.
Ante esta situación, José María Fraustro Siller, dice que se crearon grupos de Whatsapp para denunciar las edificaciones irregulares.
Relata que uno de los problemas que enfrentaban con los constructores es que aludían a permisos otorgados por dependencias estatales o federales.
“En el grupo de Whatsapp están todas las dependencias que tienen que ver con eso, porque en ocasiones decían que tenían permisos de Conagua, de la Comisión Estatal de Agua o municipal”.
“Entonces hicimos el grupo y la autoridad que llega y ve la construcción levanta el anuncio y los demás expresan si tenían o no permisos. Y si no es cierto y se comprueba, pues se tumba esa construcción y se pone orden. No hay tolerancia y el éxito es estar bien comunicados”.
Finalmente, el Alcalde comenta que se cuenta con programas para apoyar a los grupos ambientales y se busca concientizar a la población del daño que se causa a la sierra.
“El objetivo es que la ciudadanía se sienta segura de denunciar y que sepa que nosotros vamos a actuar”, dijo.
NO HAY AUTORIDAD QUE PUEDA CONTRA LOS CONSTRUCTORES: ACTIVISTA
Rodolfo Garza, activista y experto en temas ambientales, no es tan optimista.
“Está ha sido una lucha de todos los años, porque están los desarrolladores empeñados a irse subiendo”, relata.
Rodolfo Garza, quien fue Regidor en la administración pasada, considera que autoridades como Desarrollo Urbano y la Secretaría de Medio Ambiente no ponen atención necesaria para vigilar que las construcciones no se suban a la cota 1,800. Muestra de ello son colonias como Teresitas.
“Por el lado que va hacia enfrente de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el cañón de San Lorenzo, en el fraccionamiento Teresitas hay casas arriba de la Cota 1,800. Cercenaron la montaña, le hicieron cortes arriba de la cota y construyeron casas”.
Pero el peligro no sólo es para la flora y fauna, sino para los habitantes de estas colonias.
“Es un peligro para la misma gente porque están muy pegados a la sierra y en alguna lluvia torrencial van a tener problemas en esos fraccionamientos. Eso es seguro”, advierte.
CONSTRUCCIONES POR ENCIMA DE LA COTA 1,800
Sergio Marines Gómez, director de Profauna, dice que la ley no es retroactiva. Lo que estaba antes del decreto ahí se queda.
“La cota 1,800 es muy famosa pero no en todo el límite del área protegida aplica la cota, por ejemplo, la colonia Lomas de Lourdes, porque esta colonia tiene más de 70 años, que es antes de que se determinara esta cota”.
Explica que los decretos no pueden ser retroactivos. Lo que ya existía ahí se queda y no hay forma legal de quitarlos.
Sin embargo, reconoce que hay colonias como Lomas Verdes y Loma Linda que sí atentaron contra este límite de desarrollo urbano.
“Si hay construcciones muy cerca y hemos denunciado todas las que están fuera del desarrollo urbano”, defiende.
Precisó que Profauna no tiene la facultad de multar o sancionar por ello realizan las denuncias o tratan de persuadir a quienes buscan construir.
¿POR QUÉ IMPORTAN LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS?
La ONU ha establecido el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques para reconocer los servicios ecosistémicos que aportan.
La retención de agua para beber, retención de suelo, mejorar la calidad del aire y conservación de la biodiversidad son parte de estos servicios que ofrece la sierra.
También reconoce otra contribución de los bosques: los placeres estéticos. Las personas realizan actividades recreativas.
La Sierra de Zapalinamé tiene una extensión de 50 mil hectáreas que abarcan los municipios de Saltillo y Arteaga. En ella se han documentado 2 mil 136 especies, 987 corresponden a flora.
De acuerdo con los registros de la Asociación Civil Protección de la Fauna Mexicana, Profauna, el bosque de Pino es la vegetación más abundante, al acaparar más de la mitad de la superficie protegida. Además, está el bosque oyamel.
Dentro de las especies que habitan está el puma, lobos y el oso negro. Este último en peligro de extinción.
Además de la guacamaya enana Rhynchopsitta terrisi que es endémica del noreste de México y también está en peligro de extinción.
EL IMPACTO AMBIENTAL
La abogada Lía Rico indicó que para realizar cualquier construcción debe de realizarse una manifestación de impacto ambiental.
Explica que la evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual la Secretaría de Medio Ambiente estatal establece las condiciones a realizar las obras y actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos.
“Busca evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el ambiente. Para ello, en los casos que determine el reglamento quienes pretendan llevar a cabo alguna de las siguientes obras o actividades, requerirán previamente la autorización en materia de impacto ambiental de la Secretaría”.
