Marchionne, ejemplo de liderazgo

México, DF. Marchionne, con estudios en contabilidad y leyes, tenía experiencia directiva al momento de ser electo por la familia Agnelli como responsable de la restructuración de Fiat en 2004, sin embargo nunca había participado en la industria automotriz.

Antes de su llegada a Fiat las posibilidades de éxito parecían remotas, luego de que había bajado su participación en el mercado de 52% a 28% desde 1990 y hasta 2003.

Al asumir el puesto, seleccionó a un equipo de directores capaces de tomar riesgos, invitando a quienes no fueron seleccionados a retirarse anticipadamente, con el fin de hacer su gestión más rápida y eficiente en la toma de decisiones.

Había puesto en marcha una restructuración, al liquidar a 10% del personal administrativo, promover a gente en rangos medios y contratar a personal externo, lo que tuvo como consecuencia una reducción en el número de niveles jerárquicos organizacionales.

El grupo había mantenido un grado elevado de diversificación con una cultura tradicionalista, centrada en la formalidad y una aguda rigidez.

Durante la crisis de 2008, los tres grandes de la industria automotriz estadounidense estaban perdiendo dinero en cada auto fabricado en Estados Unidos, al pagar hasta 70 dólares por hora frente a plantas japonesas no sindicalizadas en ese país, quienes pagaban 40 dólares.

En un esfuerzo por evitar la caída, Chrysler recibió 4 mil mdd del gobierno estadounidense en diciembre de 2008. Sin embargo, dadas las condiciones de la empresa afectada por la crisis global, el 30 de abril de 2009 se declaró en quiebra.

El 10 de junio del mismo año, Chrysler alcanzó un acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, el sindicato y una alianza estratégica con el Grupo Fiat, con lo que surgió una nueva empresa.

Al tomar posesión como nuevo CEO de Chrysler, Sergio Marchionne pronunció un discurso memorable frente a todo el personal.

"Hace cinco años me encontraba en una situación similar en Fiat, ya que era percibida como una empresa en decadencia, aletargada, que producía autos de baja calidad y burocrática. Sin embargo, sabíamos que los más capaces para reconstruir Fiat habían estado allí todo el tiempo.

"Hemos creado una empresa eficiente, con fuertes inversiones en nuevas plataformas y tecnología. Pero lo más importante es que hemos creado una cultura en donde se espera que cada uno de nosotros se comporte como líder.

"Los líderes que van a realizar el cambio ya se encuentran aquí. Esperamos transmitirles el mismo entusiasmo para lograr que Chrysler se convierta nuevamente en una referencia mundial. ¡Estoy seguro que juntos lo alcanzaremos!".

A la llegada de Marchionne, se renovaron las instalaciones de la corporación y se estableció que los procesos se manejarían como lo hacen las empresas japonesas, buscando eliminar defectos, los tiempos muertos, los inventarios y desperdicios.

En cuanto a productos, la compañía lanzó el Fiat 500desde Toluca para Norteamérica, y a la Dodge Journey le agregó el logo de Fiat para venderla en Brasil y en Europa. Asimismo, mejoró el diseño de interiores de toda la línea de productos, lo cual le ha permitido fortalecer su imagen.

Chrysler decidió lanzar campañas comerciales muy agresivas, con lo que publicó un anuncio en donde destaca los productos fabricados en la cuna de la industria automotriz de EU, con el lema "importados de Detroit".

El año pasado, Chrysler reportó ingresos de 55 mil millones de dólares, un incremento de 31% con respecto al año anterior, mientras que la deuda ha sido reducida en un 50%, a 2 mil 900 millones de dólares.

Este año, el grupo se plantea elevar sus ingresos de 55 mil millones a 65 mil millones de dólares, con lo que obtendrá una utilidad de operación de 3 mil millones de dólares y un flujo de mil millones de dólares.

A tres años de ese discurso, Chrysler reporta una utilidad de 183 millones de dólares para el año fiscal 2011, lo que generó una utilidad de operación de 2 mil millones de dólares y un flujo de efectivo de 1.9 mil millones de dólares. El caso Chrysler nos muestra que el éxito o el fracaso de una empresa está más ligado al liderazgo que a la técnica y la ingeniería, características que pasarían a ocupar un segundo lugar.

En estos momentos de coyuntura para la industria automotriz mexicana, los participantes del sector deberían recordar las palabras de Marchionne: "los líderes hacen el cambio y ya están aquí".

* Profesor decano del IPADE