¿Busca AMLO ‘arrebatarle’ proyecto de Tesla a Nuevo León?
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Vistos los hechos en retrospectiva, no parece casual la más reciente ‘cruzada’ del presidente López Obrador quien ha puesto sus ojos en el proyecto de Tesla y, todo hace indicar, lo quiere en su canasta
En las últimas horas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado el control de la discusión pública alrededor de la construcción de una planta de Tesla en México. La introducción de la variable sobre disponibilidad de agua en Nuevo León ha sido acompañada de la “sugerencia” de llevar la inversión a otra región del país.
Pero, ¿es un hecho incidental el señalamiento realizado por el mandatario en la conferencia de prensa matutina de este lunes? Si se revisa con detenimiento lo ocurrido en las últimas tres semanas parece evidente el despliegue de un plan concreto para construir una polémica y convertirse en el factor decisivo de a dónde va la inversión.
Revisemos los hechos:
El primero en colocar en la discusión pública la teoría de la “relocalización” de la planta de Tesla -cabildeada eficazmente por el gobierno de Samuel García para instalarse en Nuevo León- fue el vocero presidencial Jesús Ramírez. Fue un acto calculado, ahora puede verse, pues solamente se lo comentó a Diego Oré, el corresponsal senior para México y Centro América de la agencia especializada en negocios Thompson Reuters. Eso ocurrió la noche del lunes 30 de enero.
La noticia corrió como reguero de pólvora aún cuando Ramírez no dijo realmente nada concreto a Reuters. “Tesla está considerando invertir en esa área (el T-MexPark, un parque industrial todavía en construcción en predios cercanos al aeropuerto Felipe Ángeles) para aprovechar el AIFA”, es la escueta cita textual de la nota publicada por la agencia.
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Luego vino un primer tuit de Marcelo Ebrard sobre el tema: “Agradezco la visita de Rohan Patel, Director de Desarrollo de Negocios de Tesla así como de Eugenio Grandio, Director de Mercado en México. Pronto habrá más buenas noticias”, señaló el canciller el 14 de febrero.
Luego, el sábado pasado Ebrard amplió la información. Entrevistado a su salida de un desayuno con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial hizo énfasis en un hecho hasta entonces ausente de la conversación: no se trata solamente de una fábrica sino de un “ecosistema” de producción, lo cual implica la posibilidad de escoger múltiples ubicaciones para instalarse en el país:
“Creo que ellos están pensando en un ecosistema lo que entiendo es: su idea no es ‘vamos a instalar una planta, sino bueno, ¿en qué estados están los que nos surten? ¿qué tipos de servicios vamos a necesitar, logísticos y de otro tipo? Y ¿qué cosas podemos producir en México?’, por eso se llama ecosistema Tesla”, aseguró.
Enseguida hizo la revelación: el presidente López Obrador sostendría una llamada telefónica con el mismísimo Elon Musk para discutir el futuro del proyecto. Ese mismo día, el mandatario confirmaría la especie -a su manera- desde Sonora: “cuando yo pueda sí, con mucho gusto”, dijo, para enseguida lanzar la primera ofensiva:
“Con todo los empresarios que quieren invertir en México estamos dispuestos a hablar de facilidades para que se instalen las empresas y se generen empleos. Nada más que no contaminen, no consuman agua en exceso, que no tenemos nada más que para la gente”, sentenció.
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Y ya el lunes de plano se lanzó a lo profundo: “Lo único que queremos hablar con los directivos de esta empresa es que queremos ordenar también el crecimiento... hay ya lugares en el país en donde no se tiene agua suficiente y tenemos que cuidar el agua para el consumo doméstico, y uno de los estados que tiene problemas por falta de agua es Nuevo León”, señaló en la Mañanera de ese día.
Conviene hacer todo el recorrido declarativo porque, visto en retrospectiva, parece claro cómo el Gobierno de la República ha seguido un plan muy concreto para “arrebatarle” a Nuevo León -y con él a toda la región noreste del país- el proyecto de Tesla.
Ha venido construyendo -hoy es evidente- un “ambiente” propicio para el asalto final: el encuentro con los directivos de Tesla en el cual intentará disuadirles de instalarse en el norte del país con el pretexto vacuo -y esencialmente falso- de la falta de agua.
El fondo parece otro: quiere convertir a la instalación de Tesla en México en un “proyecto suyo”. Hoy la promoción de la inversión es toda mérito del Gobierno de Nuevo León por razones obvias: en realidad a López Obrador no le gustan -ni le interesan- este tipo de inversiones “neoliberales”.
Pero se trata de un proyecto con muy buena prensa debido a la creencia, ampliamente extendida, de estar viviendo una auténtica revolución global a partir del advenimiento de los autos eléctricos y la jubilación de los motores de combustión interna cuyo propulsor es un combustible fósil.
Por otro lado, “llevarse” la fábrica cerca del -hasta ahora- fallido aeropuerto Felipe Ángeles puede servirle para vender la idea de ser esa -aún cuando sea falso- la razón fundamental por la cual la automotriz terminó decantándose por una ubicación en el centro del país.
¿Lo va a lograr? No tengo ningún elemento para asegurarlo o negarlo. No lo sé. Pero sí me queda clara una cosa: lo está intentando con todos los recursos a su disposición y, al menos de momento, ha logrado una primera victoria: generar la percepción de ser él quien va a decidir dónde se instale Tesla.
Cronología de los hechos (todas las fechas corresponden al año 2023):
30 de enero: el vocero presidencial, Jesús Ramírez, comenta a Reuters la “intención” de Tesla de ubicar su planta en el centro del país, cerca del IAFA
14 de febrero: el canciller Marcelo Ebrard se reúne con ejecutivos de Tesla y anuncia la próxima difusión de “más buenas noticias”.
18 de febrero: Ebrard anuncia la realización de una conferencia telefónica entre Elon Musk y el presidente López Obrador para discutir el proyecto de su Gigaplanta en México/ El Presidente señala, desde Sonora la exigencia de su gobierno a las empresas interesadas en instalarse en México, de no requerir agua para sus procesos.
20 de febrero: el Presidente “veta” a Nuevo León como posible asiento de la planta de Tesla argumentando la escasez de agua/ El Gobierno de Nuevo León revira asegurando la existencia de suficiente líquido para garantizar el abasto.
@sibaja3
carredondo@vanguardia.com.mx