En los casos en que el área se afectó por incendios forestales, comenta que la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece, en el artículo 97, que no se podrá otorgar autorización sin que hayan pasado 20 años y que se acredite a la Secretaría que la vegetación forestal afectada se ha regenerado.
La invasión a la sierra es evidente y el daño inminente, de acuerdo con especialistas. Basta observarla cuando se circula por el distribuidor vial.
Las leyes ambientales no han sido suficientes. La falta de planeación, supervisión o aplicación de multas son parte de las causas.
Sergio Marines Gómez, director de Profauna, explica que Saltillo crece muy rápido y hay una especial demanda por las zonas cercanas a la sierra debido al clima fresco que prevalece.
Pero al construir al margen de la sierra, en sus faldas, afecta la disponibilidad de agua.
Entonces podemos decir que se están perdiendo millones de litros de agua”, advierte.
El segundo impacto que observa es el incremento de temperaturas. Saltillo es conocido por su clima fresco, pero este año se registraron temperaturas de hasta 24 grados centígrados por la mañana.
Alejandro Argüelles indica que este año los árboles de áreas verdes en la zona urbana presentaron estrés por la falta de vegetación en la montaña.
Un tercer problema es que al acercarse a la sierra la población tiene mayor contacto con la flora y fauna.
“¿Y qué es lo que pasa? Que se meten víboras a sus casas, que hay coyotes o la llegada de osos”, dice el titular de Profauna.
“A los osos les gusta la comida humana. Tienen gran capacidad olfativa, es mejor que un perro sabueso. A ellos le gusta mucho el olor a descomposición y con toda la basura al margen de la sierra los estamos llamando. Nosotros cada vez somos más citadinos y, por lo tanto, no sabemos cómo actuar ante la fauna silvestre; entonces, hay que mantener distancia”.
En los tres meses recientes se ha registrado el avistamiento de, al menos, cuatro osos en colonias al pie de la Sierra de Zapalinamé. A esto se suma un caso en Arteaga. El 26 de septiembre, un oso fue atropellado en la carretera 57, kilómetro 208 con dirección a Matehuala.
AMENAZA DE INCENDIOS
Otro riesgo que se tiene con la expansión de la mancha urbana hacia la sierra son los incendios.
“Lamentablemente los incendios ocurren al frente de la ciudad y cada vez esas laderas tiene menos vegetación o están perdiendo el suelo. Y con lluvias que se registran tenemos más posibilidades de deslaves”, expuso Sergio Marines.
La Secretaría de Medio Ambiente en Coahuila indica en su reporte de incendios forestales que, de acuerdo con los registros, las principales causas de incendios son naturales, pero en 2019 un total de 44 fueron por causas humanas.
Ese año, Saltillo presentó siete incendios y todos fueron provocados.
PASAR DEL CRECIMIENTO HORIZONTAL AL VERTICAL PARA FRENAR DEVASTACIÓN
El activista Alejandro Argüelles y la experta Lía Rico coinciden en que es necesario frenar el crecimiento horizontal de la ciudad. Las ventajas serán ambientales y de movilidad.
Argüelles, además plantea que Saltillo tiene espacio para crecer sin invadir la frontera con la sierra, pero éste no se aprovecha por ser costoso.
Explica que el crecimiento puede darse en la parte donde colinda con Ramos Arizpe y Arteaga.
“Pero como es un área de mayor plusvalía, costo o zona privilegiada, pues el desarrollo de la mayor cantidad de casas se va desplazando a las orillas”, explica.
Lía Rico comenta que las dinámicas urbanas que implican crecimiento poblacional exigen soluciones integrales a las problemáticas ambientales.
Considera que es necesaria la participación ciudadana, lo que requiere un cambio en el pensamiento.
“La opción de decrecimiento y de remediación requieren de una evolución en el pensamiento y acciones colectivas, que no será cómoda. pero que es necesaria si lo que se quiere es no enfrentarse a problemas ambientales serios que pongan en mayor peligro nuestra vida en este planeta”.
Lía Rico propone vivir en zonas urbanas más densas y mucho más integradas, que generen el uso eficaz del espacio ya urbanizado. Promover la vivienda vertical antes que la horizontal.
Además de los beneficios ambientales comenta que se generaría cercanía entre los hogares, lugares de trabajo, tiendas y zonas de ocio.
“Enfrentar las crisis ambientales desde sus causas profundas que son las crisis del pensamiento, podría llegar a no tener resultados sociales de gran impacto a la velocidad que se requiere, pero es la única manera para cambiar nuestras acciones sociales”.