La atleta Pamela Reyes Wiseman redefine la trillada pregunta sobre cómo romper paradigmas en México.
En 2022 formó parte de la selección nacional que ganó la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Flag Football. Lo hizo venciendo a la escuadra Estados Unidos, país donde se creó este deporte. Lo hizo siendo mujer, superando prejuicios durante más de 25 años de trayectoria. Lo hizo siendo mamá, siendo este su inequívoco rol principal.
Ha visto cambiar y evolucionar esta disciplina. Desde ser rechazada, carecer de patrocinadores y no tener espacios de difusión, hasta ser aspiracional, convertirse en un deporte olímpico e incluso ser televisado a la par de las máximas estrellas de la NFL en un Pro Bowl.
Pero Pamela no pierde la perspectiva. Ella dice que viene “marcando el camino” para las y los jugadores de flag futbol que buscan hacer historia. Tampoco es ingenua. Sabe que el mundo ya volteó. Que se sabe del talento, la disciplina, “el hambre de más” que tiene el tricolor.
Alcanzar la cima, sin embargo, plantea nuevas dudas, replantea los horizontes, resignifica los triunfos. Por ejemplo, si ya ganó un mundial, ahora tiene los ojos puestos en los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles.
Lo primero que te quiero preguntar está relacionado con en el momento en que te ponen tu medalla, ganándole a Estados Unidos, en su país y en su deporte. ¿Qué sigue para tu carrera como persona, como un profesional como deportista?
Después de esa medalla obviamente que vienen más retos. Viene hambre de querer más y más. Tuve la oportunidad de participar en el continental del año pasado. Quedamos en segundo lugar. Era un torneo clasificatorio entonces no nos fue como me hubiera gustado.
Nos seguimos preparando sabiendo que vienen más mundiales y que, a final de cuentas, en 4 años, viene los Juegos Olímpicos. Porque el flag fútbol ya está en los Juegos Olímpicos. Entonces el hervor, está ahí.
Entro a al preselectivo de este año y pues... siempre dije que hasta donde el cuerpo daba y todo. Lástima. Me lesioné una pierna, el chamorrito. Me hice un desgarre. Estuve como 9 semanas fuera, pero regresé a los entrenamientos después de la recuperación.
¿Quién es Pamela Reyes, además de la jugadora flag que se trajo la medalla de oro?
Soy mamá principalmente. Ya cuando tienes un hijo toda la vida cambia cañón. Le tienes que compartir tu tiempo, tu vida. Hay alguien depende de ti 100 por ciento.
Mi hijo entiende también mi rol como deportista y otras cosas que hago. Por ejemplo soy entrenadora de flag futbol en equipos infantiles que me ha dado también la oportunidad de tener experiencias internacionales con estas categorías. Esa es la otra parte de la moneda. Que no estoy yo como tal en el campo. Pero sí estoy tratando de compartir con los niños mi experiencia y que ellos lleven también esa parte.
Es un proceso selectivo que puntualmente te consume muchísimo tiempo. Requiere preparación también. Estar yendo al campo, estar yendo el gimnasio, estar concentrada. Todo eso no te da como para ser o hacer muchísimas otras cosas o estar.
Tuve un trabajo de planta que tuve que abandonar. ¿Cómo tomas esa la decisión, sabes? Porque a final de cuentas también es un negocio, es ingreso. Donde sea que estés trabajando te dicen que te necesitan tiempo completo.
Yo lo pensé y dije: “no, no te lo voy a poder dar”.
¿Hubo voces que te pidieron que dejarás el deporte en el embarazo?
Mira... no voces, pero sí que problemas físicos. Cuando estuve embarazada tuve una a trombosis en una pierna. Fue un proceso bastante difícil. Los doctores hablaban de que a lo mejor luego ya no vas a poder regresar a jugar, o que si tu condición sigue, un mal golpe lo puede cambiar todo, o que tienes que seguir tomando los medicamentos, pero son bastante peligrosos.
Antes de tener a Pablo yo estaba en un proceso de no sé si seguir o no con el deporte. Yo no era tan grande tenían 29 años, pero como que era un espacio donde me cansé un poquito de siempre estar en una situación competitiva, deportivamente hablando.
Yo creo que Pablo llegó en muy buen período. Fue como una pausa forzada. Pero luego pasa que ahí cambia todo. Mi pensamiento era, “bueno, ya me tomé la pausa, y luego regreso, ¿no?”.
Yo decía, sí quería la pausa, pero no tan pausa. Quería seguir estando en el flag, es algo que a mí me mantiene como al cien físicamente, me mantiene tiene bien mentalmente. Entonces esa pausa fue muy dura porque si no puedo regresar, si ya no puedo hacer ejercicio sano, me muero.
¿Has cuestionado tu capacidad como coach por ser mujer?
Ahorita ya no tanto, pero en un principio sí. En un principio la ideología de del flag siempre se fue muy inclinada a lo varonil. La gente creía que flag era puro varonil y pues no. Yo tengo 28 años jugando y ya había niñas jugando desde entonces. Era una idea errónea.
Ahora, después de mi carrera y que estoy como coach, los padres de familia, probablemente sí pudieran tener algunas dudas. Como que dicen: ¿es ella? Pero ya hay mucha gente y muchas mujeres en Saltillo que están jugando a buen nivel, pero que no se atreven a dar ese paso de ser coaches porque no se sienten como capaces de eso. Eso es lo que yo percibo.
Pero una mujer pueden entrenar mejor a mujer porque si los hombres entrenan a las niñas, pues no les pueden hablar de tal manera. Tampoco se trata de hablar de alguna manera que las niñas no puedan como aguantar. A mí me encanta entrenar niños, me encanta porque podemos hacer esa sintonía, pero sí creo que a veces hasta los mismos niños pudieran dudar de una entrenadora mujer.
¿Tu sueño es ganar una medalla olímpica como jugadora o como coach?
Mira, aún tengo el sueño de yo ganar una medalla. Es un sueño que tengo desde muy niña. Yo decía que yo tenía esa capacidad y me veía siendo deportista en cualquier ramo. Era mi sueño ser una deportista olímpica. Ya la medalla supondría mucho trabajo. Pero las cosas van cambiando.
Ahorita de verdad me agarras en un momento como de no sé a dónde voy a caminar. Si voy a caminar por mí o si voy a caminar por la gente que viene detrás de mí. Sí estoy en un momento muy complicado por la lesión, porque al final de cuentas no piensas que te va a pasar.
Por ejemplo, si voy a ir al mundial le tengo que echar ganas los siguientes cuatro años. Es mucho tiempo. Y ahorita estoy en un proceso donde no sé exactamente si vamos a pelear por el sueño mío o voy a ayudar a que alguien más lo logre.
Juega flag football desde los 8 años.
Subcampeona mundial IFAF 2021.
Campeona mundial TWG 2022.
Es entrenadora de niños y niñas.