Afirma familiar de interno que los pacientes reciben golpes, baños con agua fría como castigo, insultos y escasa comida
- 01 mayo 2021
Los maltratos físicos y verbales en el Hospital Psiquiátrico de Parras no cesan.
Esta vez el familiar de un paciente que tiene casi dos décadas internado en este sanatorio, a causa de la esquizofrenia que padece, alza la voz para denunciar, de manera anónima, los abusos de que son objeto, tanto los enfermos como el personal que los atiende, esto por parte de directivos y administrativos del centro.
La fuente asegura que además de los golpes, los baños con agua fría como castigo, y los insultos, prevalece la falta de alimento.
“La última vez que fui los vi superdelgaditos, muy delgados, muy delgados, hasta se les caían los pantalones de lo delgado que estaban. Supuestamente era porque la nutrióloga les estaba dando una dieta muy estricta, rigurosa, pero los médicos del centro decían que estaba mal y que ya lo habían reportado y no les hacían caso”.
Tal situación, asegura el informante, estuvo motivando agresiones entre los mismos pacientes que se arrebataban y reñían por la comida, por ejemplo, una tortilla.
“Hay una interna que me ha dicho, ‘tráeme de comer algo cuando vengas porque aquí no nos dan bien de comer y nos da hambre. Tráeme un cortadillo’. Les reclamamos a las autoridades del hospital y decían que todo estaba bien. Una enfermera me contó que como una de sus pacientes se quedaba con hambre ella, a escondidas, le llevaba dos huevitos cocidos....
“A causa de que no les daban bien de comer se suscitaba mucha violencia entre ellos mismos, peleaban por la comida, se estaba provocando que entre ellos mismos se hicieran daño por una tortilla”.
Además del excesivo uso de medicamentos controlados para mantener “tranquilos” a los pacientes de la granja.
“Hubo un tiempo en que mi familiar después de andar caminando ya estaba en silla de ruedas y todo así como... dopado, ya no caminaba, se le caía el bocado cuando comía, hasta que pedimos que le cambiaran de psiquiatra...”.
CARECEN DE EQUIPO SUFICIENTE
Del mismo modo la fuente destaca la falta de equipo e insumos médicos para la atención adecuada de los internos de este nosocomio.
A este respecto el inconforme señala que frecuentemente el personal médico del psiquiátrico debe llevar sus propias herramientas de trabajo, como el glucómetro para el monitoreo de pacientes con diabetes.
“Los doctores nos contaban que ellos tenían que llevar sus propios equipos, porque no hay en el hospital”, También otras ayudas técnicas como las sillas de ruedas se encuentran en mal estado.
“Sillas sin ruedas, ya feas, muy mal”.
Y es usual que las autoridades soliciten a los familiares que compren, de su bolsillo, y lleven al hospital los fármacos para el tratamiento de sus enfermos.
La falta de uniformes o ropa para los pacientes es visible en este hospital, por lo que seguido el personal pide a los familiares de los internos que colaboren con prendas de vestir para sus pacientes.
“Una vez que fui a visitar a mi familiar vi que traía toda la pantalonera rota de una pierna, toda rota, pero como que el personal ni se fijaba.
“Yo anduve preguntando con mis vecinos quién me podía dar ropa, pantaloneras, playeras, para llevarlos al psiquiátrico. Daba lástima la ropa que traían, toda floja o rota, hasta las pompis se les miraban...”.
Y a todo esto se suma la falta de personal que atiende a los pacientes, entre 50 y 70, que viven en este centro.
“Las propias enfermeras te dicen que la verdad es muy poco personal, creo que cuatro enfermeros por turno, para tanto paciente, se necesita el apoyo de más personal para poderlos atender...”.
Subrayó que tanto familiares como el personal de salud que trabaja en este sanatorio tienen temor de hacer públicas sus quejas, con nombres y apellidos, por las represalias que pudieran tomar en su contra las autoridades del hospital y de la SSA.
“Los mismos trabajadores nos dicen que ya han reportado estas anomalías a Saltillo, pero que es ‘una bolita’ y que nomás se la van pasando, y que lo único que pasa es que el personal del psiquiátrico se echa de enemigos a las autoridades, que no les hacen caso.
“Algunos trabajadores, de los más rectos, que han abogado por los pacientes, nos platican que hasta han llorado porque no pueden hacer nada, y que varios de los empleados han querido renunciar porque ya no aguantaban ver tantas injusticias. Nosotros les pedimos que no renuncien porque son los únicos que se apiadan de nuestros enfermos. Nosotros como familiares tenemos miedo que nos entreguen a nuestros pacientes o de que los vayan a golpear... si decimos algo”.
Problema. Las instalaciones del hospital dejan mucho qué desear. Se requiere invertirle a la remodelación.
LAS SOLICITUDES QUE NO SE ESCUCHAN
El denunciante comentó que en incontables ocasiones los familiares han revelado el ambiente de maltrato y abandono que priva en este centro de salud, pero nadie los toma en cuenta.
Incluso han entregado cartas y peticiones de ayuda cada vez que el gobernador Miguel Riquelme o algún otro funcionario o político está de gira por Parras.
Y advirtió que los parientes de los pacientes que se encuentran internados en el psiquiátrico de Parras tienen la intención, como último recurso, de hacer llegar sus inconformidades al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, a ver si así las autoridades de la Secretaría de Salud hacen algo.
“Le decimos que estamos muy angustiados con esta situación, porque es una injusticia lo que están haciendo con los pacientes y como los ven mal han de decir que no les van a creer...”.
LOS DATOS
Apenas el miércoles se detectó un brote de 52 contagios de COVID-19 en el hospital psiquiátrico de Parras de la Fuente.
Esto fue confirmado por autoridades estatales y municipales, esto luego de que una enfermera falleciera de esta enfermedad.
El alcalde Ramiro Pérez informó que hay 36 pacientes contagiados, además de otros 15 trabajadores, entre ellos, personal médico, además de la enfermera que perdió la vida.
Este reportaje fue publicado originalmente en Vanguardia.com.mx el 2 de octubre del 2020